Los otros edificios del barrio de Chamberí que han sido sedes de Casa Decor
Desde su primera edición en 1992, Casa Decor se ha caracterizado por elegir inmuebles señoriales y de gran valor arquitectónico como escenarios para celebrar su Exposición. El Barrio de Salamanca, el Paseo de la Castellana, Recoletos o el distrito Centro de Madrid han sido el marco de ediciones memorables, donde edificios históricos se han transformado en lienzos para la creatividad y el diseño. También Chamberí ocupa un lugar muy especial en la trayectoria de Casa Decor, ya que con Sagasta 33 serán ocho las ediciones que se celebran en este distrito madrileño. En este artículo, te invitamos a descubrir qué otros edificios de este emblemático barrio han sido testigos del compromiso de Casa Decor con la revalorización del patrimonio cultural.
Almagro 5
En 1997, Casa Decor dejó atrás el barrio de Salamanca, donde se había celebrado hasta entonces, para trasladarse por primera vez al de Chamberí, elegante y castizo.
La exposición de ese año se celebró en el edificio de la calle Almagro 5, la antigua sede del Instituto Británico, un casón construido en 1920. En 1944, el Gobierno de Su Majestad Británica lo adquirió para ampliar las instalaciones de su embajada en Madrid, y más tarde se convirtió en la sede central del Consejo Británico. Su arquitectura, inspirada en la ideología neoclásica, armoniza perfectamente con los edificios de la zona, destacando por su sobriedad y elegancia, características del Madrid de principios del siglo XX. Este inmueble fue también sede de la edición de Casa Decor Madrid 1999. Hoy en día, alberga un centro socioeconómico, empresarial y cultural.
En Casa Decor 1997, el eclecticismo y la flexibilidad dominaron los espacios, donde se mezclaron estilos y elementos de todo el mundo, creando ambientes cosmopolitas y exóticos. El clasicismo se renovó con nuevas interpretaciones y las paredes adquirieron colores vibrantes. En 1999, 57 profesionales transformaron el palacete en 37 espacios que fusionaron lo barroco con el minimalismo. Destacaron los textiles como chenilla y lino, la iluminación innovadora, y la incorporación de la fotografía como un nuevo elemento decorativo, anticipándose a la era digital.
Eduardo Dato 18
A. Ferreras y M. Carderera fueron los arquitectos encargados de proyectar el palacete decimonónico, ubicado en Eduardo Dato 18, donde se celebraron las ediciones Casa Decor Madrid 1998 y 2000. Un ejemplo destacado de la arquitectura clásica de principios del siglo XX, con una fachada de ladrillo rojo, balcones ornamentados y ventanales amplios con detalles en piedra. En el interior, contaba con espacios interiores amplios, distribuidos en varias plantas, que eran típicos en los palacetes de la época.
De Casa Decor 1998 –33 espacios proyectados por 47 interioristas–, nos quedamos con los contrastes, la versatilidad y la mezcla entre lo tradicional y lo innovador. La estética industrial comenzó a ganar protagonismo, mientras que el minimalismo, con líneas puras y ambientes monocromáticos, se consolidaba como tendencia. Se recuperaron piezas de principios de siglo XX y se integraron muebles de orígenes diversos, incluyendo el influjo oriental y cosmopolita.
La edición del 2000, por su parte, apostó por la modernidad, con actividades culturales que incluyeron ponencias y mesas redondas, además de visitas guiadas. Los 67 participantes dijeron adiós al clasicismo imperante en el siglo pasado y surgió una nueva generación de muebles y objetos con formas, acabados y diseños más depurados.
Fue rehabilitado en 2002 por el estudio de Carlos Manzano Arquitectos para convertirse en sede de la Fundación Alicia Koplowitz y viviendas.
Luchana 38
El monumental Palacio de Luchana, obra del arquitecto Jesús Carrasco-Muñoz Encina entre 1912 y 1915, fue el escenario elegido para celebrar Casa Decor 2009, tras haber estado abandonado y en mal estado durante años.
En las cinco semanas que duró la Exposición, este imponente edificio modernista se convirtió en el epicentro del diseño más vanguardista. Con sus amplios y luminosos espacios, el palacio ofreció el marco ideal para que 75 profesionales del interiorismo mostraran su talento. Cada rincón estaba lleno de creatividad, desde elegantes propuestas inspiradas en los años 50 y el diseño nórdico, hasta futuristas e incluso ambientes pensados para los más pequeños. Los visitantes pudieron disfrutar de un viaje sensorial por una mezcla de estilos que convivían a la perfección: desde suites sofisticadas hasta espacios con un toque femenino, pasando por una estética pop y detalles muy originales.
Hoy es un hotel boutique que combina el encanto de su estructura neoclásica original con las comodidades modernas.
Fernando El Santo 16
Casa Decor 2013 tuvo lugar en la antigua Embajada Británica en Madrid, en el barrio de Almagro. Construido en 1966 donde se alzaba el palacete del Marqués de Álava, el edificio que albergó la sede diplomática fue diseñado por el arquitecto británico W. S. Bryant siguiendo el estilo arquitectónico «brutalista». Este tipo de construcción emergió entre las décadas de 1950 y 1970, como respuesta a la necesidad de reconstrucción tras la posguerra en Europa. Caracterizado por el uso del hormigón en bruto y formas geométricas contundentes, el brutalismo se convirtió en una solución económica y funcional para la construcción de edificios gubernamentales, residenciales y educativos.
En el caso de la Embajada Británica no era solo un espacio de oficinas, sino que estaba equipado con características únicas. Contaba con un búnker en la tercera planta, al lado del despacho del Embajador; una cámara acorazada con varias dependencias, zona social, cocina y hasta una piscina. Además, el edificio era autosuficiente, con su propio sistema eléctrico, controles de seguridad y radares en la azotea.
En un principio, las plantas circulares iban a ser diáfanas, pero finalmente se decidió compartimentarlas en despachos, todos con las mismas características y grandes ventanales de 3 metros de altura. Por tanto, los profesionales de Casa Decor 2013 tuvieron la oportunidad de mostrar sus trabajos en las mismas condiciones para todos, sin que la estructura interior beneficiara o perjudicara su proyecto por encima de los demás.
Francisco de Rojas 2
En 2018, Casa Decor volvió a aterrizar en el barrio de Chamberí para intervenir un magnífico edificio de viviendas, cedido por Impar Capital. Construido entre 1901 y 1903 por el arquitecto Antonio Farrés Aymerich, este inmueble, situado en la intersección de las calles Francisco de Rojas y Sagasta, destacaba por su excelente estado de conservación y la luminosidad de sus espacios, característicos de las residencias señoriales de principios del siglo XX.
Con 68 ventanas abalconadas, dos patios interiores, un bajo comercial y una azotea con buhardillas en la quinta planta, Casa Decor tenía, una vez más, un estupendo edificio que, si bien refleja las tendencias eclécticas propias de su tiempo, la influencia del modernismo catalán se hace evidente en los ornamentos arquitectónicos de la fachada. En el interior, también encontramos rasgos muy destacables, como los cristales esmerilados de la puerta del zaguán y la barandilla de la escalera, las lámparas modernistas de los descansillos o los radiadores empotrados en la pared, de circuito de agua oculto tras una singular chapa de rejilla con rosetón central a modo de sello de la marca.
Actualmente, gracias al trabajo de rehabilitación llevado a cabo por Impar Capital, Francisco de Rojas 2 mantiene su encanto señorial y alberga alrededor de 20 viviendas de diferentes tipologías, que conservan los elementos arquitectónicos más valiosos integrados en espacios modernos y funcionales.
Nuestro recorrido no termina aquí. Casa Decor 2025 nos lleva al corazón de Chamberí, a Sagasta 33, un nuevo hallazgo que, sin duda, combinará la historia de la arquitectura madrileña con las propuestas más innovadoras del diseño contemporáneo.
