El moderno edificio en forma circular donde estuvo ubicada la Embajada Británica durante casi 40 años, en plena zona de Almagro, fue testigo de la edición número 48 de Casa Decor. Convertir un inmueble de oficinas tan poco convencional en espacios para uso residencial, con creatividad e ingenio, fue el reto al que tuvieron que enfrentarse los interioristas, arquitectos y diseñadores que formaron parte de esta edición.
Construido en 1966, donde se alzaba el palacete del Marqués de Álava, el edificio de la antigua Embajada Británica cuenta con 3.900 metros cuadrados edificados en forma circular, en torno a un gran patio central. El revestimiento exterior, de concreto y granito gris, es un claro ejemplo de la arquitectura brutalista de los edificios estatales.
Organizado en tres plantas, cuenta con casi 90 espacios destinados para oficinas, que se suceden uno tras otro, comunicados por pasillos circulares. Las tres plantas son idénticas, excepto la última, que acoge el despacho del embajador y una zona acorazada, tipo búnker, donde estaban instalados los controles de seguridad de la delegación diplomática.
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