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Casas

Interiorismo a medida en una joya modernista: la firma de Impar Capital en Francisco de Rojas 2

08 / 07 / 2025

Proyecto de interiorismo de Impar Capital en Francisco de Rojas 2

En 2018, Impar Capital puso a disposición de Casa Decor su espléndido edificio de Francisco de Rojas 2, en pleno corazón de Chamberí, para que celebrara la edición de aquel año. Esta colaboración supuso el primer acercamiento entre ambas entidades y fue el inicio de una relación duradera y fructífera. Y es que desde entonces, han sido varios los inmuebles de esta importante consultora inmobiliaria, que sigue apostando por el potencial de Casa Decor como plataforma de visibilidad, que se han convertido en escenarios de esta gran Exposición de diseño, interiorismo y arquitectura, la más importante de nuestro país. El caso más reciente: el señorial edificio de Sagasta 33, sede de la edición 2025.

Tras el cierre de Casa Decor 2018, Impar emprendió una ambiciosa rehabilitación integral de Francisco de Rojas 2, con el objetivo de transformar esta joya del modernismo madrileño en un complejo residencial contemporáneo sin renunciar a su esencia. El resultado: 22 viviendas de diferentes tipologías, adaptadas a las necesidades actuales, donde elementos originales como molduras, suelos de madera y detalles ornamentales se han mantenido e integrado con sensibilidad en un lenguaje arquitectónico renovado.

En este reportaje nos adentramos en una de esas viviendas de la mano del equipo creativo de Impar –formado por Joaquín Sanjuán, Almudena Vello y Valentina París–, responsables del diseño de interiores y del desarrollo global del proyecto.

Proyecto de interiorismo en Francisco de Rojas 2

Un proyecto a medida

Construido en 1901, Francisco de Rojas 2 es uno de los máximos exponentes del modernismo madrileño. Sus líneas curvas, inspiradas en la naturaleza, su asimetría armoniosa y sus detalles ornamentales lo convierten en una joya arquitectónica con un alto nivel de protección patrimonial. «Recuperamos la composición original de la fachada, restauramos molduras, suelos, techos, lámparas de bronce, rejería en puertas y escaleras, y hasta los cristales esmerilados», nos cuenta el equipo de Impar.

Construido en 1901, el edificio es un claro exponente del modernismo en Madrid. Sus fachadas con líneas orgánicas, volúmenes asimétricos y detalles artesanales lo convierten en un bien con alto valor patrimonial. «Recuperamos la estructura original de la fachada, restauramos los suelos de madera, molduras, techos, lámparas de bronce, cerrajería en puertas y escaleras, e incluso los cristales esmerilados«, explican desde el equipo.

Este dúplex fue diseñado con una premisa clara: crear un espacio funcional, cálido y contemporáneo que reflejara tanto la personalidad como el estilo de vida de su propietario. «Queríamos un hogar cómodo, estéticamente potente, pero sobre todo auténtico«, apuntan.

Proyecto de interiorismo Impar Capital

Clásico y moderno

En el corazón de la casa, el salón se abre a través de dos balcones a la calle Francisco de Rojas, que dejan entrar la luz y la vida del barrio. Los techos altos con molduras originales y el parqué en espiga evocan la arquitectura señorial del edificio, mientras que el mobiliario contemporáneo, las esculturas murales, el arte y la escalera flotante de madera introducen una estética más actual. En cuanto a la paleta cromática, se partió de una base neutra sobre la que destacan acentos en tonos verdes, rojos y rosas, que revitalizan sin desentonar.

Proyecto de interiorismo en Francisco de Rojas 2

Un interiorismo muy personal

Aunque el propietario confió plenamente en el equipo de Impar, su implicación fue constante. «Muchos de nuestros clientes sienten verdadera pasión por el diseño y quieren formar parte activa del proceso. Este caso no fue la excepción», nos explican.

El estilo de vida del cliente –moderno, práctico, amante del arte y los espacios versátiles– marcó muchas decisiones clave.

Las obras de arte, seleccionadas por él mismo, también juegan un papel importante, y

Aunque el cliente depositó su confianza en el equipo de Impar, su implicación fue constante a lo largo del proceso. «Muchos de nuestros clientes valoran profundamente el diseño y desean involucrarse en cada decisión. Este proyecto fue un claro ejemplo«, comentan.

Las preferencias del propietario –amante del arte, los ambientes relajados y los espacios verstátiles– marcaron buena parte de las decisiones. «Por ejemplo, para él no era importante tener un gran comedor, así que priorizamos otros espacios donde pudiera relajarse, trabajar o disfrutar de su tiempo libre».

Las obras de arte, seleccionadas por él mismo, fueron ubicadas estratégicamente con la ayuda del equipo para lograr una lectura visual coherente.

Desde el recibidor se accede a la cocina, parcialmente delimitada por un tabique de medio cuerpo. De líneas limpias y acabados minimalistas, combina muebles blancos con encimera y frente en mármol negro. A pesar de sus reducidas dimensiones, se logró crear un mini rincón para desayunos y comidas rápidas con una mesa abatible acompañada de taburetes que alternan los dos colores del espacio.

Cuando la funcionalidad se encuentra con la estética

Uno de los grandes retos de este proyecto fue encontrar el equilibrio perfecto entre funcionalidad y estética. «Tuvimos que adaptar el estilo de vida del cliente –que usa esta como segunda vivienda– con su interés por piezas únicas, contemporáneas y muchas veces multifuncionales». Un ejemplo brillante es la mesa de la zona de estudio, que cumple una doble función: escritorio en el día a día, y comedor cuando se necesita. Otro ingenioso recurso fue una mesa plegable en la cocina que, cerrada, simula una obra de arte en la pared. «Nos encanta desarrollar soluciones a medida que no solo resuelvan necesidades, sino que también sumen al diseño del espacio«.

La habitación que vemos sobre estas líneas se encuentra en el nivel superior, al que se accede a través de las escaleras del salón. Una estancia que se utiliza como zona de estar, despacho y dormitorio de uso ocasional. La alfombra, las ilustraciones enmarcadas y la iluminación puntual crean un ambiente íntimo, con mucha personalidad.

Lo que diferencia a Impar en este y en otros proyectos es su forma de trabajar: controlan todo el proceso, desde la concepción arquitectónica hasta la decoración final, pasando por la rehabilitación y la comercialización. «No delegamos ninguna parte del proceso, porque creemos que es la única manera de asegurar la coherencia y la calidad del resultado», afirma el equipo.

Texto: Marta Sanz
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