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El blog de Casa Decor: La casa se mueve
BLOG: LA CASA SE MUEVE

Del Prado Viejo al Sir Agustín: siglos de historia en el corazón de Madrid

04 / 12 / 2025
Fachada del Palacio del Marqués de los Vélez, futura sede de Casa Decor 2026 en Madrid, hoy hotel Sir Agustín
Foto: Nacho Uribesalazar para Casa Decor

En pleno corazón de Madrid, el Palacio del Marqués de los Vélez y Conde de Niebla abrirá sus puertas para acoger Casa Decor 2026, la exposición que nuevamente reunirá las últimas tendencias en interiorismo y decoración, gracias a la colaboración de Sircle Collection y Take Point, actuales propietarios del edificio.

Como explica el historiador Rubén Pérez Eugercios en su «Estudio histórico del inmueble situado en la calle San Agustín 11 con vuelta a la calle Cervantes«, esta joya arquitectónica se comprende de verdad al observar el entorno que la rodea: un paisaje urbano que ha cambiado de manera radical desde que el Prado Viejo era apenas un conjunto de huertas y praderas al sur de la villa, hasta convertirse en un eje cultural, científico y social de la capital.

Plano histórico de Madrid de Pedro Teixeira de 1656 mostrando el entorno del Prado Viejo y los orígenes del Paseo del Prado
Plano de Madrid, de Pedro Teixeira (1656)
Vista del Palacio y Jardines del Buen Retiro en el siglo XVII, clave en la transformación histórica del Paseo del Prado
Vista del Palacio y Jardines del Buen Retiro. Obra de Jusepe Leonardo, hacia 1637
Vista de la calle de Alcalá en el siglo XVIII según Antonio Joli, mostrando el Madrid histórico del entorno del Prado
Este óleo del italiano Antonio Joli, «Vista de la calle de Alcalá», de 1754, descubre la fisonomía que ofrecía una de las más importantes vías de la Villa de Madrid en el siglo XVIII.

De Prado Viejo al Salón del Prado: la transformación del paisaje urbano

Hace más de cinco siglos, el área que hoy conocemos como Paseo del Prado era conocida como el «Prado Viejo», un territorio abierto de huertas, caminos rurales y prados que se extendía al sur de la ciudad. Con la llegada de los Reyes Católicos, la instalación de conventos como el Monasterio de San Jerónimo el Real y la consolidación de la Corte en Madrid en 1561, la zona empezó a adquirir relevancia estratégica: no era solo un espacio verde, sino un escenario de actos oficiales y residencia temporal de la monarquía.

Durante el reinado de Felipe IV, la construcción del Palacio del Buen Retiro y sus extensos jardines transformó el Prado en un espacio de ocio, prestigio y ostentación. La nobleza madrileña siguió su ejemplo: los Duques de Medinaceli y los Condes de Monterrey levantaron casas-jardín que combinaban residencia y representación social, creando un paisaje urbano elegante y jerarquizado.

Puerta de Alcalá desde la fuente de Cibeles en el siglo XVIII, eje urbano del Madrid ilustrado
En este óleo sobre lienzo de 1785, realizado por Ginés Andrés de Aguirre, vemos la Puerta de Alcalá desde la perspectiva de la Fuente de Cibeles.
El Jardín Botánico de Madrid visto desde el Paseo del Prado en el siglo XVIII, entorno cultural del futuro Sir Agustín
El Jardín Botánico desde el Paseo del Prado. Óleo sobre tabla, de Luis Paret y Alcázar, de 1792-1799. Museo del Prado.

Carlos III, la Ilustración y la modernización urbana

Con la llegada del siglo XVIII y la dinastía Borbónica, Madrid experimentó un cambio de mentalidad que afectó al Prado. Bajo el reinado de Carlos III, ministros como el Conde de Aranda y el Conde de Floridablanca impulsaron la transformación del paseo en un espacio urbano moderno, conocido como el Salón del Prado. Un lugar donde el poder, la cultura y la vida social se entrelazaban, y que por su proximidad a conventos, palacios y al Retiro era codiciado por la nobleza y la alta burguesía.

En 1767, José de Hermosilla canalizó el arroyo que atravesaba la zona, pavimentó caminos y organizó la instalación de fuentes monumentales como Cibeles, Neptuno y Apolo. Se plantaron alineaciones de árboles que definieron los tramos del futuro Paseo del Prado y se consolidó un eje urbano ejemplar.

Juan de Villanueva proyectó, en 1785, el Gabinete de Ciencias Naturales, hoy Museo del Prado, así como otros edificios vinculados a la ciencia y la cultura, como el Jardín Botánico, desde donde partieron las expediciones botánicas que exploraron los territorios de ultramar y reunieron un increíble tesoro científico que se conserva en su archivo, y el Real Observatorio Astronómico, situado en la llamada Colina de las Ciencias.

Antiguo convento de capuchinos del Prado hacia 1840, solar del actual Palacio del Marqués de los Vélez en Madrid
Vista de Iglesia y convento de capuchinos del Prado hacia 1840. Archivo:1863, Historia de la Villa y Corte de Madrid, vol. 3. Se situaba entre la actual plaza de las Cortes y las calles San Agustín y Cervantes, en el solar que ahora se levanta el Palacio del Marqués de Vélez y Conde de Niebla.
Congreso de los Diputados y palacio de los duques de Medinaceli en el siglo XIX, entorno aristocrático del Paseo del Prado
Congreso de los Diputados, en la carrera de San Jerónimo. A la derecha, el palacio de los duques Medinaceli, haciendo esquina con el Paseo del Prado. Charles Clifford.

Desamortización y consolidación de la nobleza urbana

El siglo XIX fue convulso. Durante la ocupación napoleónica (1808-1814), tropas francesas saquearon palacios, conventos y jardines, alterando la fisonomía del Prado. Tras la retirada de los franceses, la monarquía y la nobleza tuvieron que reorganizar sus residencias y reconstruir espacios dañados.

La desamortización de Mendizábal en 1836 liberó terrenos de conventos y monasterios, convirtiéndolos en solares edificables y transformando el tejido urbano. El convento de San Antonio del Prado, solar del futuro Palacio del Marqués de los Vélez, se parceló y vendió, integrándose en un barrio en pleno auge cultural: el actual Barrio de las Letras. La nobleza, afectada por la pérdida de ingresos tradicionales, adaptó sus residencias a un urbanismo más concentrado y funcional.

La boda del rey Alfonso XII en 1878 evidenció la importancia social del Prado: para alojar a invitados internacionales se consolidaron hoteles de lujo como el Ritz y el Palace, que actuaron no solo como hospedaje, sino también como centros de sociabilidad y representación de la alta sociedad. En este contexto, entre 1885 y 1895, se construyó el Palacio del Marqués de los Vélez y Conde de Niebla, proyectado por Alonso Álvarez de Toledo y Caro, consolidando la presencia aristocrática en un Madrid que combinaba tradición y modernidad.

Plaza de Neptuno con el Hotel Palace al fondo a principios del siglo XX, símbolo del Madrid aristocrático
Plaza de Neptuno, con el Hotel Palace al fondo (1910-1950). Archivo Ruiz Vernacci. Ministerio de Cultura y Deporte. Durante su estancia en las carreras de caballos de Deauville, un punto de encuentro habitual de la alta sociedad europea, el rey Alfonso XIII —bisabuelo de Felipe VI— conoció al empresario belga Georges Marquet, a quien logró entusiasmar con la idea de levantar un gran hotel en Madrid. Poco después, el equipo de Marquet se trasladó a la capital, adquirió los terrenos donde antes se alzaba el Palacio de los Duques de Medinaceli y dio inicio a la construcción del icónico hotel.
Plaza de Cibeles en 1954 vista desde el Palacio de Correos, transformación urbana del eje Prado-Recoletos
Plaza de Cibeles desde correos (1954). Foto: Pando Barrero, Juan Miguel. Archivo Pando. Ministerio de Cultura y Deporte
Fuente de Apolo, también llamada de Las Cuatro Estaciones, en el Paseo del Prado. Foto: Pando Barrero, Juan Miguel. Archivo Pando. Ministerio de Cultura y Deporte

Del palacio histórico al Sir Agustin

A finales del XIX y comienzos del XX, el derribo de lo que quedaba del Buen Retiro permitió consolidar el parque tal como lo conocemos hoy; los Jerónimos se transformaron en un barrio residencial de élite; la Puerta de Alcalá actuaba como entrada ceremonial; y el Prado se afirmaba como eje cultural gracias al Museo del Prado, la Biblioteca y otras instituciones científicas.

Durante el siglo XX, la expansión urbana y el aumento del tráfico transformaron su carácter residencial, aunque los hoteles de lujo, museos y palacios adaptados a usos culturales mantuvieron la relevancia del barrio.

Paseo del Prado en Madrid, declarado Paisaje de la Luz por la UNESCO, entorno de Casa Decor 2026
Paseo del Prado. Foto: ‪Miguel Sánchez-Moñita. Paisaje de la Luz. Ayuntamiento de Madrid

«Paisaje de la Luz»

En 2021, la UNESCO reconoció el Paseo del Prado, el Retiro y los Jerónimos como «Paisaje de la Luz«, destacando su continuidad histórica como eje de artes, ciencia y cultura. Desde entonces, el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid ha desarrollado distintas actuaciones para proteger, investigar y dar a conocer este enclave único, articulado como un paisaje cultural urbano excepcional.

Hoy, el Palacio del Marqués de los Vélez se prepara para una nueva vida como hotel boutique de lujo. La propiedad es compartida entre Sircle Collection y Take Point, quienes lideran la rehabilitación del edificio para crear el Sir Agustin, con 33 habitaciones, un restaurante y The Cover, el club privado de Sircle Collection. La reforma restaurará elementos históricos e incorporará intervenciones contemporáneas, respetando la esencia del palacio y ofreciendo un espacio emblemático donde se mezcla historia, diseño y creatividad, y que el público podrá descubrir durante Casa Decor 2026.

Texto: Marta Sanz
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