Manuel Alonso Martínez: el vecino más ilustre de Casa Decor 2025
Siguiendo con nuestro recorrido por el barrio que albergará Casa Decor 2025 en Sagasta 33 –edificio propiedad de Impar Capital–, encontramos otro de nuestros «vecinos» más notables: la estatua de Manuel Alonso Martínez, una pieza que, al igual que la escultura de Julia en la Plaza de Colón, forma parte del paisaje de Madrid. Erguida en la Plaza de Alonso Martínez, no solo da testimonio del legado de este importante jurista, sino que también se ha convertido en un referente más del entorno. Pero, ¿alguna vez te has detenido a descubrir quién es el hombre que da vida a esta figura de bronce?
De Burgos a Madrid
Manuel Alonso Martínez nació el 9 de febrero de 1827 en Burgos, en el seno de una familia respetable y con recursos, pues su padre, Calixto Alonso, era comerciante textil y apoyaba la educación local. Desde joven mostró una notable capacidad para los estudios, destacándose en el Colegio de San Nicolás, en su ciudad. Más tarde, se trasladó a Madrid para cursar Derecho en la Universidad, estudios que simultaneó con los de Filosofía y Letras, una carrera recién creada en España, impulsado por su convicción de que un jurista debe ser capaz de expresar por escrito sus ideas. Durante sus años universitarios, también cultivó su interés por los idiomas y en 1871 se asoció al Ateneo de Madrid.
Comenzó su carrera profesional como abogado en el bufete de Manuel Cortina. Sin embargo, en 1852, tras la muerte de su padre, regresó a Burgos para ayudar a su madre y hacerse cargo de sus hermanos. A los 27 años, en 1854, se estrenó como diputado en las Cortes por la provincia de Burgos, lo que marcó el inicio de una carrera política que lo llevaría a ser uno de los nombres más relevantes de la época. Durante este periodo, Alonso Martínez destacó por elocuencia y su brillante oratoria en las sesiones parlamentarias.
Jurista, político, ministro y presidente del Congreso de los Diputados
A los 28 años, se convirtió en Ministro de Fomento en el gobierno de Leopoldo O’Donnell, logrando ser el ministro más joven en la historia del país. En este cargo, impulsó una serie de reformas que modernizaron España, como la creación de la carrera de Ingeniero Agrónomo, crucial para el desarrollo agrícola del país.
A lo largo de su vida, la defensa de la Monarquía fue una constante, tanto en sus actuaciones políticas como en las privadas. Puede decirse que todos sus esfuerzos políticos estuvieron orientados al fortalecimiento de la Corona, la cual estuvo constantemente amenazada por los vaivenes de la política en la segunda mitad del siglo XIX. Leal consejero de la reina Isabel II, tuvo en el rey consorte, Francisco de Asís, uno de sus más grandes opositores.
Su lealtad a la Reina Isabel II lo llevó a estar involucrado en la redacción de la Constitución de 1856, aunque la polarización política del momento lo hizo dimitir en enero de 1856. Se alineó con O’Donnell y fundó el grupo político el Centro Parlamentario, que más tarde daría lugar a la Unión Liberal. Tras las revueltas de 1856, Alonso Martínez dedicó un tiempo a su bufete de abogado, pero regresó a la política, aceptando ministerios clave como el de Fomento y Hacienda en los años siguientes. Sin embargo, los fracasos en la reforma fiscal y la crisis económica de la época lo llevaron a dimitir en 1866.
Con el estallido de la Revolución de 1868, conocida como «La Gloriosa», se retiró temporalmente de la vida política, pero siguió apoyando la restauración de la monarquía borbónica. Tras la abdicación de Isabel II, participó activamente en las Cortes amadeístas y se distanció de la Revolución, expresando su apoyo a la nueva dinastía en momentos de incertidumbre política.
A partir de 1874, con el fin de la Primera República, volvió a ocupar cargos públicos en el gobierno del general Serrano y, tras la restauración de Alfonso XII, se alineó con Cánovas del Castillo en el proceso de consolidación del régimen. Participó de manera destacada en la redacción de la Constitución de 1876, además de colaborar en la formación del Partido Liberal Fusionista. Con el triunfo de los liberales en 1881, fue nombrado Ministro de Gracia y Justicia en el gabinete presidido por Sagasta, desempeñando un papel clave en el desarrollo de reformas legales y judiciales.
Durante la regencia de la Reina María Cristina, continuó como Ministro de Gracia y Justicia hasta 1889, cuando fue elegido presidente del Congreso de los Diputados.
Falleció a los 64 años, víctima de un cáncer de pulmón. Su muerte significó la pérdida de una de las figuras más importantes del liberalismo moderado y de la política española del siglo XIX.
El legado de Manuel Alonso Martínez es fundamental en la historia política y legal de España. Sus contribuciones al Código Civil de 1889 y sus reformas en educación, justicia e infraestructura dejaron una huella profunda en el desarrollo del país. Hoy su figura sigue siendo recordada como la de un hombre de Estado, un pensador y un gran jurista que jugó un papel clave en la modernización de la España del siglo XIX. Su vida estuvo marcada por una mezcla de éxito y desilusión, pero se mantuvo a la altura de los eventos históricos que le tocaron vivir, siempre buscando estabilidad para España en un período de constantes convulsiones políticas.
El ilustre vecino de Casa Decor 2025
El 13 de enero de 1994, el alcalde José María Álvarez del Manzano inauguró el monumento en honor a Manuel Alonso Martínez en la plaza que lleva su nombre (antes Glorieta de Santa Bárbara), en el espacio que antes albergaba la escultura de Quevedo. Esta última, que fue instalada en presencia de Alfonso XIII el 5 de enero de 1902, permaneció en la plaza hasta ser trasladada a la Glorieta de Quevedo.
La estatua fue realizada a iniciativa de la Asociación de Profesores de Derecho Civil y sufragada con el patrocinio de la Fundación Cultural del Colegio de Arquitectos de Madrid, que asumió los algo más de trece millones de pesetas del coste (exactamente 81.008 euros). Aunque en un primer momento se pensó instalar una copia de la estatua existente en el Palacio de Justicia de Barcelona, finalmente se encargó una obra original, surgida de la colaboración del arquitecto Joaquín Roldán, que diseñó el pedestal, y del escultor José Luis Parés Parra, autor también de los grupos infantiles de la fuente en la Plaza de Chamberí, entre otras obras.
La figura de Alonso Martínez, de pie y en bronce, lo muestra leyendo un libro, símbolo de su tarea como codificador de la legislación civil española. Togado y portando bandas y condecoraciones que aluden a sus múltiples cargos. La firma del autor, J. L. Parés, aparece en la parte frontal izquierda del pedestal, mientras que la placa del fundidor, Codina-Fundidor/Madrid, está en la parte trasera izquierda.
El pedestal, realizado en granito y piedra caliza, presenta una estructura clásica dividida en tres cuerpos. En la cara frontal del pedestal figuran las fechas Burgos/1827 y Madrid/1891, y debajo, una cartela de piedra caliza con un escudo en bronce de la Villa de Madrid.
En la cara posterior, una lápida de bronce orlada con floroncillos ofrece detalles sobre la inauguración del monumento: «La iniciativa de este monumento correspondió a la Asociación de Profesores de Derecho Civil, presidida por el excelentísimo D. Manuel Albaladejo, y su construcción fue patrocinada por la Fundación Cultural del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, presidida por D. Luis del Rey, el 18 de enero de 1994».
Finalmente, el monumento se encuentra sobre una plataforma de adoquines de hormigón rojizo, rodeado por un bordillo de granito y un vallado de cerrajería que, como no podía ser menos, también se adapta a los estándares de elegancia de la zona, haciendo que Alonso Martínez se sienta en casa, ¡junto a Sagasta 33!