La residencia perfecta para personas mayores es obra de Romero & Vallejo
En un mundo donde cada vez más personas superan los 65 años, es fundamental crear espacios que realmente respondan a sus nuevas necesidades y deseos. Este fue el reto que el estudio Romero & Vallejo, liderado por Sara Romero y Antonio Vallejo, ha cumplido con creces con el proyecto arquitectónico Vitápolis, un complejo de 35 apartamentos independientes y accesibles, con servicios socio-asistenciales a la carta y más de 1.500 metros dedicados a gimnasio, talleres, cafetería, salas de estar, jardines, piscinas, zonas deportivas y huertos urbanos.
«Queríamos dar respuesta a las personas en esa nueva etapa de su vida que pasan mucho tiempo solas y necesitan ayuda. El proyecto no era solo diseñar un espacio, sino canalizar sus aspiraciones, ideales, anhelos y forma de vida. Por nuestras experiencias familiares y por las conversaciones que mantuvimos, nos dimos cuenta de que el hilo conductor de nuestro nuevo proyecto era la convivencia y las relaciones humanas«, expresa Antonio.
El entorno
El edificio se encuentra en el corazón del barrio residencial de Santa María de Benquerencia, en Toledo, rodeado de zonas verdes y cerca de servicios clave como el centro de salud, la biblioteca y el centro cívico. Además, está a un paso de las principales áreas comerciales y de ocio del barrio y la ciudad. La idea era que los residentes estuvieran integrados en la vida urbana, manteniendo su independencia y disfrutando de una vida activa y llena de relaciones, tanto dentro como fuera del complejo.
Con increíbles vistas
El edificio, que ocupa una parcela rectangular con más de 1000 m² de zonas verdes compartidas, está compuesto por cinco niveles. En la planta baja, se encuentran las zonas comunes como la cafetería, la recepción, el gimnasio y las salas de reuniones, y en los pisos superiores, las viviendas.
La joya de la corona es la cubierta, una gran terraza con vistas panorámicas de 360 grados, que incluye una piscina infinita exclusiva para residentes y sus familias. Un lugar perfecto para relajarse y socializar en un entorno seguro y controlado.
Sostenibilidad y ahorro energético
El sistema constructivo, basado en elementos prefabricados de hormigón tanto en el cerramiento exterior como en los elementos estructurales, ha logrado reducir significativamente los residuos de obra. En términos de eficiencia energética, el edificio ha alcanzado la calificación máxima gracias a la combinación de sistemas pasivos como la orientación estratégica de las fachadas, y el aislamiento térmico mejorado, con sistemas activos como la climatización por aerotermia. Está previsto instalar una pérgola en la cubierta, equipada con placas fotovoltaicas para reducir el consumo energético, que además proporcionará agradables espacios de sombra durante el verano.
Los espacios comunes
El edificio ha sido diseñado para garantizar la calidad de vida de los usuarios en diferentes etapas, adaptándose a las necesidades que surgen con el tiempo. Y no solo desde el punto de vista físico, sino también emocional. Como decía Karl Wilhelm von Humboldt, “son las relaciones con las personas lo que dan sentido a la existencia». Por eso, Vitápolis cuenta con áreas comunes y programas de actividades pensados para fomentar la convivencia y las relaciones, como salas de estar, cafetería, gimnasio, y zonas de paso cuidadosamente diseñadas.
Son espacios que combinan una estética moderna con funcionalidad, asegurando que no solo sean agradables a la vista, sino también prácticos para el día a día.
Interiores cálidos y luminosos
La luz natural, muy importante para la salud y las emociones, inunda todos los espacios y es posible disfrutar de sus diferentes tonalidades a lo largo de día.
«Necesitaban que les creáramos un hogar», apunta Sara Romero, quien añade que buscaban diseñar espacios amables y cálidos. Los arquitectos trabajaron con colores neutros y materiales nobles, como la madera de haya o los azulejos artesanales, mezclándolos con otros más modernos y contemporáneos, como el hormigón prefabricado y las instalaciones vistas.
«La cerámica, además de sus altas prestaciones y su belleza, forma parte de nuestra memoria, de nuestro ADN, que nos permite crear arquitectura con calidad humana. Desde el punto de vista de las emociones y los recuerdos, todos hemos crecido en algún momento de nuestra vida en espacios con cerámica», apunta Sara. La cerámica es tradición y contemporaneidad, al igual que este edificio.
Conexión con la naturaleza
El edificio está lleno de vida, tanto por dentro como por fuera, gracias a la presencia de grandes maceteros y jardineras con una vegetación variada. Estas plantas no solo embellecen el espacio, sino que también crean una conexión constante con la naturaleza que favorece el bienestar.
En cuanto al mobiliario, piezas contemporáneas diseñadas por Romero & Vallejo se han combinado con clásicos del diseño, como las lámparas Cesta y TMM de Miguel Milá, las sillas de ratán de Jaime Hayon, las sombrillas Ensombra de ODOS o la singular lámpara Pet Lamp de ACdO. Los arquitectos lograron crear ambientes únicos, donde cada detalle está pensado para proporcionar confort y estilo.
Mucho más que pasillos
En las plantas superiores, los corredores de acceso a las viviendas se transforman en espacios de encuentro gracias a la colocación de bancos y miradores que rodean todo el edificio. En el cuarto piso se sitúa un salón privado rodeado de grandes cristaleras que ofrecen vistas sobre la ciudad.
Los apartamentos
Las viviendas se han diseñado pensando en ofrecer privacidad sin perder el encanto de un entorno social. Son espacios atractivos, bien iluminados y accesibles, creados para adaptarse a las necesidades de cada residente.
Hay dos tipos de apartamentos: uno de 60 m² con un dormitorio y otro de 80 m² con dos dormitorios, ambos organizados sin pasillos y con amplias aberturas que facilitan la accesibilidad.
Una distribución cómoda y funcional
Cada vivienda cuenta con una cocina completa, un salón-comedor, un dormitorio, un baño accesible y una terraza climatizada con suelo radiante. También disponen de un sistema de llamadas de emergencia las 24 horas en todas las estancias, asegurando que los residentes puedan contactar al personal en cualquier momento si lo necesitan.
Este proyecto ha sido galardonado con el APE Grupo Architecture Award, un reconocimiento que destaca la excelencia en el diseño y la arquitectura de Vitápolis, subrayando su compromiso con la sostenibilidad, la innovación, y la calidad de vida de sus residentes.
Fotos: Ángel Segura.
