• Buscar
El blog de Casa Decor: La casa se mueve
BLOG: LA CASA SE MUEVE

Jorge Pensi: equilibrio, ligereza y emoción en cada diseño

13 / 11 / 2025

Jorge Pensi, uno de los grandes referentes del diseño español, falleció el pasado 4 de noviembre en Barcelona a los 79 años. Nacido en Buenos Aires en 1946, su trayectoria unió sus raíces argentinas con el diseño mediterráneo para dar forma a un lenguaje propio: sobrio, equilibrado y profundamente humano.

Desde la icónica silla Toledo hasta luminarias, mobiliario y piezas textiles, Pensi hizo de la técnica industrial un medio para lograr objetos funcionales y estéticos. Pero su creatividad no se limitó al diseño: también fue músico y compositor, llegando a publicar varios discos.

Su trabajo ayudó a situar a Barcelona en el mapa internacional del diseño y hoy su legado sigue inspirando a generaciones de creadores. La influencia de Pensi en la decoración y el mobiliario contemporáneo es tan evidente que hemos visto algunos de sus diseños integrados en proyectos de Casa Decor,

La arquitecta Teresa Sapey fue la encargada de proyectar el restaurante de Casa Decor Barcelona 1997. Allí, los visitantes pudieron sentarse en las funcionales y confortables sillas Toledo, que se colocaron alrededor de las mesas París, de aluminio anodizado. Otra creación de Pensi, de 1986.

De Buenos Aires a Barcelona

Antes de llegar a España, Jorge Pensi ya había construido una sólida carrera en la capital porteña.

Estudió Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires (FADU-UBA), y mientras cursaba sus estudios ya empezaba a abrirse camino en el mundo del diseño. A los 20 años, su tienda Altos, en la Avenida 9 de Julio, marcaba tendencia en la ciudad; diseñaba muebles, los producía y los vendía, disfrutando de plena autonomía creativa y con un negocio que funcionaba bien.

Sin embargo, a mediados de los años setenta decidió dejarlo todo atrás. El clima político y económico de Argentina, junto con una necesidad personal de cambio, lo empujaron a buscar nuevos horizontes. «No fue una decisión meditada. Tenía más que ver con la vida que con la profesión. Seguramente quería cambiar de vida, no solo de país«, contaba el diseñador en una entrevista concedida hace unos años al periodista y diseñador Ramón Úbeda.

Su primera parada fue Alicante, donde llegó en 1975. Lo hizo casi por casualidad: la familia de su socia en Buenos Aires tenía allí un pequeño taller de marcos de cuadros, y Pensi pensó que podía continuar con esa actividad. «Era ya un señor mayor y quería dejarlo. Me planteé hacer marcos de cuadros en lugar de diseñar muebles. La única cosa seria que hice fue venir a ver el lugar antes. Y me dije: sí, aquí puedo vivir«, contaba.

Pero la aventura no prosperó. Durante tres años realizó trabajos de interiorismo, aunque pronto comprendió que tampoco era el camino que realmente lo representaba. «Aquello no funcionaba, o bien no era lo que yo quería«, confesaba.

Mientras tanto, su amigo y colega Alberto Lievore, a quien conocía de Argentina, se había instalado en Barcelona. En 1978, Pensi decidió unirse a él y empezar de nuevo. Aquellos primeros años en Barcelona fueron de reconstrucción, de aprendizaje y de una intensa colaboración con Lievore, con quien compartió seis años de trabajo bajo el nombre de Grupo Berenguer, junto a Norberto Chaves y Oriol Pibernat. El grupo experimentó con nuevos lenguajes formales y materiales, y fue uno de los focos de la efervescencia del diseño barcelonés de finales de los setenta.

El sofá Chocolate es un diseño de 1999 para la firma de diseño español Perobell. La colección destaca por la base de tubo metálico cromado que recorre los laterales y suspende la estructura del sofá, creando un aspecto ligero y etéreo.

En 1984, Pensi decidió emprender su propio camino.«Por primera vez en mi vida comencé a trabajar solo, con todo el miedo que eso implica«, recordaba. Hasta entonces siempre había trabajado en equipo y enfrentarse al vacío creativo en solitario fue un reto personal. Abrió su estudio en el barrio Gótico de Barcelona, junto a un equipo estable formado por Diego Slemenson, Constanze Schütz y Román Proubasta, y años después se trasladó a la Villa Olímpica. En este espacio frente al mar, surgieron piezas que acabarían definiendo el mobiliario español contemporáneo.

Entre los diseños de aquella etapa destacan el primer sofá para Perobell y la mesa París para Conrado Amat, fruto de una casualidad que terminaría marcando el inicio de una larga colaboración. Poco después llegaría la Toledo, la pieza que lo consagraría internacionalmente.

Ese éxito, sin embargo, no estuvo exento de vértigo. «Cuando la Toledo se presentó en 1988, al año siguiente Thonet me invitó a diseñar una silla para la muestra European Design Visions. Estaba aterrorizado«, confesó también a Úbeda. «Tenía miedo de no estar a la altura. Hablé con Nelly Schnaith, que es amiga mía y algo así como mi consejera ideológica, y me ayudó a superar ese miedo. Si me equivocaba, me equivocaba y punto».

Desde 1996, colaboró además con el arquitecto Eduardo Campoamor en diversos proyectos arquitectónicos y de interiorismo, ampliando su mirada hacia el espacio global.

Diseñada por Jorge Pensi en 1986 y producida durante los primeros años por Amat, la silla Toledo de aluminio, se considera uno de los iconos del diseño español contemporáneo. Aquí la vemos en el proyecto que Pascua Ortega diseñó en Casa Decor Madrid 1999.

La silla Toledo, un símbolo del diseño español

En 1988, aquella silla de aluminio se presentó al mundo y se convirtió en un verdadero hito del diseño. La Toledo, creada para Amat, fue una revolución: ligera, apilable y de líneas arquitectónicas que parecían esculpidas por el aire, transformaba un material industrial en un objeto de gran fuerza visual y emocional.

La inspiración surgió de algo cotidiano. Pensi recordaba cómo un camarero cortaba jamón con una cortadora de aluminio: «Si hay una cortadora de fiambre de aluminio, ¿por qué no una silla?«. Esa simple observación bastó para que desarrollara una pieza que combinara resistencia, ergonomía y elegancia, convirtiendo el aluminio en poesía funcional.

La Toledo no tardó en obtener reconocimiento internacional. Ganó el Premio Delta de Oro, se convirtió en un símbolo del diseño de Barcelona y fue incorporada a las colecciones permanentes de museos como el Vitra Design Museum o el Museo del Diseño de Barcelona.

Sin embargo, los años de crisis afectaron a la empresa Amat-3, que se vio obligada a cerrar la fábrica. Durante un tiempo, la Toledo dejó de producirse, y su icónico diseño parecía destinado únicamente a la memoria del diseño industrial. Fue entonces, en 2015, cuando la empresa Resol, especializada en mobiliario exterior, adquirió la patente, los moldes y la autorización del propio Pensi para reanudar su fabricación.

La silla Toledo Aire es la versión de polipropileno de la clásica silla de aluminio diseñada por Jorge Pensi, producida por Resol.

Ese mismo año, Pensi reinterpretó su icónico diseño con la versión Toledo Aire, fabricada en polipropileno reciclado reforzado con fibra de vidrio. Esta reedición no solo mantuvo la ligereza y apilabilidad del original, sino que abrió el icono a nuevos públicos, convirtiéndolo en un diseño más accesible y sostenible. La colección, disponible en trece colores, recibió el Delta de Plata ADI-FAD 2018.

Regina, también diseño de los años 80 para la firma B.Lux, es una lámpara de mesa que proyecta luz indirecta, fabricada en aluminio inyectado.
La silla Orfila se presentó en 1989 en el Palazzo Visconti de Milán, durante un evento en el que se invitó a distintos diseñadores europeos a reinterpretar la silla Thonet del siglo XX. Orfilia fue la propuesta del Pensi Design Studio, que reconoce esta pieza como una de sus favoritas, aunque nunca llegó a producirse.
Diseñada en 1993 para la firma Akaba, la silla Gorka combina una estructura de aluminio inyectado con carcasas de polipropileno o madera laminada. Desde el punto de vista comercial, la silla ha sido un éxito extraordinario, con ventas que alcanzan las treinta mil unidades al año.
Gimlet, de 1998, para Mobles 114, es un taburete de distintas alturas con un diseño que lo ha convertido en un objeto clásico.

Más allá de un icono

Aunque la Toledo fue su consagración, su universo creativo es mucho más amplio. A través de su estudio, Pensi desarrolló una amplia gama de productos para marcas internacionales: desde luminarias como la Regina, sillas como la Gorka (con ventas que alcanzan las treinta mil unidades al año), mesas y sofás hasta alfombras, accesorios de cocina y mobiliario exterior, combinando siempre funcionalidad, técnica industrial y una estética clara y atemporal.

Jorge Pensi también fue músico. Su último álbum, «Still Here», se publicó el pasado mes de octubre.

Además de diseñador, Jorge Pensi fue músico y compositor. En su estudio convivían bocetos y partituras, y él mismo decía que diseñar y componer eran, en el fondo, lo mismo: «dos maneras de ordenar la emoción«.

Publicó varios discos y su último álbum, «Still Here«, apareció en Spotify pocas semanas antes de su fallecimiento. Una faceta musical que nos ha sorprendido y que, después de escucharlo, nos apetecía compartir. Aquí va uno de sus temas.

Single del album «The Inner Sigh» by Jorge Pensi & Shoomaker.

Pensi Studio

Una filosofía que sigue inspirando

En 1997 recibió el Premio Nacional de Diseño, reconocimiento a una trayectoria coherente y generosa. En un tiempo marcado por la inmediatez, Pensi reivindicó la importancia de la pausa, la proporción y el equilibrio.

«Lo mejor está por venir», solía repetir. Y quizás tenía razón: sus piezas siguen vivas, acompañando nuestra forma de habitar los espacios con una serenidad que no pasa de moda.

Texto: Marta Sanz
ES EN FR