Así han cambiado los jardines del Palacio de la Trinidad en Casa Decor 2024
Una de las singularidades de Casa Decor 2024 es que parte del recorrido de la Exposición transcurre por los magníficos jardines del Palacio de la Trinidad. Así, entre árboles, plantas e instalaciones florales, el visitante tiene oportunidad de descubrir los primeros espacios de esta edición. Entre ellos, dos espectaculares proyectos de paisajimo que les han devuelto la belleza robada por el paso del tiempo, gracias a fusión del diseño contemporáneo con la armonía de la naturaleza.
«Paseando por el lecho del viejo río»
Así se llama el espacio que Fran Cisneros ha diseñado para Casa Decor 2024. Como se aprecia en las imágenes que vemos sobre estas líneas, el paisajista ha trabajado meticulosamente el jardín para crear un ambiente único que fusiona la inspiración sevillana con elementos contemporáneos.
El trabajo de Fran Cisneros no se limita únicamente a la creación de un espacio estéticamente agradable, sino que también busca revitalizar el entorno. «Al igual que la dársena del Guadalquivir es un brazo muerto donde la vida tiene lugar gracias al caminar diario de su gente, el Palacio de la Trinidad, que hasta hace bien poco se encontraba en un estado de inactividad, cobra ahora vida gracias a Casa Decor 2024 y refleja un dinamismo que antes no estaba presente», comenta el paisajista.
Una vegetación cuidadosamente seleccionada
Con la incorporación de especies como el carpinus, ciruelos y manzanos, así como plantas típicas de la ribera del río, como fresnos y chopos, Fran Cisneros ha transformado esta parte de los jardines del Palacio de la Trinidad en un lugar vibrante y muy acogedor. Además, ha tenido en cuenta la sostenibilidad y, una vez finalice la Exposición, algunas de las plantas que forman parte de este proyecto se destinarán a poner una nota de color y naturalidad en colegios y residencias de la zona.
Más allá del verde
En el diseño de este espacio, Fran Cisneros también ha incorporado unos árboles pintados de rojo con pintura de Montó, que pertenecen a un jardín que sufrió un incendio el año pasado y que representan un concepto más vanguardista en contraste con la vegetación tradicional. Con ellos, el paisajista rompe con la idea de que la naturaleza debe ser exclusivamente verde, y apuesta por el rojo, un color que transmite vida, y pasión, y que está presente también en los geranios que encontramos a lo largo del camino, para añadir contrapuntos cromáticos de gran impacto visual. Esta inclusión, al igual que los cristalitos de vidrio reciclado con los que se ha cubierto el suelo de acceso al Palacete, llevan consigo un mensaje de recuperación y renacimiento después de la adversidad. Frente a la entrada al Palacete, se ha instalado una espectacular fuente, un muro de espejo por el que cae el agua, difuminando el reflejo de la fachada y del jardín.
Formaciones redondedadas
El movimiento de la pradera y las masas de vegetación se van alternando a lo largo del camino, favoreciendo la continuidad y comunicación con otros espacios. En el recorrido, también encontramos sillones de madera y cuerda, de Kave Home; lámparas de iluminación exterior de la marca JYSK, y la escultura de una tortuga en fibra de vidrio, de Felipao. El equipo de Área 3 Equipamiento, Diseño e Interiorismo se ha encargado de la obra y ejecución del proyecto.
«Bienvenido a Palacio… y a su orangerie»
Inspirándose en el lema de este año de Casa Decor, que destaca la historia y la grandeza del Palacio de la Trinidad, David Jiménez y Víctor Manuel Gil, del estudio David Jiménez Paisajismo y Arquitectura, se propusieron crear un jardín que enriqueciera la belleza del lugar, un espacio elegante y armónico. Y a la vista está que lo han logrado.
El diseño del jardín se basa en la creación de espacios serenos y dinámicos, con plantas perennes con una floración profusa que se extiende desde principios de primavera hasta finales de otoño. Entre las especies seleccionadas se incluyen dientes de león, gardenias, gauras y agapantos, en una paleta cromática que irá cambiando a lo largo de las seis semanas que dura la Exposición.
Con varios ambientes
El jardín de David Jiménez Paisajismo y Arquitectura se divide en distintos ambientes, cada uno diseñado para una experiencia única. La zona central, situada en una superficie de grava, invita a la contemplación y al disfrute, con un par de sofás y mesas de centro, de Musola, y un par de pufs étnicos, de Baimara. Sobre estas líneas, un rincón de comedor íntimo y acogedor, rodeado de plantas, compuesto por una mesa redonda acompañada de cuatro sillas, también, de Musola.
Un cenador con rosas
En el centro del jardín se encuentra un cenador vestido con rosales enredados, que crea un punto focal encantador y acogedor. Las losas de mármol Travertino Vallanca de Levantina y las fragancias de Issey Miyake, en el interior, así como la escultura de un mono en fibra de vidrio, de Felipao, y las macetas decorativas, de Leroy Merlin, completan la estética cuidada y elegante del jardín.
Riqueza vegetal
La selección de plantas elegida por los paisajistas refleja la diversidad del paisaje mediterráneo, con especies como espireas, gauras, gardenias y cítricos como mandarinos, limoneros y limas. Además, se creó una zona más fresca y sombría, con la presencia de helechos, abedules y arces, que añaden un contraste refrescante al jardín.
La atención al detalle del equipo de David Jiménez Paisajismo y Arquitectura, y su habilidad para crear ambientes envolventes hacen del jardín del Palacio de la Trinidad un lugar verdaderamente único.
Fotos: Nacho Uribesalazar (imágenes del antes) y Amador Toril para Casa Decor.