Mesas decoradas y bien puestas
Edición tras edición, los interioristas que participan en Casa Decor desarrollan proyectos de interiorismo en los que no falta ni el más mínimo detalle. Así, cuando se trata de diseñar comedores o restaurantes, las mesas decoradas y bien puestas se convierten en elementos decorativos.
La selección de la vajilla, la disposición de vasos y copas, los adornos y jarrones, los centros florales… en definitiva, el cuidado estilismo que estos profesionales nos presentan es una una fuente inagotable de ideas y buen gusto. Por eso, ante la proximidad de las fiestas navideñas, hemos preparado una selección de mesas, de estilos muy diferentes, que seguro te inspirarán a la hora de montar tu mesa de Navidad.
Mix and match
Para el comedor privado «Entrelazados» de Casa Decor 2017, Adriana Nicolau combinó piezas de dos vajillas diferentes de Vista Alegre, ambas diseñadas por Christian Lacroix. El plato de consomé y el bajo plato pertenecen a la serie «Sol y Sombra», inspirada en una colección de alta costura de Lacroix del año 1987. El plato llano es de la colección «Forum», que reproduce monumentos del siglo XIX de la ciudad francesa de Arles, sobrevolados por mariposas.
Dónde colocar las servilletas
Los expertos en protocolo aceptan colocarla tanto a la izquierda como a la derecha del plato (teniendo en cuenta que la mayoría de las personas somos diestras, y será con la mano derecha con la que tomaremos la servilleta para desdoblarla y ponerla sobre nuestro regazo) o bien encima del mismo, como hizo Adriana Nicolau en el comedor privado.
Si en la imagen anterior, veíamos cómo jugó a mezclar piezas de distintas colecciones, en este caso, siguiendo esa línea moderna y dinámica, apostó por crear contrastes de color: el negro de la mesa, el blanco y oro de las vajillas y el azul lavado de las servilletas, consiguiendo un resultado elegante y armónico.
Aires tropicales
Si no quieres que nada desentone, escoge una vajilla en línea con los colores y estilo de la decoración. Eso fue lo que hizo Virginia Gasch en el comedor «Tropical lunch«, de Casa Decor 2018. Tonos rosas, estampados florales y formas tropicales presidían la mesa que, como suele ser habitual en Casa Decor, se dejó sin mantel para apreciar su diseño y colorido.
En blanco y dorado
Una mesa sin mantel puede ser igual de vistosa que si la vistiéramos con un mantel de lino o damasco, ya que gracias al contraste entre el acabado del sobre y las piezas de la vajilla es posible lograr un conjunto muy atractivo.
En el restaurante «Flamingo«, Marisa Gallo escogió unos bajoplatos dorados que destacan sobre la mesa blanca y realzan este acabado. Una combinación de tonos que, además, encaja a la perfección con los rosas y rojos de la decoración.
Dosis de color
Para hacer honor al nombre de su espacio, «Happiness«, el arquitecto Jaime de Pablo-Romero Rojas, de Ynot, compuso una mesa de comedor con mucha fuerza visual.
Sobre la superficie de cristal transparente, colocó los platos de la vajilla «Venezia» de Vista Alegre, en un suave tono turquesa, a juego con las cortinas y el color de las paredes, que son el telón de fondo de la composición. El color va de la mano de los vasos de vidrio amarillos y de los llamativos servilleteros de plumas,. En el centro, distintos jarrones con arreglos florales en naranja y verde aumentaban el colorido visual.
En blanco y azul
En el espacio #PUROARTEFACTUM que el equipo de Artefactum proyectó para Casa Decor 2014, encontrábamos la vajilla «Transantlântica» de Vista Alegre, una versión actualizada de una vajilla clásica, que el diseñador brasileño Bruno Jahara renovó para la conmemoración de los 500 años del encuentro entre Portugal y Brasil.
Sobre la mesa de mármol blanco, crearon un artístico bodegón en el que destacaban las frutas tropicales, una original escultura vegetal y arreglos con flores y hojas.
Fusión ecléctica
En la edición de Casa Decor 2013, nos sorprendió muy gratamente la mezcla que realizó Martín Gianelo en su cocina «Surround«, de marcado carácter industrial, en la que salpicó piezas de estilo muy clásico, como la exquisita vajilla «Versailles» de Vista Alegre, de porcelana y adornos en pan de oro. Una combinación explosiva con un resultado sorprendente, que demuestra que la vajilla sí importa… y mucho.