Diseño de espacios conceptuales por Héctor Ruiz Velázquez
El arquitecto Héctor Ruiz-Velázquez, afincado en España desde hace más de veinticinco años, es un experto en el diseño de espacios conceptuales. En el año 2002 diseñó su primer proyecto en Casa Decor Madrid para la firma Grohe y desde entonces han sido muchas las firmas que han confiado en su experiencia y saber hacer para crear espacios asociados a la imagen de la marca. Y es que, a la hora de proyectar este tipo de espacios, es fundamental que el profesional cuente, no sólo con absoluta libertad de creación, sino también con el apoyo de la marca.
«La creación de espacios conceptuales y promocionales de marca son realmente un lienzo en blanco para la imaginación, la exhibición y también la provocación», nos cuenta Héctor. «Supone el reto de llevar al límite no solo el espacio sino todo lo concerniente al ámbito comunicativo y promocional de la marca».
En su primera intervención en Casa Decor, Héctor Ruiz-Velázquez diseñó, junto a Javier García García, el Espacio Grohe. Con el objetivo de ensalzar piezas limitadas en número y en tamaño, de destacar su presencia sin que perdieran por ello su carácter exclusivo, se diseñó un espacio en el cual los objetos giraban alrededor del público ofreciendo distintas posiciones.
«En este tipo de proyectos, la experiencia es una muy buena base para superarse año tras año en el objetivo de focalizar el espacio como medio transmisor de emociones, exhibiciones que envuelven y permiten conectar con el público de una forma sensorial», asegura Héctor. «El usuario participa, se siente envuelto en un escenario cercano, pero a la vez futurístico e imaginario. Esas experiencias presentes, compartidas y vividas durante un tiempo determinado, se convierten a su vez en perfectos reclamos publicitarios para el mensaje de marca.»
En 2015, empieza la colaboración de Héctor Ruiz-Velázquez con la compañía automovilística Ford. En esa edición, el arquitecto sería el encargado de diseñar el espacio donde se presentaría el nuevo «Ford Vignale»: el hall del edificio de La Palma, 10. Sus características líneas curvas y un blanco absoluto definían el espectacular escaparate.
Igual que en cualquier otro proyecto, el primer paso para acometer este tipo de espacios, es entender los deseos del cliente o, en este caso, el mensaje que la marca quiere transmitir y las particularidades concretas del producto. «También hay que pensar en el público tanto real como potencial», explica el arquitecto. Y es precisamente ese público potencial el que permite abrir el abanico de posibilidades creativas para diseñar un espacio envolvente, que llegue al mayor número de personas posibles y trabajar la descontextualización de forma intencionada. Este tipo de espacios requieren «no-limits»: llevar la exhibición a un punto más expandido, pero al mismo tiempo real y tangible.»
¿Cómo hacer un espacio conceptual sin que sea un stand de feria? Tal como nos asegura Héctor, en arquitectura, al igual que en otras disciplinas, el entorno siempre importa. «La magia que tiene la Exposición Casa Decor tiene mucho de responsabilidad en el éxito de este tipo de proyectos. Es cierto que, en Casa Decor, las marcas siempre han gozado de una tipología de exhibición muy especial que nada tiene que ver con la de una feria tradicional de muestras», explica Héctor.
Si además, el espacio de la marca resulta especial y espacialmente sorprendente, la percepción del mensaje aumente y se consigue una sensación de proximidad y familiaridad muy diferente al que se logra un espacio de muestras de una feria.
Nos preguntamos si es preciso tener un gran espacio para hacer un buen espacio conceptual, pero el ADN de los proyectos de Héctor es justamente lo contrario: el arquitecto logra extraer el jugo al espacio disponible, tenga las dimensiones que tenga.
«Es una de nuestras especialidades y, posiblemente, uno de los valores por los cuales las marcas nos tienen muy presentes en sus proyectos promocionales», nos cuenta Héctor, quien entiende que la concentración permite extraer al centímetro las posibilidades del espacio. «Eso se percibe muy bien desde el punto de vista del visitante y de lo que espera de un circuito expositivo continuo, donde se pasa de una experiencia a otra de forma natural y donde nos gusta sorprender al público».
En 2017 Casa Decor otorgó un merecido reconocimiento al arquitecto Héctor Ruiz-Velázquez, que ese año proyectó el Espacio Ford (sobre estas líneas). En esta vanguardista propuesta se recreó la línea del automóvil a través de espejos de aumento que, con un juego de luces, simulaban la velocidad en este espacio donde se invitaba al visitante a vivir una experiencia virtual.
«Cada uno de los proyectos que he creado en Casa Decor ha sido una experiencia vivida», nos contaba el arquitecto. «Pero seguramente donde los límites espaciales adquirieron su máxima expresión fue con el espacio «no-coche» de FORD del 2017. Es decir, exponer una marca de coches sin el producto significaba llevar la imaginación al límite de la experiencia que podía vivir el visitante y jugar con su ilusión. Aquí el concepto iba más allá de un diseño espacial, estábamos diseñado algo virtual, aparente, un supuesto que debía acercar a la marca y la ilusión que ésta quería transmitir a su público a cerca de la conducción».