Sala de estar «La marquesa Casati»Laura Gärna

Como si de un viaje en el tiempo se tratase, nos trasladamos al año 1900, al que hubiera sido el estudio de la Marquesa Casati, donde elementos característicos del estilo de vida de la Belle Èpoque se combinan con piezas y tendencias actuales. Un telón de fondo negro lleno de molduras contrasta con una chimenea blanca, rotunda y megalómana, que se abre al espacio rememorando las excéntricas fiestas de la Marquesa Casati, en las cuales nobleza y burguesía se reunían alrededor de sus famosas llamas azules. Una época de opulencia y derroche, reflejada en el tocador, una escultura de latón inservible a la vez que repleta de significado. No podía faltar referencia al gusto de la época por los viajes exóticos a países remotos, el afán de explorar nuevos territorios de los que volver con tesoros que recordasen las experiencias vividas, como el biombo oriental y la maravillosa lámpara de plumas de avestruz de la lejana África.