Pepe Leal: “La decoración te ayuda a que tu humor esté mejor”

El interiorista Pepe Leal ha participado en 15 ediciones de Casa Decor con proyectos de diferente índole, pero todos con su sello específico: espacios en los que deja claro su maestría a la hora de jugar con materiales, texturas y volúmenes para transmitir todo tipo de sensaciones.

Sus últimas intervenciones deslumbraron tanto al público como al jurado de los Premios Casa Decor, que le concedió el «Premio al Mejor Proyecto» por su suite para Embajada de Portugal, en 2016, y una «Mención Especial», por su Escaparate «Loewe Solo Origami», en la edición de 2018, un proyecto que se basaba en la presentación del último perfume de Loewe.

Pepe Leal es todo un referentes en decoración en el panorama nacional; un gran interiorista con una larga trayectoria profesional con el que siempre es un placer hablar.

«Universo Lealiano»

Si existieran categorías de decoradores (cartesianos, técnicos, perfeccionistas, artificiosos, de oficio…), Pepe Leal sería, sin duda, el decorador-artista, a pesar de que a él eso de las etiquetas le suenan lejanas. Y es que los artistas de nacimiento se desenvuelven con soltura en diferentes facetas: de la escenografía a las artes culinarias, pasando por la pintura, el cine o la moda. Así ha sido el trayecto vital de Pepe, quien desde niño ya manifestaba sus habilidades artísticas con el dibujo y los trabajos manuales.

Llegado el momento de elegir una carrera, se inclinó por la dirección de cine, pero como en la Universidad que le correspondía no había esa disciplina, inició Historia del Arte, no tanto por convicción sino por vocación artística. Terminada la carrera y seducido por otra manifestación artística, la moda, se marchó a Londres donde permaneció 4 años. Ahí trabajó en la tienda del famoso diseñador Yohji Yamamoto e hizo cursos de restauración, donde, ¡oh, sorpresa!, se le daban genial las técnicas de pintura decorativa.

Y con este bagaje volvió a España, para dedicarse, casi sin proponérselo, a la pintura decorativa, tan en boga en los años noventa. Dos o tres proyectos para conocidos y amigos, merecieron una portada en la revista Nuevo Estilo, “certificado de excelencia” que presentó como acreditación para entrar en Casa Decor de forma “oficial” en 1998. (Un año antes, ya había participado en Casa Decor en calidad de colaborador, pintando la terraza de Javier Álvarez de Eulate del edificio de la calle Almagro).

Dos décadas en Casa Decor

Ninguno de los 15 proyectos que Pepe Leal ha realizado en Casa Decor desde 1998, ha pasado inadvertido. Espacios grandes, pequeños o medianos…, cocinas, baños, restaurantes, chill-outs… Todos y cada uno de ellos contienen un sello específico, una forma de trabajar, de tratar los materiales, de colocar las piezas, de crear ambientes… Es la impronta Pepe Leal, que no consiste en “hacer un espacio”, sino en “crear un ambiente”, de imaginarlo y trabajarlo literalmente con las manos hasta transformarlo en una espacio único.

De todos sus proyectos, realizados con la misma dedicación e intensidad, hay uno en especial que marcó un punto de inflexión
en su carrera: el cuarto de baño de mármol travertino con terraza, que realizó en 1999. Una puesta audaz, moderna y minimalista, que sorprendió en una sociedad madrileña que aún manejaba la idea de que la “buena decoración” tenía que ser clásica, envuelta en telas y papel pintado.

Dos años después, en 2001, en un Casa Decor muy atípico realizado en los jardines de la Fundación Los Olivares de Castillejo, presentó otro gran proyecto que dejó epatado al personal: una especie de casita de Robinson Crusoe, hecha prácticamente a mano. Un espacio que transportaba a una isla de los Mares del Sur, y que transmitía paz y felicidad. Éste ha sido el espacio
que Pepe siente como más suyo, precisamente porque logró crear en total libertad creativa.

Saber-Hacer-Crear

Para Pepe, la esencia de la decoración es crear algo que saque lo mejor de sí mismo, hacer algo agradable, un espacio donde
apetezca estar y quedarse. No concibe los espacios que provocan tensión, intimidan e imponen. “Me gusta que siempre haya algo imperfecto, algo disonante pero con personalidad y que le dé un toque especial”.

De ahí que no pueda evitar darle una vuelta de tuerca a las cosas: “Siempre me lío, para bien o para mal, intento hacer algo diferente, crear con los materiales. Si cojo una cadena no la cuelgo, me invento una lámpara, por ejemplo”.

Asegura que su faceta creativa es algo que siempre ha estado ahí, que surge a la hora de proyectar. “No es que piense:
voy a hacer algo creativo. Es que no sé hacerlo de otra manera. Creo que lo haría igual en cualquier otra profesión que hubiera elegido”.

Sus espacios tienen claramente una visión plástica muy poderosa, la manera de mezclar texturas, de colocar las pinceladas de color, que recuerdan, y mucho, la metodología pictórica, ya parte de su ADN.

Un gran equipo tras el artista

Su showroom, en la calle Castelló 64, es una suerte de autorretrato: piezas fetiches, mezclas imposibles e irresistibles, que sólo él puede concebir; su re!nado gusto y buen ojo al adquirir rarezas de cualquier época y procedencia. Se tardarían horas o días en desgranar cada uno de los objetos que delicadamente posan sobre los muebles. Pero detrás de todo este universo
lealiano, está el trabajo de su estudio de interiorismo, que lleva a cabo proyectos de gran calado, como el Parador de Corias o la redecoración de los Paradores de Hondarribia y Carmona, en los que ha trabajado conjuntamente con su amigo Erico Navazo.

Proyectos en Francia e Inglaterra, además de en toda la geografía nacional, nos lleva a ver la parte pragmática de la ecuación del artista. “Este trabajo es complicado. Se nos requiere que sepamos de tecnologías, de temas domóticos, estar a la última en cuestiones digitales, de sonido, iluminación e imagen. Saber cómo funciona un suelo radiante, las frigocalorías de
un aire acondicionado, hasta cómo funciona una lavadora”. Todo ello, además por supuesto, de saber en profundidad de materiales, telas, diseño, arte…

Un interiorista hoy en día es un empresario que maneja su empresa, que gestiona la financiación de todo tipo de proyectos… También tienen algo psicólogos y terapeutas matrimoniales. Poco a poco, la sociedad va aprendiendo que es necesario contratar a un interiorista a la hora de hacer o reformar una casa. Tanto, como ir a un abogado para asuntos legales o a un médico para temas de salud. No es algo baladí o meramente estético, ya que un buen proyecto de decoración ayuda a ahorrar dinero y tiempo, a maximizar y distribuir bien el espacio. “La decoración te ayuda a que tu humor esté mejor, a vivir mejor”.

Pepe Leal no tiene reglas preestablecidas a la hora de enfrentarse a un proyecto: “Yo escucho a mis clientes, les ayudo a ordenar sus ideas, pero al final es su casa y tiene que reflejar sus gustos y personalidad”.

No aplica plantillas ni fórmulas mágicas. Cuando se trata de proyectos personales, como muchos de los que ha hecho en Casa Decor, le gusta moverse en libertad creativa. Por ejemplo, en el espacio que realizó en la edición de 2016 para la Oficina Comercial y de Industria de la Embajada de Portugal, ha integrado una veintena de firmas portuguesas en una pequeña pero refinada vivienda, con elementos artesanales (corcho, cerámicas, baldosas…), entremezclados con lujosas piezas de diseño; un sofisticado cóctel al que añadió tres gotas de estilo inglés.

No todo va a ser decoración…

“Mi sueño de jubilación es llevar un hotel rural, decorado por mí, por supuesto, donde cada habitación sea diferente. Y poder cocinar para los huéspedes. Me encanta cocinar”. Y es que Pepe es el Gran Anfitrión, una herencia materna que le permite recibir a 40 personas en su casa sin pestañear. La cocina es otra de las incursiones creativas donde Pepe se desenvuelve con «fluidez, y donde se siente cómodo y feliz.

Pero también nos llena de sorpresa saber que ha creado la escenografía del último ballet de Nacho Duato como director del Ballet de la Ópera de Berlín, “Jewels”, cuyo vestuario ha corrido a cargo de Lorenzo Caprile. Trío de ases patrios ante el
público germano.

Nos despedimos de Pepe con la certeza de todo lo que emprenda será un éxito, ya sea un cottage, una escenografía o una cena para los amigos. ¡Qué arte!