Rossana Orlandi, la «grande mamma» del diseño emergente

Gracias a su talento innato para descubrir todo aquello que rompe moldes, esta encantadora septuagenaria, de mínima estatura, pelo blanco recogido en un moño bajo y grandes gafas blancas, ha revolucionado el mundo del diseño contemporáneo. Rossana Orlandi, galerista y mecenas, desde su Spazio Ro ubicado en el casco antiguo de Milán ejerce de matriarca para creadores emergentes y consagrados, además de atesorar lo mejor del diseño mundial. La conocimos en su primera visita a Casa Decor y descubrimos en ella a una mujer accesible, de naturaleza cálida, caminar enérgico y una curiosidad casi infantil por todo lo que le rodea.

Inauguración con una invitada muy especial

Haciendo un alto en su apretada agenda como participante en la «Madrid DesignPro», tuvimos el placer de contar con la gran señora del diseño milanés. Acompaña por Enric Pastor (¡qué mejor guía!), Rossana Orlandi pudo comprobar «en vivo y en directo» el proceso de creación y funcionamiento de los diferentes espacios de Casa Decor 2018. Con ella compartimos experiencias e inquietudes relacionadas con el mundo de la decoración y el diseño.

Y es que nadie como Orlandi para entender la fórmula y las dificultades que conlleva organizar una exposición abierta al público que da cabida a más de medio centenar de espacios reales decorados por interioristas, tanto noveles como consagrados. En su caso, y salvando las distancias, su Spazio también ha revolucionado la forma de presentar las piezas de diseño, mostrándolas siempre en ambientes reales, junto con diferentes tipos de productos para crear situaciones reales.

Las dos horas largas que duró este encuentro, se convirtieron en una estupenda oportunidad para que los participantes de Casa Decor, le mostraran y explicaran su trabajo y conocieran su punto de vista, como profesional experta en el mundo del diseño y el interiorismo. Sin duda, fue una visita enriquecedora por ambas partes y que esperamos poder repetir en futuras ediciones de Casa Decor. Aquí os dejamos algunas pinceladas de la trayectoria de la que es considerada como gran dama del diseño emergente.

De fábrica de corbatas a templo del diseño emergente

Después de más de 20 años dedicada a la moda en la empresa familiar de textiles y como consultora de renombradas marcas como Giorgio Armani, Kenzo, Donna Karan o Giorgo Armani, con quién entabló una duradera amistad, según el excelente perfil que le dedica la revista Surface, en 2002 Rossana Orlandi decide tomarse un año sabático antes de emprender un nuevo camino para dedicarse a lo que realmente le apasiona: el mundo del diseño.

Ese mismo año, tuvo una intuición: transformar una antigua fábrica de corbatas en uno de los centros culturales y de diseño más importantes de Milán. Así nació el Spazio Rossana Orlandi. Y, aunque en un principio no tenía muy claro lo que quería hacer en éste, su inauguración con una exposición de fotografía y escultura comisariada por su hija Nicoletta y sus jóvenes amigos fue lo que le dio la idea.

Precisamente, ese primer contacto con artistas jóvenes y llenos de energía fue lo que despertó en Orlandi el deseo de dar vida a un espacio orientado principalmente a convertirse en una plataforma de lanzamiento para jóvenes diseñadores.

Al estrellato en 15 años

En poco tiempo, Orlandi fue ganando fama y prestigio gracias a su «buen ojo» para seleccionar obras de artistas y diseñadores jóvenes y no reconocidos, así como por trabajar con artistas en ascenso en aquel momento como eran Tom Dixon, Marcel Wanders o el Studio Job, y por mostrarlo todo en su galería de una manera poco convencional (como un «hermoso caos») y nunca vista hasta ese momento en la escena del diseño.

Con el paso de los años, el Spazio Rossana Orlandi, un edificio de cinco mil metros cuadrados repartidos en tres plantas que, además de la galería, cuenta con una tienda, las oficinas y un patio floreciente, con muros tapizados de hiedra, pérgola con parra y macetones rebosantes detulipanes y peonías –las flores preferidas de Orlandi–. Un espacio destinado a eventos y reuniones, que se ha convertido en una de las plataformas más veneradas del diseño mundial y cita imprescindible para los amantes del diseño y del estilo de vida de vanguardia.

Hoy día, enclavado en el circuito Fuorisalone durante la Semana del Diseño de Milán, el Spazio Ro se ha convertido en coprotagonista de este evento anual. A él acuden con absoluta devoción, como si de un templo milanés se tratara, diseñadores prometedores y consagrados, creativos, coleccionistas, prensa especializada, bloggers, aficionados al diseño internacional… para ver los nuevos conceptos de diseño y las instalaciones artísticas más brillantes del momento. Y también, con la esperanza de encontrarse a la grande mamma del diseño emergente observándolo todo a través de sus inseparables gafas blancas, a las que ha sabido sacar provecho vendiéndolas con las siglas RO estampadas en la funda.

Cautivada por el diseño español

Su experiencia como galerista privada y la infinidad de viajes que ha realizado en busca del talento y la innovación ha llevado a Orlandi a reconocer el diseño español como un valor seguro. Hace más de diez años que se convirtió en una de las impulsoras relevantes en la exitosa carrera del valenciano Nacho Carbonell o el madrileño Jaime Hayon, dos nombres que ya forman parte de su «club» como ella denomina a su Spazio, un lugar para vivir el diseño y la cultura.

A ellos se han unido en los últimos cinco años los nombres de Álvaro Catalán de Ocón, Jorge Penadés, Mayice Work o Andreu Carulla, entre otros. Diseñadores decididos y comprometidos, que demuestran su capacidad ecológica y social para conectarse con los artesanos locales o que ofrecen un nuevo impulso a marcas establecidas a través de ideas innovadoras.

Ahora forman parte del medio centenar de diseñadores y estudios de todo el mundo (Maarten Baas, Piet Hein Eeek, Front Design, Formafantasma…) a los que Orlandi dio visibilidad en su momento y ahora representa para sus proyectos más personales.