Curiosidades de la nueva Plaza de España recién estrenada en Madrid
Diáfana, sostenible, accesible y con más de un millar de árboles, así se ha presentado la renovada Plaza de España de Madrid, espacio emblemático para los madrileños y mítico lugar de contemplación turística. Han hecho falta dos años y medio de obras, a falta de pequeños retoques, para dar vida a este gran proyecto urbanístico que se hizo realidad el pasado 22 de noviembre, coincidiendo con el alumbrado navideño.
Aunque no es la primera vez que se llevan a cabo reformas en la plaza, en esta ocasión no se trata de un simple cambio de imagen, es una reconfiguración paisajística sin precedentes, a través de la cual se creado un eje peatonal que conecta hasta ocho enclaves históricos como son el parque del Templo de Debod, la Casa de Campo, Madrid Río, Campo del Moro, plaza de Oriente, el Palacio Real, los jardines de Sabatini y hasta la Gran Vía. Y todos ellos cuentan con la Plaza de España como su punto de referencia principal.
En este post, apuntamos algunas de las curiosidades más sobresalientes de la nueva Plaza de España que, sin duda, está llamada a ser un gran centro neurálgico de la ciudad. ¡Fíjate bien!
Welcome Mother Nature
Sabías que todo comenzó en 2017, cuando el gobierno de Ahora Madrid anunció el proyecto ganador de la consulta ciudadana para la remodelación de la plaza.
Dos proyectos arquitectónicos compitieron por conseguir el favor de los madrileños y ser elegidos para reformar la Plaza de España de la capital. Eran los seleccionados entre 70 propuestas que habían pasado primero por una fase de elección popular y después la selección de un jurado. Hasta 225.000 madrileños participaron en la votación final, para la que se tuvieron en cuenta los vídeos y las recreaciones de los dos proyectos en liza: Wellcome Mother Nature y Un paseo por la cornisa.
El proyecto ganador del concurso fue ‘Wellcome Mother Nature’. Los trabajos comenzaron el ocho de abril de 2019 a cargo de los arquitectos Fernando Porras-Isla, Aránzazu La Casta y Lorenzo Fernández Ordóñez, de los estudios de arquitectura Porras La Casta Arquitectos y Estudio Guadiana.
Dos edificios con mucha historia
Ahora que la Plaza de España se ha convertido en un espacio diáfano y peatonal, merece la pena pararse a contemplar algunas de las edificaciones que la rodean, en especial dos de los edificios más destacados que se pueden admirar con mucha mayor comodidad. Se trata de la Casa Gallardo y del imponente edificio de la Real Compañía Asturiana de Minas que, aunque no son tan famosos como el Edificio España y la Torre de Madrid, son parte imprescindible de su historia.
Esquina a la calle Ferraz, Casa Gallardo se construyó entre 1911 y 1914 con diseño del arquitecto Federico Arias Rey y ejecución del arquitecto Luis Vidal y Tuasón. El proyecto consistió en la remodelación del palacete que existía anteriormente en este solar, introduciendo, entre otras mejoras, un patio central de luces y una vistosa decoración exterior. Su nombre se debe a sus propietarias, Asunción y Esperanza Gallardo. Si te fijas bien, podrás ver debajo de la cúpula una G que hace alusión al apellido.
Sus dos fachadas, donde abundan las curvas suaves y las formas de herradura, con multitud de miradores, relieves y adornos florales, son lo que más llaman nuestra atención. Se dice que es el mejor ejemplo del modernismo tardío madrileño.
Por su parte, la Real Compañía Asturiana de Minas es un majestuoso inmueble del siglo XIX, un poco anterior a su vecina de enfrente Casa Gallardo. Este gran palacio industrial se construyó entre 1895 y 1899. La fachada da tanto a la Plaza de España como al número 1 de Bailén. Destaca el rojo del ladrillo y el blanco de la piedra, además del negro en el tejado. El torreón central divide el edificio en dos alas y sirve para marcar la curva del inmueble. La escalera y el portal conservan vidrieras clasicistas firmadas por Maumejean en 1899.
El edificio más antiguo conocido en esta plaza, fue sede de la edición 47ª de Casa Decor. Corría el año 2012 y celebrábamos nuestro 20 aniversario. Esta joya arquitectónica se convirtió en protagonista absoluto de esta edición conmemorativa. En su interior se construyeron más de 50 espacios proyectados por los mejores profesionales del interiorismo de nuestro país. Si eres fiel seguidor de Casa Decor, seguro que lo recuerdas.
Naturaleza viva
De vuelta al interior de la plaza, nos encontramos con otro punto clave del proyecto: la vegetación. Todo el entorno de la plaza se han plantado más de 1.100 árboles, de 50 especies distintas, algunos de ellos de gran porte, con más de 10 metros de altura. Estos árboles se han cuidado en vivero durante 20 años y se han seleccionado uno por uno, por parte del equipo de arquitectos autores de la obra. De todos ellas, destacan las encinas que rodean el monumento a Cervantes. Precisamente se ha elegido esta especie por ser el árbol que más veces se nombra en el Quijote.
Frente a la fachada del Senado, encontramos una original fuente de gran superficie aunque de escasa altura. De ella brota el agua suavemente, formando un círculo. El proyecto original contemplaba dos surtidores de este tipo, uno más pequeño que el otro, pero los cambios en la zona de la subida de Sabatini hizo que finalmente solo se haya construido uno.
Mientras que en la gran explanada central, se ha colocado un suelo técnico, preparado con enchufes ocultos para la celebración de conciertos y eventos culturales libres de molestos cables aéreos.
Una ballena verde en la plaza
Una ovalada figura de color verde, a la que los madrileños han apodado como «la ballena», acogerá el Café de Cervantes. Se trata de un pabellón de 250 metros cuadrados que alojará un salón para unas 60 personas y una terraza adyacente. La mayor particularidad de este edificio es su fachada que, con el tiempo, se cubrirá con una planta trepadora de forma que, cuando esta haya crecido, el aspecto del pabellón será el de una colina verde. La enredadera ascenderá por un sistema de rejillas envolventes. Actualmente, sólo la estructura está terminada.
Otra característica llamativa, como se aprecia en la foto superior, es la colocación de grandes bancos de madera continuos a ambos lados de la explanada, para que cada uno se siente o se tumbe como le plazca. También llaman la atención las dos esculturas metálicas de arte moderno y los postes que sujetan los focos a lo largo de las nuevas instalaciones.
Isla de Baratabia, zona de juegos y ejercicios
Uno de los espacios más llamativos es la zona recreativa, compuesta por dos instalaciones, a la que se ha bautizado como Isla de Barataria, nombre inspirado en el lugar imaginario que gobernaría Sancho Panza, según relata Miguel de Cervantes en El Quijote. La primera, compuesta por torres y plataformas de madera, es una estructura de la que salen seis toboganes con forma y recorrido distintos que varían de uno a seis metros de altura, por lo que son aptos para los peques de distintas edades. La segunda, cuenta con una veintena de columpios y balancines que cuelgan de una serie de pórticos de acero inoxidable, con formas diferentes: desde ruedas a tipo tumbonas.
Esta zona está unida por un espacio de transición que incluye distintos elementos de juego y ejercicio aptos no solo para los más pequeños, sino también para personas adultas que podrán ejercitarse física y mentalmente. Es el caso de los juegos de memoria, por ejemplo, pero también hay carruseles, juegos sonoros o barras de giro, entre otros elementos.
La fuente desaparecida
Si ya has visitado la plaza y te has preguntado ¿dónde está la fuente que se encontraba frente al Edificio España? Según los responsables del proyecto, es uno de esos retoques sin terminar. Pero solo es cuestión de tiempo que vuelva a la plaza. Eso sí, en un emplazamiento distinto.
La Fuente de la Concha, también conocida como del Nacimiento del Agua, en la plaza desde 1969, se encontraba, según los arquitectos, en un lugar complicado «lleno de escalones y obstáculos». Así, con la idea de hacer el espacio lo más accesible posible, se desmontó para crear una superficie continua. Gracias a esta intervención se ha podido salvar la fuente, y una vez reconstruida se colocará enfrente de la Parroquia de Santa Teresa y San José, en la zona sur, junto a la salida del túnel que da a la calle Ferraz. ¡Resuelto el misterio!
En este vídeo, editado por el Ayuntamiento de Madrid, queda constancia de las muchas vicisitudes por la que ha pasado la plaza hasta su total remodelación, pasando por la pandemia, la borrasca Filomena a principios de este año y por el hallazgo de restos arqueológicos del siglo XVI y del XVIII, que quedan expuestos al público e integrados en el paisaje. ¿Será ésta la última remodelación? El tiempo lo dirá.
Fotos y vídeo: cortesía del Ayuntamiento de Madrid.