7 claves para diseñar una cocina abierta al salón según cuatro expertos

La cocina se ha convertido en el centro neurálgico de la casa, el espacio donde no sólo se trabaja, sino donde también se comparte, se charla y se vive el día a día en familia o con amigos. Por eso, cada vez más, la tendencia es integrarlas en el salón, creando ambientes que invitan a la convivencia y potencian la sensación de amplitud. Pero, ¿cómo lograr que esa fusión sea funcional y estéticamente atractiva? Para descubrirlo, hemos hablado con cuatro grandes expertos en diseño de cocinas: Paola García, de Sixty Pro; Pedro Baños, de Cocinas Río; José María Garrido, de Delamora; y Beatriz Tejada, de Dica. Ellos nos desvelan las claves para diseñar una cocina abierta tan ideal como las que se ven en Casa Decor.

Organizar el espacio

El primer paso para diseñar una cocina abierta al salón es decidir su ubicación, y esto dependerá tanto de factores prácticos como estéticos. Según José María Garrido, de Delamora, lo ideal es situarla en un espacio con la mayor cantidad de luz natural posible, ya que pasaremos mucho tiempo en ella y la iluminación es fundamental. Además, recomienda evitar colocar la cocina justo frente a la entrada de la vivienda, para garantizar así una transición visual más limpia y cómoda, con zonas de paso claras. En esta misma línea, Beatriz Tejada, de Dica, subraya que antes de tomar decisiones es clave planificar las tomas de agua, desagües, puntos de luz y extracción, ya que estos elementos no siempre pueden colocarse donde queramos. También añade que es importante equilibrar las necesidades del salón, asegurándonos de reservar suficiente espacio para el sofá, la zona de televisión y las ventanas.

Más allá de las cuestiones técnicas, el flujo natural del espacio también juega un papel fundamental. Para Pedro Baños, de Cocinas Río, la ubicación de la cocina debe facilitar la funcionalidad y la interacción: colocarla cerca del área de comedor es una decisión estratégica que mejora la conexión entre los dos espacios. Por otro lado, Paola García, de Sixty Pro, recomienda considerar el tamaño global de la estancia y las prioridades de uso. «Si el salón es más importante, podemos darle más metros, pero en general lo ideal es dedicar un buen espacio a la cocina e incluir una isla central que conecte ambos ambientes», explica.

Cuando se trata de medidas mínimas para que una cocina abierta sea funcional, las opiniones coinciden en que cada proyecto es único, pero hay algunas referencias a tener en cuenta. Beatriz Tejada señala que es imprescindible dejar entre 90 y 120 cm entre los muebles enfrentados, como en el caso de una isla, para permitir una circulación cómoda y poder abrir cajones sin problemas. Desde Delamora, José María Garrido recalca que no hay una regla fija: «Hemos diseñado cocinas abiertas desde tres metros de ancho, con cerramientos plegables o escamoteables, hasta grandes espacios con varios frentes y mesas para numerosos comensales«. Para Sixty Pro, una cocina abierta ideal tendría unos 15 m², pero Paola García reconoce que siempre se pueden encontrar soluciones creativas para espacios más pequeños. Por último, Pedro Baños resalta que, además de las distancias, es importante cuidar aspectos como la altura estándar de las encimeras (entre 92 y 95 cm) para garantizar la ergonomía.

A la hora de delimitar visualmente la cocina y el salón, todos los expertos coinciden en que la isla es la estrella indiscutible. Para Beatriz es el elemento perfecto no solo para separar ambas zonas, sino también para convertirse en el punto de reunión social si se le añade una barra decorativa o una mesa integrada. Paola propone una variante interesante: incorporar una bancada trasera a la isla que actúe como mesa del comedor, un truco funcional y estético a partes iguales. Además de la isla, existen otros recursos que ayudan a marcar la transición entre los dos ambientes. Según Pedro, los cambios de nivel en el suelo, como la combinación de baldosas con madera, pueden definir las áreas de forma sutil y elegante. José María, por su parte, sugiere jugar con los techos o utilizar mesas y sillas para crear una delimitación visual que se integre de manera natural con el resto del diseño.

Distribución práctica

Elegir la distribución adecuada es crucial para que una cocina abierta al salón sea práctica y funcional, especialmente en espacios pequeños. Aunque no hay una única solución válida, hay configuraciones que se adaptan mejor según las necesidades.

La distribución en isla se perfila como una de las opciones más recomendadas para una cocina abierta. Desde Delamora subrayan que, siempre que el espacio lo permita, resulta más práctica y estética que otras alternativas, ya que ayuda a ocultar visualmente la zona de trabajo. En Dica coinciden, destacándola como la solución más versátil para conectar las diferentes áreas, aunque admiten que las penínsulas son una alternativa eficaz en espacios más reducidos. Por otro lado, en Cocinas Río proponen la distribución en L como una opción ideal para cocinas pequeñas, ya que permite maximizar el área de trabajo y facilitar el acceso a las distintas zonas sin necesidad de cruzar el salón. Finalmente, en Sixty Pro señalan que, cuando el espacio es realmente limitado, una combinación funcional puede ser disponer de un frente con el frigorífico y el fregadero, acompañado de una pequeña península para la placa.

Para garantizar que las zonas de cocina, comedor y estar queden bien conectadas, la clave está en buscar elementos que integren los espacios de forma armoniosa. «Un sistema de mobiliario que conecte visualmente las estancias es una solución perfecta para integrarlas«, apuntan desde Dica.

Delamora también aboga por esta estrategia, destacando el uso de materiales polivalentes que puedan funcionar tanto en la cocina como en el salón, como vitrinas o estanterías metálicas, y añaden que cada vez más fabricantes incluyen en sus catálogos mobiliario para ambas zonas.

En Cocinas Río prefieren soluciones que fomenten la interacción, como una barra de desayuno que conecte la cocina con el comedor o una mesa que sirva de puente hacia la zona de relax. Sixty Pro combina ambas aproximaciones, sugiriendo que los muebles del salón y la cocina compartan el mismo tono para lograr una transición visual perfecta, o bien incorporar una mesa o isla que sirva como elemento de conexión.

En cuanto a los errores más comunes al diseñar una cocina abierta, todos coinciden en que la proporción es fundamental. En Dica advierten que uno de los problemas más frecuentes es intentar incluir muebles demasiado grandes, como una isla desproporcionada, o no dejar suficiente espacio entre las zonas: «No por tener una isla más grande el espacio quedará mejor resuelto. Todo debe mantener una proporción adecuada«, dice Beatriz. Desde Cocinas Río recalcan la importancia de mantener, como mínimo, 90 cm entre muebles para garantizar una circulación cómoda, y recuerdan que ignorar el triángulo de trabajo (fregadero, cocina y nevera) puede comprometer la funcionalidad. Por su parte, Delamora alerta sobre forzar una distribución en isla en espacios reducidos, ya que puede resultar en pasos incómodos y áreas inutilizables. En Sixty Pro coinciden en que hay que planificar con cuidado las distancias entre los elementos, recomendando dejar al menos entre 95 cm y un metro para que el movimiento resulte fluido.

Elección de los materiales

La elección de materiales para una cocina abierta al salón debe equilibrar estética, funcionalidad y facilidad de mantenimiento. Para las encimeras, los expertos coinciden en destacar opciones como el porcelánico, las piedras compactadas o el granito. Desde Cocinas Río aseguran que estos materiales son resistentes a las manchas y no requieren un mantenimiento excesivo, aunque advierten que el granito debe llevar un tratamiento específico. En la misma línea, en Delamora apuestan por las piedras sinterizadas como «las top de ventas», gracias a su resistencia, facilidad de limpieza y variedad de diseños, que pueden imitar maderas o piedras naturales. Por su parte, en Sixty Pro mencionan el Silestone y los porcelánicos como opciones muy prácticas, resaltando que son mucho más fáciles de limpiar y conservar en comparación con las piedras naturales.

Cuando se trata de muebles, la clave está en buscar materiales duraderos y fáciles de limpiar, pero sin renunciar al estilo. En Dica destacan la calidad de sus laminados, con un diseño exclusivo y gran resistencia, que los convierten en una excelente opción tanto para cocinas como para salones. Mientras, desde Cocinas Río recomiendan materiales como el laminado, la laca o la madera tratada, que ofrecen una amplia variedad de estilos y acabados y son fáciles de mantener. Sixty Pro añade que es ideal optar por materiales antihuellas para evitar manchas y asegura que las maderas siguen siendo una elección clásica y elegante.

En cuanto a los suelos, la continuidad visual es un aspecto clave para integrar cocina y salón. Los expertos ofrecen diferentes estrategias según el estilo que se busque. Desde Cocinas Río proponen cerámica que imite madera o materiales de vinilo. En Delamora destacan que las tarimas, tanto naturales como sintéticas, son una opción versátil que permite adaptarse a las necesidades de cada zona, mientras que en Dica aconsejan suelos cerámicos en acabados pétreos o incluso en el mismo material que la encimera, buscando una estética neutra que resalte los muebles o los textiles. Sixty Pro, por otro lado, señala que utilizar dos tipos de suelos puede ser una buena forma de diferenciar espacios: «Recomendamos tonos cálidos como la madera para el salón y porcelánicos neutros para la zona de la cocina, que suele mancharse más», dice Paola.

Finalmente, desde Delamora sugieren que, para evitar errores, es importante combinar el diseño de los muebles de cocina, la encimera y el resto del mobiliario del salón. Contar con el asesoramiento de un profesional puede marcar la diferencia y evitar sorpresas desagradables.

Decoración

Lograr una estética unificada entre la cocina y el salón, sin que ninguno de los espacios pierda su identidad, es un desafío en el diseño de interiores. Desde Sixty Pro destacan que integrar los electrodomésticos es clave para evitar que estos elementos rompan la armonía visual. Además, proponen incorporar detalles decorativos en la cocina, como lámparas más ornamentales o plantas, que ayuden a suavizar las líneas funcionales de esta zona y la conecten con la calidez del salón.

En Cocinas Río sugieren centrarse en una paleta de colores coherente como punto de partida. «Si la cocina tiene tonos neutros, asegúrate de que el salón también los incorpore«, recomienda Pedro. Además, proponen utilizar elementos decorativos repetidos, como lámparas o accesorios, y mantener acabados complementarios en los muebles de ambos espacios para garantizar una cohesión visual sin sacrificar la personalidad de la cocina.

Desde Dica refuerzan la importancia de trabajar con una gama cromática bien enlazada para unificar ambos ambientes. Para ellos, este es un aspecto fundamental, junto con asegurar que los elementos clave, como los muebles o la iluminación, compartan una coherencia en diseño. «Si el equilibrio está bien trabajado, cada zona tendrá la identidad que necesita«, explica Beatriz.

Por otro lado, en Delamora plantean una perspectiva diferente, afirmando que no siempre es imprescindible buscar una unificación absoluta. «Perfectamente podemos disponer de dos espacios diferentes, con elementos de conexión entre ambos y que cada uno conserve su propia identidad», señala José María. En su opinión, respetar unas líneas elementales y contar con el apoyo de profesionales del interiorismo es la mejor estrategia para lograr que ambos espacios tengan clase y estilo propio sin renunciar a una cierta armonía.

En definitiva, la clave está en encontrar el equilibrio entre continuidad y personalidad, utilizando recursos como la paleta de colores, la repetición de elementos decorativos o la integración de materiales y acabados, pero sin olvidar que cada espacio debe reflejar su propia funcionalidad y esencia.

Orden y almacenamiento

Todas las marcas coinciden en que los muebles escamoteables son una de las soluciones más eficaces para mantener una cocina abierta limpia y organizada, si bien cada una aporta matices que enriquecen las opciones: desde bandejas extraíbles hasta desayunadores ocultos o panelados de electrodomésticos, las posibilidades son amplias y adaptables a cualquier necesidad.

Desde Cocinas Río destacan la importancia de maximizar el espacio disponible a través de soluciones de almacenamiento inteligentes. Según Pedro Baños, «estanterías abiertas para utensilios o ingredientes, armarios con organizadores internos y el uso del espacio vertical con estantes altos son estrategias efectivas para mantener el orden«. Además, recomiendan incluir cajas o cestas decorativas para agrupar pequeños elementos y apostar por armarios o cajones específicos con aperturas estándar o escamoteables, ideales para ocultar pequeños electrodomésticos y mantener una cocina despejada y estética.

En Sixty Pro comparten esta visión y añaden un enfoque práctico con propuestas como desayunadores que puedan abrirse y cerrarse, pensados para guardar licuadoras, tostadoras y otros electrodomésticos pequeños, evitando sobrecargar el espacio. Paola también sugiere panelar los electrodomésticos grandes, como frigoríficos, para conseguir una apariencia más uniforme.

Por su parte, en Delamora añade otras opciones interesantes como cerramientos plegables, perfectos para ocultar electrodomésticos como lavadoras o secadoras cuando no es posible ubicarlas en otro espacio. Asimismo, destacan el valor de las bandejas extraíbles, que permiten acceder fácilmente a pequeños electrodomésticos y guardarlos con comodidad tras su uso.

Beatriz pone el foco en la personalización y el diseño funcional. «Un buen estudio previo de las necesidades del cliente es fundamental para garantizar tanto la organización como la funcionalidad«, señala. En este sentido, Dica ofrece una amplia variedad de muebles con diseño exterior uniforme y opciones interiores adaptables que simplifican el mantenimiento del orden.

Iluminación efectiva

En general, todos los expertos coinciden en la importancia de una luz cálida (entre 2700º y 3000º) para crear una atmósfera acogedora que fluya de la cocina al salón sin perder identidad en cada espacio. Las soluciones de iluminación integradas, regulables y bien distribuidas son claves para lograr un ambiente funcional, armonioso y estilísticamente coherente.

En cuanto a la iluminación de la zona de trabajo en la cocina, Beatriz destaca que, «todos los muebles pueden equiparse con iluminación interior o exterior, y en Dica hemos incorporado un perfil de apertura en los muebles altos que incluye luz de trabajo, proporcionando una iluminación perfecta sin alterar la estética del mueble«. Las vitrinas iluminadas también son una opción elegante que aporta tanto funcionalidad como estilo.

«La iluminación LED, con luz más natural (luz día) para el trabajo, es esencial», explica José María, de Delamora, quien también sugiere ajustar la calidez a 2700º cuando no se necesite tanta luz, para hacer la transición suave hacia el salón y crear un ambiente más acogedor. Además, recomienda focos pequeños direccionales para espacios abiertos y discretas tiras de LED en los muebles, lo que garantiza una distribución uniforme de la luz.

Desde Cocinas Río, Pedro sugiere instalar luces empotradas o colgantes sobre las zonas de trabajo para proporcionar una iluminación adecuada que no desentone con el resto del ambiente. «Usar reguladores de luz permite ajustar la intensidad según la actividad y asegurar que la luz en ambos espacios sea coherente», señala. Para completar la ambientación, propone lámparas de pie o apliques en el salón y focos regulables en la cocina, que permitan crear zonas de iluminación más personalizadas.

En Sixty Pro, optan por una solución que equilibre funcionalidad y diseño. «Los focos direccionales enrasados en el techo son perfectos para iluminar las zonas de trabajo sin sobrecargar el diseño del espacio», afirma Paola. Combinados con lámparas decorativas, logran una iluminación eficaz sin comprometer el estilo. También coinciden en la importancia de la luz cálida para crear un ambiente acogedor y recomiendan el uso de lámparas colgantes para dar un toque acogedor y elegante a ambos espacios.

Humos y olores

Cuando se trata de evitar que los olores de la cocina lleguen al salón, Sixty Pro recomienda instalar una campana extractora potente con salida de humos hacia el exterior, ya que es la opción más efectiva. «Hoy en día, también existen campanas de recirculación muy eficientes que pueden eliminar los olores de manera efectiva, incluso en espacios abiertos«, explica Paola.

Delamora también señala que este es uno de los principales desafíos de las cocinas abiertas, pero destaca los avances de los fabricantes en sistemas de extracción. «Cada vez existen más opciones como placas de inducción con la campana integrada en la propia placa, o campanas de techo integradas que no desentonan con el diseño», comenta Jose María. Además, enfatiza la importancia de elegir un sistema que sea lo más silencioso posible mientras proporciona una buena extracción de humos.

En Cocinas Río, recomiendan optar por campanas extractoras de alta eficiencia que ofrezcan tanto recirculación como extracción al exterior. Pedro también aconseja considerar un sistema de ventilación cruzada utilizando ventanas y puertas para permitir que el aire circule de manera natural. Para cada proyecto, sugieren realizar un pequeño estudio para determinar el caudal mínimo necesario de la campana, calculando los m3/h según el tamaño de la cocina.

Desde Dica se enfocan en las soluciones integradas para maximizar el espacio sin comprometer la funcionalidad. «Las placas con campana de extracción integrada son una excelente opción, ya que incorporan filtros de carbón activo que eliminan los olores, lo que permite instalar la isla en cualquier lugar sin necesidad de una extracción de humos exterior«, afirman.

Tras conocer las claves de estos cuatro expertos en diseño de cocina, conseguir una estancia que no solo sea funcional, sino también visualmente integrada con el resto del hogar, es totalmente posible. Las soluciones van desde la distribución en isla, que optimiza el espacio y mejora la circulación, hasta el uso de materiales resistentes y fáciles de mantener. Además, el almacenamiento inteligente y una iluminación adecuada son esenciales para crear un ambiente armonioso y práctico.