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Casas

Casa L, un proyecto de interiorismo firmado por Batavia

05 / 09 / 2018

El estudio de arquitectura Ábaton se encargó de reformar esta vivienda, situada a las afueras de Madrid, bajo la premisa de mantener el contacto con el jardín que rodea la casa, a través grandes ventanales y amplios espacios abiertos al exterior. Batavia llevó a cabo el proyecto de interiorismo, aportando un toque de sofisticación y calidez a través una cuidada selección de mobiliario.

Porche

El deseo del propietario era crear una casa moderna, acogedora y con carácter. Para ello, el equipo de Ábaton empezó por diseñar una nueva distribución, con espacios funcionales y cómodos que se orientan hacia el jardín a través de grandes huecos. Gracias a una espectacular zona acristalada, los 700 metros cuadrados del interior quedan perfectamente conectados con el paisaje.
Sobre estas líneas, uno de los porches de la vivienda, donde se creó una cocina de verano.

«Para los propietarios de esta casa era muy importante conseguir sensación de «hogar» desde el principio. Por eso pensamos que sería mejor optar por la reforma de una casa con una buena base y un jardín consolidado que pudiera arropar la arquitectura contemporánea que propondríamos. Queríamos que, una vez terminada la obra, pareciese que la casa llevase ahí toda la vida. Finalmente, eligieron una casa construida en los años 60 con un magnífico jardín, pero una envolvente muy compacta y maciza. Nosotros quisimos «agujerearla» para generar, no tanto que la casa se asome al jardín, sino más bien que el jardín se asomase dentro de la casa. Generamos vacíos en la arquitectura para que la vegetación pudiera meterse dentro de la casa», explican desde el estudio Ábaton.

Salones

Los interiores, abiertos y despejados, rinden culto al espacio. Sobre un fondo neutro, de paredes blancas y suelos de cemento, destacan las piezas cuidadosamente elegidas por Batavia. El estudio combinó piezas que la familia ya poseía con iconos de la historia del diseño.

En uno de los salones, desde la izda., butacas «Paulistano» de Paulo Mendes da Rocha para Objekto; sofá «Gentry» de Patricia Urquiola para Moroso y, gris, «Vita» años 50 de Nanna Ditzel para Getama. Las mesas de centro son el modelo «Bob» de Poltrona Frau y la lámpara, de Marset. La butaca verde es el modelo «Ju ju» de Moroso. Para delimitar este ambiente, el suelo se cubrió con una alfombra de Nani Marquina, todo en Batavia.

En la pared, fotografías «Love Illusion 3», de Fang Tong; «Arturo Pani’s Villa» de Slim Aarons, ambas en Yellow Korner y de la serie Águas Livres de Juan Baraja. 

El salón original estaba dividido en tres espacios a diferentes alturas, que Ábaton decidió mantener. Por su parte, Batavia trabajó una paleta de color diferenciada en las distintas estancias, de acuerdo con los gustos de los propietarios y el uso de los espacios.

Arriba, otro de los salones con sofá y cojines «Mah Jong» de Roche Bobois; mesa «Tribeca» de Poliform con escultura de François Azambourg para L’Atelier d’Exercices y alfombra de lana, todo en Batavia. Pingüino de papel, de Papertrophy.

En un nivel inferior, se organizó un coqueto y acogedor rincón de estar frente a una chimenea de doble cara. Para este ambiente, el equipo de Batavia escogió unos sillones de Ole Wanscher para Carl Hansen & Søn y unas mesitas de la firma belga Heerenhuis.

La cocina

También sufrió cambios. Se diseño una nueva distribución, alrededor de una isla central que hace las veces de barra de desayunos, y se decoró por completo en blanco, con armarios lacados y una encimera de Corian.

Zona privada

La planta primera de esta vivienda se reservó para ubicar los dormitorios, además de un cuarto de estudio y televisión y otro para los padres de la familia.

Arriba, uno de los dormitorios con la butaca «Pelícano» de Finn Juhl y otra, tapizada en azul, de los años 50, ambas en Batavia, y puf «Mangas Globo» de Gan.

Texto: Marta Sanz