Un recorrido por Almagro, en Chamberí: el barrio de Casa Decor 2025

Casa Decor vuelve a Chamberí, un distrito especialmente apegado a la historia de la Exposición. Fue en 1997 cuando se hizo la primera edición en esta zona, a la que hemos vuelto ya en siete ocasiones. Por su céntrica ubicación, Chamberí es hoy una de las zonas más demandadas y privilegiadas de la capital. Cuenta con seis barrios repartitos en 4,6 km2: Almagro, donde se halla nuestro edificio, Trafalgar, Arapiles, Vallehermoso, Ríos Rosas y Gaztambide. Todos ellos, barrios castizos como ya quedan pocos dentro de la almendra madrileña, rebosantes de vida, pequeños comercios, bares de tapas y vecindades seculares…, pero también de oficinas, escuelas y colegios, hospitales y administraciones públicas. Una pequeña ciudad en sí misma, trazada con cierto ordenamiento de manzanas y atravesada por avenidas y calles anchas, arterias de la ciudad (Santa Engracia, Fuencarral, José Abascal, Los Bulevares…). Aunque no siempre fue así.

Lo mejor del Madrid clásico y moderno
Reconocido por sus imponentes edificios de estilo neoclásico y modernista, Almagro fue en su origen un enclave aristocrático que, a lo largo de los siglos XIX y XX, se convirtió en hogar de diplomáticos, intelectuales y figuras de la alta sociedad. Muchas de sus viviendas mantienen la elegancia de aquella época, con fachadas que evocan la opulencia de un Madrid que, aunque moderno, conserva su aire señorial.
Estamos en un lugar perfecto para perderse entre calles llenas de historia, arte, arquitectura y una oferta gastronómica única. Monte Esquinza, Caracas, Fortuny, Fernando el Santo, Zurbano… nos transportan a un Madrid de finales del siglo XIX y principios del XX, con fachadas que recuerda a los barrios más elegantes de París.




Diego Méndez asumió su conservación en 1955, realizando algunos cambios, incluida una reforma en 1975 para añadir un pabellón de cafetería. El edificio tiene planta rectangular en torno a un patio, con una fachada simétrica y un cuerpo central adelantado en la planta baja. Su estilo neoclásico madrileño del siglo XIX combina ladrillo y piedra al estilo de Villanueva, pero con mayor riqueza decorativa. En el interior destacan los espléndidos salones y escaleras, que aún conservan gran parte del mobiliario original. Foto: Cortesía Ayuntamiento de Madrid.
A lo largo del recorrido, encontrarás rincones tan emblemáticos como el Museo Sorolla y la Fundación Francisco Giner de los Ríos, ambos situados en el Paseo del General Martínez Campos, que son ejemplos perfectos de la riqueza cultural del barrio. El Palacio de Bermejillo, en Fortuny, es otro de los edificios históricos que rememoran el esplendor aristocrático de la zona. A pocos pasos, Casa Garay, en la calle Almagro, una de las mejores muestras de arquitectura regionalista de principios del XX. Estos edificios, junto con palacetes, como el Palacio de Zurbano y el Palacio de Santo Mauro, que actualmente alberga un hotel de lujo, son testigos del pasado glorioso del barrio, que sigue siendo una de las zonas más sofisticadas de Madrid.


No podemos olvidar la Norman Foster Foundation, ubicada en una esquina privilegiada de la calle Monte Esquinza. Este centro cultural y de diseño contemporáneo, inaugurado en 2006, refleja el espíritu innovador de su fundador, el arquitecto británico Norman Foster.


La plaza de Alonso Martínez
En este vibrante cruce de caminos convergen Génova, Almagro, Santa Engracia, Sagasta y la plaza de Santa Bárbara, que se encuentra en el costado sur. Inicialmente conocida como la Glorieta de Santa Bárbara debido a la ubicación de la histórica Puerta de Santa Bárbara, adoptó su nombre actual en 1891, en honor a Manuel Alonso Martínez, el jurista y político que desempeñó un papel fundamental en el desarrollo del Canal de Isabel II. La plaza, cargada de historia, también fue escenario del antiguo Circo Colón, que estuvo en funcionamiento entre 1889 y el cambio de siglo, y que se encontraba entre las calles Almagro y Santa Engracia.
En 1902, la plaza vivió uno de sus momentos más emblemáticos con la inauguración de una estatua de Quevedo, esculpida por Agustín Querol y erigida en su centro, aunque más tarde, por motivos de tráfico, sería trasladada a la Glorieta de Quevedo. Durante el siglo XX, la plaza fue testigo de la inauguración de la estación de Metro de Alonso Martínez en 1944, un hito que conectó aún más este núcleo con el resto de Madrid. A la misma época pertenece la famosa Cervecería de Santa Bárbara, que se convirtió en un punto de encuentro popular, y un templete de piedra diseñado por el arquitecto Manuel Valcorba, que albergaba una librería y urinarios públicos, y que sería demolido en 2009.

La calle Sagasta
El edificio que acogerá Casa Decor 2025 –propiedad de Impar Capital, nuestro patrocinador principal en esta edición– se encuentra en una de las vías más representativas de Madrid y marca la división entre los barrios de Trafalgar y Justicia, que pertenecen a los distritos de Chamberí y Centro, respectivamente. Esta calle, que conecta la Glorieta de Bilbao con la Plaza de Alonso Martínez, tiene una rica historia que se remonta a los siglos XVII y XVIII.
Aunque ya aparecía en los planos de Texeira (1656) y Antonio Espinosa de los Monteros (1769), en ambos casos sin nombre, originalmente era un estrecho y apartado camino. Fue en 1889 cuando comenzó a tomar la forma espaciosa que conocemos hoy. El nombre de la calle fue otorgado en honor al destacado político liberal Práxedes Mateo Sagasta, natural de Torrecilla de Cameros, La Rioja, y figura clave en la historia de España durante el siglo XIX.
En cuanto a la disposición de las calles aledañas, por el lado de los números impares de Sagasta se conectan con las calles Eguilar, Francisco de Rojas, Manuel Silvela y Covarrubias, mientras que en el lado de los números pares, las calles de Churruca, Larra, Mejía Lequerica, Antonio Flores y Hermanos Álvarez Quintero completan este tejido urbano.
Testigo de la evolución arquitectónica y política de Madrid, la calle Sagasta será escenario de la edición de Casa Decor 2025, un evento que reunirá lo mejor del diseño y la decoración, sumando un nuevo capítulo a la historia de esta emblemática vía.