Estudio Alegría transforma un local comercial en una experiencia sensorial única
En pleno barrio de Salamanca, uno de los más exclusivos de Madrid, el equipo de Estudio Alegría ha llevado a cabo un proyecto que demuestra cómo el diseño comercial puede ir mucho más allá de lo estético. Se trata de la transformación de una boutique en un espacio pensado para generar sensaciones, facilitar la interacción y conectar con el cliente desde lo funcional y lo emocional.
El encargo vino de Avril Cosmétique, una marca francesa especializada en cosmética ecológica y accesible, que llega por primera vez al mercado español con un enfoque claro: ofrecer productos de cuidado personal de calidad, en un entorno alineado con sus valores de naturalidad, sostenibilidad y cercanía con el cliente.
Un diseño de interiores que se adapta al usuario
Desde el principio, Estudio Alegría se propuso crear un espacio donde el diseño fuese una herramienta para interactuar de forma natural con el cliente. La distribución del local está diseñada para que el recorrido sea fluido, sin interrupciones, guiando al usuario sin que tenga que pensar en «por dónde ir». Todo está colocado con lógica y con el objetivo de facilitar la exploración del producto y mejorar la experiencia del cliente en tienda.
El mobiliario se realizó a medida, diseñado exclusivamente para esta tienda. Las piezas, además de funcionales, ayudan a destacar los productos cosméticos sin sobrecargar el ambiente. Las proporciones, los acabados y los materiales fueron elegidos para crear un conjunto equilibrado que no distrae, sino que acompaña.
Materiales seleccionados por su función (y no solo por su estética)
Uno de los puntos más importantes de este proyecto de diseño de interiores comercial fue la elección de materiales. Nada se dejó al azar. Por ejemplo, las paredes están revestidas con arcilla, un material natural que no solo aporta textura, sino que también regula la humedad y mejora la calidad del aire.
El suelo está hecho con porcelánico reciclado en formato mosaico de 2,5×2,5 cm, lo que aporta resistencia al tránsito sin renunciar a una apariencia limpia y elegante. En cuanto a los acabados del mobiliario, se han utilizado superficies de Homapal (cobre patinado) y paneles Alvic en tonos Cotto y Almagra, que combinan solidez, facilidad de limpieza y un aspecto sofisticado.
Iluminación técnica y decorativa: cada zona con su función
La iluminación en interiorismo es otro de los puntos clave del diseño. Estudio Alegría trabajó con una mezcla de soluciones técnicas y decorativas para dar al espacio un equilibrio entre practicidad y ambientación. En los techos, se instalaron carriles y proyectores orientables y de alta eficiencia, que permiten destacar zonas clave de exposición.
Se utilizaron además tiras LED, que aportan luz indirecta en zonas específicas y contribuyen a crear un entorno acogedor. En iluminación decorativa destaca el aplique Arlet, diseñado por el propio estudio y fabricado en acabado lacado, que aporta personalidad al conjunto.
Todo el sistema está automatizado mediante domótica KNX, con mecanismos GIRA de la serie E2 en color negro, integrados por Quologi, lo que permite controlar intensidades, escenas y horarios de forma centralizada y eficiente.
Diseño consciente y arquitectura sensorial: qué significa y cómo se aplica
Estudio Alegría define el diseño consciente como una forma de proyectar espacios pensando en cómo las personas interactúan con ellos. No se trata solo de hacer algo bonito, sino de que el entorno facilite la experiencia del usuario. En esta boutique, eso se refleja en un recorrido claro, sin obstáculos, con puntos de atención bien distribuidos y una ambientación que busca el confort desde lo visual, lo táctil y lo atmosférico.
El diseño consciente no es un estilo, sino una metodología. Cada decisión –desde la altura de las estanterías hasta el tono de las luces o el acabado de las paredes– busca generar comodidad, armonía y funcionalidad real.
Un proyecto comercial con visión a largo plazo
Este local de 95 m² (58 m² accesibles al cliente) se construyó en un plazo de tres meses, con solo cuatro semanas de obra efectiva, lo que demuestra una ejecución muy bien planificada. Tanto Manuel Such, director creativo del proyecto, como Nacho Alegría, encargado de la dirección técnica e implementación, trabajaron de forma coordinada para lograr un resultado preciso, sin improvisaciones.
Este proyecto demuestra cómo un espacio comercial bien diseñado puede convertirse en una herramienta de marca, en una extensión física de los valores de una empresa. Y, al mismo tiempo, consolida a Estudio Alegría como un referente en diseño de interiores con enfoque sensorial, estratégico y humano.
Fotos: Juan Carlos de Marcos (@jcdemarcos).