Decorar con esculturas
Las esculturas, aunque sólo con presencia, enriquecen la decoración de cualquier espacio, es importante colocarlas con gracia para realzar su potencia estética. Sin duda, merecen un lugar especial. Pero además de cómo y dónde situarlas, lo ideal es que estén en sintonía decorativa con la estética del ambiente.
Los profesionales que, cada año, participan en Casa Decor son auténticos especialistas a la hora de integrar esculturas en sus proyectos. Ya se trate de figuras abstractas, trabajos en acero y lámparas o apliques escultóricos, recurren a diferentes obras de arte para engalanar sus espacios y dotarlos de un aire cultural. Estos profesionales consiguen que nos interesemos, no sólo por el mundo del diseño, sino también por el del arte.
Composición dinámica
En el espacio Thyssenkrupp, Cuca García Lorente escogió distintas piezas del escultor Abraham Benzadón para animar la librería que presidía este recibidor. Se trata de un diseño cuadrículado realizado en DM lacado en color gris. Los traseras de los estantes tipo cubo se forraron con cristales que utiliza Thyssenkrupp para hacer las cabinas de sus ascensores y se retroiluminaron con luces LED. De esta forma, las esculturas quedaban perfectamente enmarcadas e iluminadas.
Lámpara escultural
De la variedad de trabajos artísticos expuestos en el Auditorio diseñado por Silka Barrio, cabe destacar la lámpara «Viento del Sur», diseñada y realizada a mano por Mariqui Ortiz y Santiago Pidal.
Más de 60 pájaros moldeados a mano fueron realizados con la técnica japonesa del rakú, que consiste en envolver la pieza cerámica recién salida del horno en virutas de madera u hojas, lo que genera una combustión y humo, que contribuye a crear el efecto de óxido metalizado del objeto. Después, se sumerge súbitamente en agua fría para fijar el esmalte y conseguir sus características tonalidades. El armazón de la lámpara son varas de bambú torneadas a mano y pintadas de negro.
Figura geométrica
El patio interior de la segunda planta del edificio de Francisco de Rojas, diseñado por Adriana Nicolau y Cuca García Lorente, sirvió de escaparate para la maravillosa escultura «Desorden Estructurado», de Pilar Sáenz.
Siempre centrada en la obra tridimensional, Pilar Sáenz trabaja con diversos materiales, si bien sus obras distintivas y más personales son de hierro.
Rincón con encanto
El espacio Alvic fue concebido por Ele Room 62 como el lugar idóneo para lucir las esculturas «The Visitor», del artista belga Guido Deleu, que distribuye Gardeco. Son piezas de cerámica (también están disponibles en bronce) realizadas a mano en el estudio Cores da Terra, en Brasil.
Figuras estilizadas
En el espacio de la Embajada de Portugal, diseñado por Beatriz Silveira, encontrábamos estas esculturas de piedra natural y ónix de Erandi Gadi. La interiorista repartió estas delicadas piezas sobre distintos muebles de la zona de estar. Así, sobre la cómoda, colocó una escultura tallada en ónix y mármol que representa las figuras de un hombre y una mujer. Mide 70 cm de altura y está disponible en distintos colores.
Elementos naturales y orgánicos
El blanco absoluto que dominaba el espacio Escenium, diseñado por José Hernández y Tamara Delgado, contribuía a realzar las obras de Monamour Natural Design. Sobre estas líneas, la colección «Green Planets», de Claudia Bonollo: con flores y plantas estabilizadas y cristales de Murano en esferas de metacrilato de distintos diámetros.
En la mesa de centro, tres obras de la colección «Jardines de Adonis», diseñados también por la arquitecta Claudio Bonollo para este espacio.
Arte contemporáneo
Las obras de arte contemporáneo son una seña de identidad «Disak«. Cristina Remirez de Ganuza y Jerome Le Fouillé eligen con sumo cuidado los cuadros y esculturas que colocan en sus espacios, no como meros objetos decorativos, sino como elementos de extraordinario valor que enriquecen sus proyectos. Gracias a esta virtud, este año conocimos obras de distintos artistas.
Así, presidiendo la maravillosa estantería de fresno natural teñido en negro, con trasera de mármol travertino «rama», Disak Studio colocó una escultura de hierro del escultor y grabador madrileño Diego Canogar.
De Fernando Suárez Reguera son las otras piezas que acompañan a estas líneas: en la estantería, el buzo «Sumerge», de bronce y resina y sobre dos ligeros pedestales, lucen otras dos de sus obras en bronce y plata: «Destrucción en serie IV» y «Aldea Aérea III».
Vintage que enamora
Para su espacio «Por amor al arte«, Beatriz Bálgoma seleccionó distintas joyas de su estudio, como la palmera francesa de luz que vemos sobre estas líneas. El resultado es un salón elegante y sofisticado, en el cual cada pieza destaca por sí misma, sin restar protagonismo a las demás.