Iluminación

Lámparas colgantes en blanco y oro

05 / 05 / 2018

Inspiradas en los modelos de diseño italiano de mediados del siglo XX, las lámparas colgantes doradas con tulipas de cristal inundaron con su encanto muchos de los espacios de Casa Decor. Convertidas en espectaculares ‘chandeliers’ o en  luminarias de formas esculturales, estas estructuras de latón combinadas con tulipas de vidrio, tanto transparente como opalino, se consolidan como una de las grandes tendencias en iluminación de interiores.

Restaurante «Samsung Club», por Beatriz Silveira.

Ramo de tulipanes

En un ambiente ‘ethic chic’ elegante y relajado, lleno de color y texturas, que Beatriz Silveira ideó para el restaurante Samsung, pudimos admirar una maravillosa lámpara de suspensión, diseñada como un esbelto ramillete de tulipanes que subían hacia el techo, con tallos de latón dorado a diferentes alturas y tulipas de cristal opalino.

Salón «Por amor al arte», decorado por Beatriz Bálgoma.

Diseño italiano años 50

Esta maravillosa lámpara de estilo Stalvino italiano, con cristal opalino espeso para una iluminación ambiental sosegada, coronaba el techo del salón diseñado por la interiorista Beatriz Bálgoma, donde convivían piezas de diferentes épocas en perfecta armonía. Este singular ‘chandelier’, cuenta con veinte esferas opalinas agrupadas en círculo. Todas ellas engastadas a modo de perlas en monturas de bronce.

Cocina «La casa tomada:la cocina sin límites», por Dosde Espacio Cocinas.

Lámparas de globos

En la cocina proyectada por Beatriz Sánchez y Eva Martín, se podía contemplar una sorprendente y equilibrada composición de tulipas de globo de vidrio opalino sujetos al techo por delgadas varillas de latón dorado. Todos, 27 en total, se agrupaban siguiendo las líneas de la mesa central.

Salón «Espacio Embajada de Portugal», por Beatriz Silveira.

Con formas geométricas

En el magnífico salón de corte clásico que Beatriz Silveira proyectó para el espacio de la Embajada de Portugal, se colocó una lámpara dorada, inspirada en los modelos de los 50. Con formas geométricas y esculturales, cuenta con cuatro brazos semicirculares sujetos a un eje central y ocho difusores opalinos.

Dormitorio «Slow life child», por Decorazione Interiorismo.

Con tres brazos

Blanca Hevia nos proponía un espacio infantil, atrevido y diferente, en tonos grises y rosas. Un pequeño loft para descansar, soñar y crear, donde la lámpara de techo captaba la atención. Compuesta por tres brazos que se cruzan, combina el latón dorado con esferas de cristal transparente.

Baño. Espacio Hager «El viaje del tiempo», por Miriam Alía.

Estructura dorada

El proyecto de la diseñadora Miriam Alía estaba inspirado en el diseño más transgresor del siglo XX.  Así convirtió los baños públicos de la cuarta planta en un espacio elegante donde convivían el lujo y el glamour hollywoodiense de la época. En el centro de la sala, destacaba una lámpara de las líneas rectas con cuatro brazos de latón dorado terminados en tulipas con forma de globos en dos tonos: blanco y cobrizo.

Texto: Carmen González
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