Cerámica WOW, tradición y modernidad en la reforma de un ático en Barcelona
El éxito de una rehabilitación o de una reforma, especialmente cuando se trata de una vivienda enclavada en un edificio con historia, estará en una acertada combinación entre la modernidad y la tradición. Ello pondrá en valor lo más interesante de la vivienda, dando como resultado un hogar con personalidad propia y mucho más sostenible. Un buen ejemplo de cómo realizar con éxito un trabajo de este tipo es este ático.
Situado en la última planta de un edificio de 1900, en el corazón del singular barrio de Gràcia (Barcelona), ha sido reformado por el despacho de arquitectura Parramon + Tahull, especializado en el diseño de autor. Para revestir toda la vivienda se decantaron por un pavimento continuo del estudio de diseño cerámico WOW Design, un elemento que se ha convertido en parte esencial del proyecto para otorgar modernidad y tradición al interiorismo. ¡Os va a encantar el resultado!
La cerámica como material protagonista
La vivienda dispone de tres fachadas en planta alta con una orientación favorable. Por este motivo, los arquitectos modificaron completamente la planta consiguiendo que todos los espacios disfrutarán de mucha luz natural. Para unificar estos espacios sin hacer distinciones por usos, se consideró que lo más adecuado sería la colocación de un pavimento continuo igual para toda la casa, que cuenta con una superficie de 70 metros cuadrados.
La cerámica fue el material seleccionado, entre otras cosas por sus altas especificaciones técnicas y su autenticidad. En este caso, las piezas utilizadas son de pequeño formato, ya que permite crear la sensación de tapiz continuo, y si por algo destaca WOW es por el diseño y fabricación de llamativas piezas cerámicas a pequeña escala.
La combinación del blanco con el color de la arcilla cocida, con piezas de distinto formato, textura y brillo aporta una trama vibrante, que dialoga con el resto de los materiales (madera, mármol, yeso) y permite aportar el grado justo de calidez y contraste. El tamaño pequeño de las piezas también consigue una mayor sensación de amplitud en unos espacios de superficie ajustada, adaptándose, además, a los distintos usos dentro de la casa.
Colección Bejmat en suelos y revestimientos
Después de un minucioso estudio, arquitectos y diseñadores se decantaron por las piezas de cerámica de la colección Bejmat, por ofrecer la posibilidad de combinar piezas de distinto formato, color, textura y brillo. Se trata de baldosas de una gran calidad, con textura y colores muy delicados. Se diseñó a escala real la disposición y la junta de separación de las piezas, para evitar patrones de repetición simétricos. Además, como detalle, la junta blanca enfatiza las franjas horizontales y permite delimitar cada pieza de color tostado.
En los cuartos de baño se utilizaron las mismas piezas cerámicas de color blanco para revestir las paredes. Sin embargo, en este caso, se enmarcaron con una junta rojiza.
Un descubrimiento curioso
Durante los trabajos de reforma se eliminaron todas las capas de pavimentos previos. De esta forma, se descubrió que los suelos originales también eran cerámicos –una especie de rasilla de arcilla cocida– con lo que podríamos decir que, la vivienda ha recuperado una parte de su historia original, ya que con el nuevo pavimento los creadores le han devuelto una parte de su aspecto original.
Colección BEJMAT, tradicional y contemporánea
En definitiva, esta vivienda barcelonesa conecta con la arquitectura tradicional, debido a que los arquitectos han sabido recuperar, a través de los materiales auténticos y tradicionales como la cerámica de WOW, la esencia de la arquitectura local.
En este sentido, la colección Bejmat recupera el histórico revestimiento cerámico de inspiración árabe. Al tradicional uso de la combinación blanco y terracota, como en esta vivienda, fue en el siglo XIV cuando se incorporaron una variedad de tonalidades. WOW renueva este material desde la tradición y ofrece 9 colores diferentes, 6 decorados, y el formato rectangular 5 x 15 cm, y el cuadrado 15 x 15 cm.
Fotos: Judith Casas