La joyería Tiffany abre una cafetería en su emblemática tienda de la Quinta Avenida
Casi 60 años después de que Holly Golightly, el personaje interpretado por Audrey Hepburn en «Desayuno con Diamantes», tomara un café y un cruisán mientras contemplaba los tentadores escaparates de la joyería Tiffany, la exclusiva joyería neoyorquina ha decidido abrir su primera cafetería-restaurante en la tienda insignia de la compañía, situada en el número 727 de la Quinta Avenida.
Sueño cumplido
Desde el pasado día 10 de noviembre, todos aquellos fans incondicionales de la película, que viven o tienen planeado viajar a la Gran Manzana, podrán evocar la célebre secuencia tomando un desayuno en el interior de Tiffany, como le hubiera gustado hacer en aquel momento a la glamourosa y elegante Holly, ataviada con un vestido negro firmado por Hubert de Givenchy, unas grandes gafas de sol «Manhattan», diseño de Oliver Goldsmith, guantes y collar de perlas.
Renovarse o morir
El Blue Box Café, que así se llama el nuevo local, está situado en la cuarta planta del famoso edificio de Tiffany & Co. y forma parte de un ambicioso proyecto de renovación de la firma, emprendido por Reed Krakoff, director artístico de la marca desde principios de este año. Desde que se unió a Tiffany & Co., Krakoff se ha comprometido a refrescar la imagen de la empresa de joyería de 180 años, y el Blue Box Café es su primer gran proyecto y el más ambicioso por el momento. La cafetería comparte planta con la nueva colección de artículos de lujo y menaje del hogar, así como con una boutique para bebés.
Diseño y modernidad
«Tanto la cafetería como el nuevo diseño de la cuarta planta reflejan una experiencia de lujo moderna», aseguraba Krakoff en su presentación. «El espacio es experimental y experiencial: una ventana al nuevo Tiffany». La llamativa decoración interior incorpora detalles industriales que evocan la artesanía y el patrimonio de Tiffany.
El hueco de la escalera que conduce al cuarto piso presenta una lámpara colgante formada por un trío de cadenas colgantes de casi 5 metros de longitud, creada por el estudio de diseño de los hermanos Ronan y Erwan Bouroullec, con sede en París. Mientras que, las paredes se salpicaron de signos & (y) dibujados a mano.
Decoración atractiva
Para llegar a la cafetería, que se encuentra al fondo de la planta, algunos de los artículos de lujo de la nueva colección «Tiffany’s Home & Accesories» están ingeniosamente colocados para que puedan ser admirados por los clientes. En una gran mesa central, con sobre de mármol y patas de madera, se exhiben una amplia variedad de productos: objetos de plata esterlina, una selección de libros antiguos, objetos de escritorio, «vasos de papel» elaborados con porcelana china, etc. El suelo cuenta con un elegante pavimento de mármol con acabado de espina de pescado.
Una llamativa caja azul turquesa
Entrar en el Blue Box Café es como meterse en una gran caja azul. Desde las paredes al mobiliario, la vajilla o las telas juegan con el distintivo tono azul turquesa de la marca (Blue Tiffany, registrado en el Pantone con el número 1837, coincidiendo con el año de su fundación), que hace referencia a las cajitas con las que se empaqueta las joyas y demás productos de la firma.
Además de los amplios ventanales, con unas fantásticas vistas a Central Park, las paredes cuentan con huecos acristalados y configurados como pequeñas ventanas que incluyen una gran variedad de cajas de Tiffany adornadas con figuritas de cromo y diamantes o piezas de artículos para el hogar.
Mesas de zinc grabadas
Los clientes del Blue Box Café podrán degustar sus especialidades en las vajillas en turquesa y blanco de la nueva colección Tiffany dispuestas sobre las diferentes mesas de zinc, grabadas con el logotipo de la marca, una de las pocas piezas que no están pintadas con el color distintivo de la marca. Según Krakoff, la mesas son de este metal porque lo que se pretende es que, con el uso y el paso del tiempo, adquieran una bella pátina desgastada.
No solo desayunar
La cafetería ofrece un desayuno «Breakfast at Tiffany» desde 29 dólares. La oferta incluye café o té, seguido, por supuesto, de un cruasán y fruta de temporada y se completa con gofres de suero de leche, salmón ahumado y panecillos, huevos de trufa o tostadas de aguacate para los veganos. Pero, además, se podrá degustar un almuerzo de precio fijo, que incluye un entrante y platos clásicos estadounidenses como la ensalada de la Quinta Avenida, con aderezo de langosta, pomelo y semillas de amapolas de Maine, un salmón escalfado de aceite de oliva, con caviar y patatas rotas o hasta el «bocadillo ‘Charles Lewis» en honor al fundador de la joyería. El menú, que cambiará con cada temporada, tiene un precio de 39 dólares.
Dulces y tartas
El entorno es tan atractivo como inspiradora la comida, para todos los que siempre han soñado con desayunar en Tiffany. A la hora de la merienda, se sirve el «Tiffany Tea» acompañado de pastas, así como una selección de bocadillos y productos de panadería por 49 dólares.
En Blue Box Café también se ofrecen dulces individuales y bebidas calientes, desde un expreso por 5 dólares hasta una porción de pastel con mousse de chocolate, por 12 dólares. Y para ocasiones especiales, uno puede pedirse una «caja de Tiffany» con glaseado azul brillante y un gran lazo de chocolate blanco por 36 dólares.
Ya sabes, si tienes planeado un viajecito a Nueva York, por ejemplo, estas navidades, podrás ponerte en los zapatos de Holly Golightly y recrear la icónica escena de «Desayunos con diamantes»… Esta vez desde dentro. ¿La recuerdas? Aquí te dejo esa primera secuencia inolvidable, para que vayas abriendo boca. Un apunte importante: podrás subir a tu Instagram todas las fotos que hagas. ¡Eso mola!
Fotografías: Tiffany & Co.