Los espacios exteriores de Casa Decor 2025

Los patios, balcones, terrazas y jardines son espacios muy apreciados en nuestros hogares y en el sector contract. La pandemia no nos dejó ninguna duda al respecto y de ahí que ahora los espacios exteriores sean un segundo salón, un segundo comedor o incluso nuestra cocina durante gran parte del año.
En la arquitectura más urbana – a falta de jardines-, los patios han tenido la función de hacer que los edificios respiren y de llevar luz y aire fresco a todos los rincones de la casa. Además, sirven de zonas de esparcimiento, uso lúdico y paso para sus vecinos.
El edificio de Sagasta 33, diseñado en 1900 por el arquitecto Luis Landecho y Jordán de Urríes, «esconde» un gran patio de planta triangular al que el arquitecto dotó de la relevancia que merecen estos espacios.
Prueba de ellos son los miradores y ventanas abalconadas que miran a este patio. Cada hilera de ventanas esta rematada en su parte inferior, con frisos decorativos de estilo medieval y, bajo la cubierta, los aleros cuentan con vigas de piedra. Un estilo muy diferente al que luce la fachada, y que prueba por qué Landecho es uno de los exponentes mas reconocidos de la arquitectura ecléctica.

El patio transformado en un parque para el Espacio Tarimatec
El estudio de PIA Paisajismo ha diseñado para el Espacio Tarimatec el patio principal del edificio. Su proyecto ha transformado el patio en un precioso parque llamado «Park 33» que cuenta con 33 abedules -en homenaje a la ubicación del edificio-, que van floreciendo a medida que avanza esta edición de Casa Decor 2025.

Las zonas verdes del espacio se encuentran bien delimitadas con las tarimas de exterior Deck Ethnic Coffe de Tarimatec con las que el estudio de Jaime Rumeu y Silvia Sanchís, han creado tanto las zonas de paso como unas largas bancadas que recorren las paredes. Estos grandes bancos, invitan al descanso y conducen nuestras miradas al estanque, un elemento imprescindible en los grandes parques y que tampoco falta en este parque inesperado.
Sobre el mismo se refleja -creando bonitas escenas- una gran celosía (el modelo Axel Tarimatec), aligerando el peso de las paredes y delimitando el patio en uno de sus lados .
El resultado final es un remanso de paz visual en el que la vegetación y la madera son los protagonistas, aunque merece la pena fijarse en los detalles que hacen de este parque, un sitio tan especial.

Desde las piezas redondas de piedra natural de Piedra Ibiza que se encuentran encastradas de manera simétrica en la tarima del suelo, a los cojines de “Baimara” repartidos sobre el banco para hacerlo más confortable y, que aportan -además de confort- los estampados y colores andinos que caracterizan a la firma al espacio.
Por último, de una manera orgánica y algo poética, encontramos un conjunto de piezas de fieltro hechas a mano de Sedanía Studio suspendidas en los abedules.

Inspiración palaciega en el Espacio Xaza Outdoor
Raquel Chamorro y David Maroto repiten intervención con el Espacio Xaza Outdoor, tras su éxito en la pasada edición, cuyo espacio exterior se llevó el premio del público.
Para esta edición, su intervención incluye dos zonas diferenciadas. La zona de paso o tránsito al patio trasero, con dos descansillos y un pequeño tramo de las escaleras del fondo y, el propio patio exterior, situado al fondo del edificio.
Para zonificar ambos espacios los diseñadores han empleado el «rojo palacio». Un color que se repite en las paredes de ambas zonas, aunque en ambos espacios se ha empleado de manera diferente.

Comenzamos por la zona de paso que incluye el color rojo en las paredes forradas con el modelo Iron Rods de Panespol, que nos muestra las posibilidades del hierro forjado como elemento decorativo. Además esta entrada, está enmarca la entrada a través de unas molduras de madera en el techo, realizadas con perfiles de Tarimatec.
Las paredes incluyen también unos llamativos apliques de Sedanía Studio realizados ad hoc para esta zona, que evocan la sofisticación del art déco y aportan una luz roja, muy teatral, que se inspira en las salas de espectáculos de los años 20. Todo el rellano está «enmoquetado» al estilo palaciego, aunque, en lugar de gruesas alfombras de lana, han optado por el pavimento resistente y sostenible biovinílico de Bolon.
El paso nos conduce al rellano de las escaleras desde el que se puede apreciar, desde la barandilla, el hueco final de las mismas. Esta circunstancia la han aprovechado para tratar este espacio como si de un foso de teatro se tratara. Este «foso» o fondo de escalera está profusamente decorado y cuenta con mucha vegetación e, incluso, una menina del artista Felipao de gran formato.
Un patio con doble funcionalidad
El acceso al patio se hace a través de una puerta de aluminio de Strugal, tras la que nos encontramos un camino de adoquines travertinos de inspiración antigua, que nos conduce hasta una gran fuente -diseñada por el estudio-, que sirve también como elemento divisor de los dos ambientes en los que, a su vez, se divide este patio.
A la derecha del camino tenemos un espacio cubierto bajo un cenador y, a la izquierda, una zona de jardín con spa, en donde no falta ningún detalle para disfrutar del espacio exterior.

El cenador o invernadero, de marcado estilo romántico, cuenta en su interior con una completa zona de estar, un comedor y una cocina completa de Leicht con Electrodomésticos Siemens, que destaca por su elegancia, gracias a la elección de los muebles de madera en su composición.
Llama la atención en el espacio el suelo de damero, creado a partir de piezas triangulares de Sapienstone, en concreto, el modelo Rosso Lepanto que aporta los matices carmesíes y en contraste, el blanco del modelo Premium White.
En la zona de estar cuentan con la lounge chair y la coffee table, modelo Sideways de Carl Hansen & Son. Para crear el comedor han escogido la mesa Cool Flawas de The Masie, también en tono rojo, que está acompañada de las sillas de comedor Tallin de Sklum. La mesa de comedor está completamente vestida con una completa vajilla de Vista Alegre y con unos candelabros de estilo vintage de Maisons du Monde.
El jardín más wellness de esta edición
Pasamos a la zona de exterior, que ocupa el lado izquierdo, en donde encontramos una zona diseñada para la relajación que cuenta una sauna y una pileta de baño frío para completar la sesión spa, ambos de Goccia Spa. Y, como si se tratara de una espacio vivida, en este espacio está todo dispuestos para disfrutar de ambos ya mismo.
Las toallas y otros textiles de JYSK están dispuestos en un perchero vintage junto a la pileta, así como unos albornoces -atención, calefactables- de Aitex. La zona cuenta, incluso, con un perchero diseño de Instamat, que además de bonito es un radiador toallero, para mantener secas las toallas.

Después de la sesión de spa, contamos para relajarnos y/ o tomar el sol, con la tumbona Laubbe. Una hamaca de teca que cuenta con un sistema de autorreclinado patentado que permite ajustar la postura sin levantarse ni accionar palancas. Su asiento y su respaldo se mueven en perfecta sincronía, distribuyendo el peso de manera uniforme y aliviando el área lumbar.
Aportando color y el mejor aroma, por el jardín se han distribuido pufs, cojines y velas étnicas de Baimara.
Por último, para completar y reforzar el espíritu palaciego, están distribuidas por todos los ambientes distintas piezas de Antigüedades de Marsol e Hijos, entre las que merece la pena destacar las columnas que enmarcan la entrada al patio, los marcos antiguos y las grandes vasijas cerámicas aragonesas.

El viaje sensorial del espacio de Gresmanc Group
El paisajista Fran Cisneros ha creado para Gresmanc Group un espacio telúrico que nos encontramos de manera inesperada en la planta primera del edificio. Llamado «Tierra y Arquitectura», esta sorprendente «cueva» quiere reconectarnos con nuestros orígenes.
Para crear este singular paisaje, el paisajista ha utilizado placas cerámicas de fachada ventilada – de la serie Terranat- en las paredes. En el suelo encontramos las piezas cerámicas Duna y Gobi de la serie Terra de Gresmanc Group dispuestas de manera irregular , que también están repartidas en el techo para crear las irregularidades propias de las cavidades rocosas. El resultado es un espacio natural y sin ornamentos, apenas unos candelabros de madera de JYSK, que recuerdan las formas totémicas más primitivas.
Destinada a hacernos reflexionar acerca de la naturaleza y de la arquitectura, el espacio hace referencia de manera física a los sentidos, mediante la representación de un ojo, una nariz y una boca, que surgen en las paredes de la cueva.

La naturaleza se abre paso a través del agua que brota de una de las «grietas”, lo que genera en el centro un manantial creado con las piezas de gres porcelánico de la serie Natural Stone (modelo Paradise Bali), usadas como revestimiento en piscinas, sobre el que «vuelan» siete rocas.

También la vegetación busca hacerse paso por entre estas «grietas” de las paredes. Grietas entre las que nace la naturaleza y que cuentan con iluminación indirecta, de la que se ha encargado SC Herrajes, para hacer hincapié en cómo la naturaleza siempre encuentra su espacio, algo que tienen muy en cuenta en Gresmanc, cuyas canteras se regeneran con vegetación, para continuar el diálogo entre naturaleza y arquitectura. Un diálogo que comienza en este singular espacio.