Ágatha Ruiz de la Prada: «El color es sinónimo de felicidad»
¿Quién no conoce a Ágatha Ruiz de la Prada? Nacida en Madrid en los años 60, la diseñadora ha logrado crear un universo personal que va más allá del mundo de la moda. Los colores estridentes (amarillos, rosas, naranjas, fucsias, verdes o rojos) y los motivos tradicionales que emplea para adornar las prendas (lunares, estrellas, corazones, flores y lunas) se han extendido a otros ámbitos como el de la decoración, la papelería, accesorios para mascotas… ¡Y hasta un autobús! Nada se le resiste a esta creadora optimista, inquieta y rebelde.
Con un estilo propio e inimitable
Hija de un famoso arquitecto coleccionista de arte y de una aristócrata catalana, Ágatha cursó estudios en la Escuela de Artes y Técnicas de la Moda de Barcelona y empezó su carrera en el taller del madrileño Pepe Rubio.
En 1982 inauguró su tienda-estudio en Madrid, en el número 8 de la calle Marqués de Riscal, donde exponía sus característicos diseños atrevidos, alegres y llenos de colorido. Una tía suya le prestó su piso, aunque le dijo: “Agatha, los miércoles vienen aquí unas señoras a rezar el rosario”. Y siguieron haciéndolo.
En esta primera tienda se inventaron los «Jueves de Ágatha», unas fiestas en las que el color y la diversión estaban asegurados. Era siempre temáticas y originales. Su nombre empezaba a sonar con fuerza en el Madrid de La Movida.
En 1985 debutó en la Pasarela Cibeles junto a Sybilla, Adolfo Domínguez, Roberto Verino, Pedro del Hierro y Loewe, entre otros, y desde entonces, no sólo es una habitual de la Madrid Fashion Week, sino que, su reconocimiento nacional e internacional no ha dejado de crecer. Sus creaciones ocupan un lugar destacado en las pasarelas de todo el mundo.
Ágatha y su pasión por la decoración
Apasionada de la decoración de interiores, Ágatha Ruiz de la Prada ha dejado su sello en mesas, sillas, mobiliario juvenil, complementos para la casa, lavadoras, cafeteras, vajillas, cubiertos, cristalerías, azulejos, tejidos para tapicerías, ropa para el hogar, alfombras y un largo etcétera.
Casa Decor también ha sido testigo de sus originales y atrevidas propuestas, pues la diseñadora ha participado en nueve ediciones, ocho de ellas consecutivas. La primera, en 1997, en un casón neoclásico de los años 20, antigua sede del Instituto Británico, situado en la calle Almagro. En ese año, proyectó la «Habitación de los Sueños» y después, en 1998, vino su planchador y baño. Ágatha fue durante ocho años una de las incondicionales de Casa Decor.
La diseñadora proyectó también el restaurante de la edición de Madrid 2000, que se celebró en un magnífico palacete del barrio de Chamberí, en Eduardo Dato, 18; una divertida peluquería, en Madrid 2003, y una cocina, en Madrid 2004.
Ligada a Casa Decor
Inmersa en multitud de compromisos profesionales, la diseñadora faltó unos años a su cita con Casa Decor, pero regresó en 2008, con el «Pabellón de verano en azulejos» para la firma Pamesa.
El proyecto consistía en una casa diáfana en la cual todos los elementos habían sido creados o revestidos con los pavimentos y revestimientos cerámicos que Ágatha diseñó para Pamesa. «Yo siempre soñé con hacer baldosas. Con mis baldosas es muy fácil cambiar, alegrar, modernizar y agathizar cualquier casa. Son cuadraditos mágicos. Yo no quiero suelos imitando mármol, sólo quiero baldosas de colores en el suelo», manifestaba Ágatha.
Rayas torcidas, lunares, puntos, flores y nubes daban forma a lo que la misma Agatha calificó como «una casa alegre» en la cual, diseñadores e interioristas tuvieron la oportunidad de descubrir nuevas posibilidades estéticas de la cerámica.
La exposición de Madrid 2008 fue la última (hasta el moment0), en la que Ágatha participó con un espacio creado por ella misma. Sin embargo, la diseñadora ha querido acompañarnos en diferentes eventos celebrados durante diferentes ediciones.
Así, dentro del programa Casa Decor 2011, Ágatha Ruiz de la Prada fue la encargada de abrir el I Foro Profesional de Interiorismo. Bajo el lema de “Vanguardia en el Diseño y en el Interiorismo”, el acto contó con la presencia del decorador e interiorista Diego Rodríguez; el arquitecto Héctor Ruíz-Velázquez; Paloma Sobrini, arquitecta y anterior decana del COAM; el decorador Pepe Leal; Lorenzo Meazza, responsable de roomsettings y homes de IKEA; o Alberto Martínez de CuldeSac, espacio creativo multidisciplinar ubicado en Valencia.
En Casa Decor 2014, Ágatha fue jurado de los II Premios Casa Decor junto a Begoña Zunzunegui, empresaria e interiorista; Belén Hermida, arquitecta y profesora del CEU San Pablo; Diego Rodríguez, interiorista; José Antonio Granero, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid; y Susana Gómez, directora de la revista El Mueble.
Su particular estilo he ha valido numerosos premios, como el Premio Nacional de Diseño de Moda que el Ministerio de Cultura le otorgó en 2017. El jurado alegó que era un “reconocimiento a sus más de treinta años de trayectoria, por su capacidad de vincular su trabajo en moda con otras manifestaciones de las artes, el diseño o la industria. La singularidad y el riesgo de sus propuestas, combinación de colores vivos incluida, ha conseguido el reconocimiento nacional e internacional. Su capacidad de trabajo, su ilusión para liderar equipos y su sensibilidad para conectar las propuestas de moda en productos cotidianos muy reconocibles, le hacen merecedora de este premio”.
Sin duda, Ágatha Ruiz de la Prada, defensora de los colores vivos y llamativos, ha conseguido un estilo propio e inimitable.