Ideas para montar un vestidor I. Espacios masculinos
Uno de los espacios de la casa que más pasiones levanta es, sin duda, el vestidor; quizás sea porque, en muchos casos, lo vemos como algo aspiracionable. Lo cierto es que estas estancias están dejando de ser ambientes de revista para convertirse en espacios reales, pues cada vez valoramos más robarle unos metros al dormitorio para contar con un rincón donde organizar prendas y complementos de vestir.
Las últimas ediciones de Casa Decor son una fuente de inspiración perfecta para montar un vestidor en casa. Ya sea integrados en el dormitorio o espacios independientes, son ambientes elegantes, modernos y funcionales, de los que es posible sacar ideas y soluciones prácticas y decorativas para ellas y ellos, como los tres vestidores masculinos que repasamos a continuación.
Vestidor y salón
Este vestidor pertenece al espacio de Bang & Olufsen proyectado por la decoradora Laura Carrillo. en Casa Decor 2017. Se trataba de un ambiente cálido y masculino distribuido en dos zonas: vestidor y salón o zona de estar. Como muestra esta imagen, la pared que quedaba junto a la entrada de luz natural se reservó para instalar una serie de estantes, cajoneras y barras para colgar la ropa. Frente a esta composición, un rincón formado por una mesa alta y un par de taburetes donde desayunar antes de salir de casa.
El vestidor se cerraba con unas puertas plegables de cristal en color negro.
En «The Influencer», Laura Carrillo quisó recrear la atmósfera de un apasionado coleccionista, amante del diseño, la tecnología y la innovación. Una personalidad carismática y cosmopolita.
Junto al rincón de desayuno, se colocó la espectacular cómoda «Monocles» de la firma Essential Home, de madera maciza de nogal y latón con detalles estriados y cuyo interior está concebido como un mueble-bar.
La pared del vestidor se decoró con la obra «Tabla VIII-2015», técnica mixta sobre tabla, del artista madrileño José Manuel Olmo.
Unas columnas de hierro marcaban el paso entre los dos ambientes del espacio, mientras que un suelo que alternaba laminados de madera en dos acabados diferentes creaba sensación de continuidad visual.
Con zona de estar y rincón de tocador
El vestidor proyectado por Miguel Muñoz en Casa Decor 2016 también contaba con una zona de estar, aunque esta vez no se trataba de dos ambientes diferenciados, sino integrados. Estaba formada por dos pufs (uno de ellos, se transformaba en sofá) y una butaca descalzadora. El sitio perfecto para decidir si nos vamos… o si nos quedamos.
El vestidor se componía de dos módulos, cada uno de tres puertas con espejo mágico: cuando las puertas se abrían veíamos el interior y al cerrarse, se apagaba la luz y se convertían en espejo. Entre ambos, una cómoda de tres cajones y una balda superior con una tira de iluminación led.
Unas cortinas de terciopelo y dos lámparas de suspensión, con una estética setentera, completaban este frente.
En una de las paredes se creó un bodegón con obra gráfica apoyada en los taburetes de Skene Interiores, realizados artesanalmente con madera tropical, y un perchero de grandes dimensiones para colgar mantas. En el techo, una lámpara geométrica compuesta por 15 globos opales.
Ellos también tiene su «zona de tocador». El decorador pensó en un rincón para perfumes y accesorios que resolvió con dos espejos apoyados en dos mesitas auxiliares y un aplique a cada lado.
Justo frente a los armarios encontrábamos una moderna chimenea, de líneas sobrias y rectas, realizada en piedra Amarula en acabado vintage, de Levantina, cuya textura dotaba de calidez al ambiente. A su lado, una cómoda butaca que hace las veces de descalzador o rincón de lectura.
En un rincón del dormitorio
“Despertar”, proyectado por Alfons Tost, integraba una zona de trabajo y un dormitorio con vestidor. Dos ambientes con un gusto bohemio y masculino, en los cuales se logró una atmósfera cálida y de recogimiento.
En el dormitorio, el decorador jugó con el patchwok en distintos elementos y materiales: en los plaids de lana sobre la cama, en las dos alfombras y en la pared, con maderas de diferentes tipos.
En cuanto al mobiliario, se mezclaron estilos y piezas de diferentes épocas: un armario francés del siglo XX, de madera y pergamino; muebles daneses, como la mesa de madera de palosanto de los años 50; la silla “Favela” de los hermanos Campana, además de piezas de caña anónimas y recuperadas.
El uso de diferentes materiales para cubrir el suelo contribuyó a delimitar los ambientes: mármol en el dormitorio y madera en el despacho.
El interés de Alfons Tost por el arte quedó de manifiesto con obras de Cornelia Parker y Wilfredo Prieto.