Dos vestidores de Casa Decor 2016 que siguen marcando tendencia
Hace casi diez años –sí, en 2016– se presentaron en Casa Decor dos vestidores de diseño que hoy, con el invierno asomando por fin tras un otoño que se ha hecho de rogar, siguen siendo una fuente de inspiración. Quizá sea el momento de pensar en ese cambio de armario que, entre tanto “veroño”, parecía no llegar nunca. Y más aún, de imaginar cómo nos gustaría disfrutar de ese pequeño ritual cotidiano de vestirnos y prepararnos para el día. Porque si algo define la forma en que decoramos en 2025 nuestras casas es precisamente eso: la búsqueda del bienestar, la calidez, los materiales agradables y los espacios vividos.
Lo cierto es que el vestidor se ha convertido en ese rincón soñado que cada vez más viviendas incorporan, ya sea dentro del dormitorio, en una zona de paso o en una habitación independiente. Tenerlo todo ordenado y a la vista es un lujo accesible, y lo mejor es que ya no es solo un deseo femenino: ellos también reclaman su propio espacio.
Hoy echamos la vista atrás para recuperar dos propuestas de Casa Decor 2016 muy diferentes entre sí, pero que siguen completamente vigentes: el vestidor femenino y luminoso de Miriam Alía y el elegante y sereno de Miguel Muñoz.
Sofisticación, color y frescura
Con este vestidor Miriam Alía se estrenó en Casa Decor y lo hizo por todo lo alto. Desde entonces ha participado en siete ediciones más –la última en 2025– y su estilo se ha consolidado como uno de los más reconocibles del panorama decorativo actual. Ya en aquel primer proyecto dejó claro que un vestidor podía ser mucho más que un lugar para guardar ropa. Su propuesta era también un salón íntimo donde relajarse, rodearse de belleza y disfrutar de un ambiente vibrante y femenino.
Ese toque inconfundible de Miriam Alía
Partiendo de una base neutra, la interiorista jugó con una paleta de colores frescos –rosas, verdes, azules y amarillos– que aportaban luz y energía al conjunto.
El suelo de moqueta sumaba calidez y confort, mientras que en las paredes, la superposición de volúmenes lacados en diferentes tonos añadía ritmo y dinamismo. Cada frente tenía su propio lenguaje: uno se cubrió con un papel pintado de diamantes diseñado por la propia interiorista, otro se pintó con formas geométricas y se remató con cintas de latón, y una luz de neón, junto con destellos de lentejuelas, ponía ese toque surrealista tan suyo que hacía sentir que se estaba en un espacio único.
Mezcla atrevida pero equilibrada
El resultado, un vestidor contemporáneo que respiraba optimismo, donde colores, formas y materiales se combinaron con naturalidad.
Los accesorios y prendas formaban parte de la decoración, y la zona de estar integraba piezas diseñadas por la propia Miriam, como un aparador y una lámpara geométrica formada por catorce globos.
En definitiva, un espacio alegre y sofisticado que, visto desde las tendencias decorativas de 2025, sigue siendo totalmente actual: personal, colorista y pensado para el disfrute. No en vano, la decoración de hoy se orienta justo hacia ahí, hacia espacios vividos, sensoriales y llenos de identidad.
Elegancia, calma y confort
El segundo vestidor que recordamos es el de Miguel Muñoz, quien en 2016 participaba por segunda vez en Casa Decor –y que hoy suma ya nueve ediciones, la última también en 2025–. Su proyecto, titulado «El coloquio de los perros», representaba un concepto completamente distinto: un vestidor masculino y elegante, concebido como refugio, como lugar donde empezar o terminar el día con calma.
Los armarios, de tres puertas con espejo mágico, revelaban su interior iluminado al abrirse y, al cerrarse, se convertían en un elegante frente de espejo. Entre ellos, una cómoda con iluminación integrada añadía funcionalidad y una sutil sofisticación.
Un lugar donde detenerse
El espacio desprendía serenidad. Una zona de estar con dos pufs –uno convertible en sofá– y una cómoda butaca descalzadora acompañaban a una chimenea moderna de piedra en acabado vintage. Era un rincón pensado para decidir si uno sale o se queda, para disfrutar del silencio y de la calidez del entorno.
El suelo, con piezas de madera en dos tonos –coñac y ahumado– unidas por perfiles de latón y dispuestas en punta Hungría, aportaba un carácter artesanal y distinguido.
Las cortinas de terciopelo y las lámparas de estética setentera completaban la atmósfera, mientras que un rincón de tocador, con espejos apoyados y mesitas auxiliares, mostraba que el cuidado personal también forma parte del bienestar masculino.
Una visión que perduda
La propuesta de Miguel encajaría sin esfuerzo en una vivienda actual: materiales naturales, iluminación cálida, detalles funcionales y una clara intención de hacer de cada espacio un lugar donde apetezca estar.
Y ahora que por fin parece que llega el frío, quizá sea el momento ideal para inspirarse en los vestidores de Casa Decor 2016 y pensar en ese vestidor soñado donde ordenar, disfrutar y, sobre todo, sentirse bien.
Fotos: Casa Decor
