Claves para diseñar la cocina perfecta según Deulonder
El equipo Deulonder estará una vez más en Casa Decor, cuya 55ª edición se celebrará del 5 de marzo al 19 de abril, con una de sus maravillosas cocinas o cuartos de lavado y plancha. Los espacios que proyectan Lluïsa Deulonder y Chone de la Sotilla, que han participado en 18 ediciones de Casa Decor, están siempre entre los grandes preferidos del público. Son cocinas cálidas y acogedoras, estupendamente organizadas, amplias y desahogadas, con zonas de comedor, despensas y cuartos de lavado, ambientes a los que no les falta detalle y que nos hacen soñar con la cocina perfecta. Prueba de ello es que las catalanas, con su cocina-comedor «The Living Cook» recibieron por tercera vez, en 2019, el Premio del Público.
Pero ¿cuáles son las claves para diseñar la cocina perfecta? El equipo Deulonder nos lo cuenta.
El triángulo de trabajo
¿Qué opina Deulonder sobre la famosa ley del triángulo de trabajo?
El triángulo de trabajo no es ninguna ley. Es una propuesta de distribución que se hizo en una universidad americana en los años 50, en California. Unos estudiantes hicieron un estudio somero de lo que era la distribución en la cocina y les pareció que la relación del espacio entre el frigorífico, la placa y el agua formaban un triángulo. Ahí quedó, y se ha repetido hasta la saciedad algo que, nosotras creemos, no tiene sentido. Tú puedes hacer una cocina en línea recta, que no hay ningún triángulo, y que funcione de maravilla, o puedes hacer cocinas con triángulo que no sean funcionales.
Para nosotras una buena distribución pasa por estudiar a fondo las secuencias de trabajo. Así, en la zona donde se cocina, el cubo de basura, el punto de agua y la placa tienen que estar próximas. Otra secuencia de trabajo es la que se da al lavar los platos. En este caso, el cubo de basura, el punto de agua y el lavavajillas tienen que estar en línea. Y si es posible, a continuación del lavavajillas, habrá que contar con un lugar donde dejar la vajilla y éste a su vez, estará cerca de la zona de comedor.
Hablamos de secuencias. Es un tema ergonómico. En cambio, el frigorífico es un electrodoméstico que se abre puntualmente. Se abrirá 10 o 20 veces más el cubo de basura que el frigorífico, con lo cual todo esto configura una serie de prioridades a la hora de hacer la distribución.
Esto hará que la cocina sea un espacio funcional para que el trabaja, pero también es importante que hagamos de la cocina un punto de reunión en la casa. Por ejemplo, con una isla que permita al que cocina estar de cara a los comensales, que sea participativa.
¿Qué necesitamos?
En el diseño de una cocina es fundamental hacer un estudio de necesidades. Hay que tener siempre muy claro qué vamos a guardar en la cocina y potenciar esas zonas que sean más necesarias en cada caso: si tenemos muchas vajillas, si guardamos muchos comestibles… pero siempre hay que tener en cuenta una serie de cuestiones, que son:
• Dónde guardar los alimentos, teniendo en cuenta, además, su conservación. Los que necesitan frío habrá que guardarlos en el frigorífico o en el congelador; los que se pueden guardar en un espacio ventilado como patatas y cebollas; otros como el pan y el vino que requieren su propio espacio. El vino si puede ser en una nevera específica para vinos, mucho mejor, y si no tendrá que estar en un lugar oscuro a una temperatura constante.
• Donde guardar el menaje de cocina. En zona de preparación, tendremos que tener los utensilios que se utilizan para ello; en la zona de cocción, lo mismo; el servicio de mesa cerca del comedor.
• El equipo de limpieza deberá tener un armario específico.
• Y además en la cocina habrá que tener en cuenta la previsión de los espacios para los electrodomésticos.
Materiales óptimos
Hay muchos materiales que se pueden utilizar en la cocina. Es una cuestión de gustos, pero también hay que tener en cuenta que sean fáciles de limpiar; que no se ensucien fácilmente, que sean sufridos, sobre todo, el suelo, y que sean resistentes.
Por ejemplo las encimeras o superficies sin juntas siempre son más fáciles de limpiar que otro colocado con juntas de obra que, y éstas también pueden ser de materiales fáciles de limpiar como la silicona. Para nosotras es prioridad que sean materiales sufridos y resistentes, pero también que den calidez al conjunto.
En el suelo, el gres que imita madera, por ejemplo, es una buena opción porque otorga una imagen muy acogedora y es fácil de limpiar. También hay piezas de gres muy bonitas, microcemento, todas las nuevas gamas de materiales que imitan otros acabados… A nosotras, las imitaciones, si están bien hechas, dan ese punto de calidez y, además, son prácticas, nos parecen fantásticas.
En muebles trabajamos mucho en lacas. Son muy prácticos y permiten dar el tono y el acabado que queramos, muy personalizado. También la madera, el acero inoxidable… Para la encimera, mármol, granito, materiales nuevos como Neoilth, Corian…
Siempre procuramos que todos los materiales (suelo, muebles y encimeras) guarden una gama de color, que sean tonos suaves, nada estridentes, que no cansen con el tiempo.
La zona del fregadero
En las cocinas Deulonder siempre hay dos zonas de fregadero, ¿por qué?
Si son cocinas pequeñas, y no hay posibilidad de instalar dos pilas, pues una. Pero si la cocina tiene una isla que se va a utilizar como zona de trabajo, entonces sí resulta muy cómodo tener un segundo fregadero. Uno, junto al lavavajillas, para lavar los platos y piezas de la vajilla; y otro, en la zona de trabajo, donde vamos a preparar la comida, para limpiar los alimentos. Lo situaremos entre la placa y el cubo de basura.
En una cocina grande, siempre resulta muy práctico contar con dos fregaderos y sus correspondientes cubos de basura; uno para echar los restos de comida antes de meter los platos en el lavavajillas, y otro, para los residuos orgánicos que se generan a la hora de preparar la cocina. Además, esta solución permite que dos personas trabajen al mismo tiempo en la cocina, sin parar siempre en el mismo punto de agua.
Electrodomésticos: ¿cuáles son sus recomendaciones?
Nosotras solemos preguntar a los clientes cuáles son sus preferencias a la hora de cocinar: gas o eléctricos. Hoy en día existen placas de inducción muy buenas, pero siempre hay quien prefiere el gas.
En el tema del frigorífico, también hay que preguntar de qué medidas lo quieren: si uno estándar, de 60 cm de ancho, o quiere uno de 90 o 120 cm. El tamaño nos va a condicionar la marca. También depende mucho del presupuesto. Tenemos un abanico muy amplio de posibilidades: desde un frigorífico americano de 14 mil euros a otro del mismo tamaños de 3 o 4 mil euros o uno más pequeño por menos de mil euros.
Siempre procuramos ofertar marcas de reconocido prestigio que sepamos que van a dar un buen resultado. Hay una gama amplia de fabricantes que cumplen este requisito. Luego ya depende de la estética, si queremos que encajen con el look de la decoración o si preferimos que sean integrados.
La elección de los electrodomésticos es un trabajo conjunto que hacemos con el cliente.
Fotografías: Casa Decor.