“Taula de salvació”: el espacio efímero de WANNA para salvar la huerta valenciana
En el corazón de la huerta valenciana, WANNA presenta “Taula de salvació”, una instalación efímera diseñada para el Miradors de l’Horta 2024, festival de diseño y cultura que reflexiona sobre el desarrollo sostenible, la soberanía alimentaria y la relación entre los territorios agrícola y urbano.
Ubicado en la Plaza de la Ermita de Bonrepós i Mirambell, el proyecto invita a reconsiderar el impacto que tiene la elección de productos locales en la conservación de uno de los sistemas agrícolas más antiguos y simbólicos de Valencia.
Reflexionar sobre el consumo consciente y local
La instalación, que podrá visitarse hasta el 3 de noviembre, nos sitúa en un espacio de reflexión sobre cómo decisiones como la compra de producto local, kilómetro cero o la confianza en pequeños productores son clave en la supervivencia de una de las despensas naturales más grandes del mundo.
WANNA utiliza la mesa, símbolo de encuentro y comunidad, como metáfora de la responsabilidad compartida que todos tenemos en la protección de este patrimonio agrícola y cultural que es, a su vez, una seña de identidad para toda la región.
El papel del consumidor es fundamental
“Como ciudadanos tenemos más poder del que pensamos. Por eso hablamos, en sentido figurado, de que podemos ser la tabla de salvación de la huerta si hacemos servir la mesa, la taula, en sentido literal, como epicentro de nuestra vida social y familiar y, además, de nuestra acción política. Entendiendo que, en la «consumocracia», cada decisión de compra impacta de forma más tangible que un voto en nuestra realidad”, afirma María Lillo desde WANNA.
La huerta, considerada una de las despensas naturales más importantes del mundo, depende en gran parte de los consumidores locales que apoyan el modelo de producción agrícola tradicional. Al consumir productos de l’Horta, no solo se preservan cultivos y sistemas de riego, sino que también se apoya a las pequeñas explotaciones familiares que luchan contra la producción intensiva y la globalización alimentaria.
Espacio educativo
Además de su mensaje sobre el consumo responsable, la instalación de WANNA funciona como un espacio lúdico y educativo. Con la intención de ceder la instalación al Ayuntamiento para que puedan darle una segunda vida, una vez concluido el festival, WANNA ha planteado el proyecto con una serie de siete mesas de melamina que representan productos de la huerta, junto con treinta taburetes. El mobiliario se ubica sobre un lienzo azul, que simboliza el milenario sistema de acequias, y desde una vista aérea, encontramos un juego de verduras lúdico y metafórico en la plaza central del pueblo.
Diseño y conciencia social
«Frente a la inacción y al desapego institucional, debemos asumir que lo que llega a nuestra mesa contribuye directamente a que el modelo de vida de las familias labradoras, el paisaje y las variedades locales sobrevivan. Consumir productos de la huerta, además, fomenta el uso sostenible de los recursos, impulsa la soberanía alimentaria, reduce la huella de carbono y el desperdicio de alimentos«, resalta Lillo. Por eso, el estudio ha concebido este proyecto efímero como un espacio en el que compartir, celebrar, educar y concienciar sobre la importancia de preservar un paisaje y un estilo de vida extraordinarios.
La conexión entre el arte y la preservación de un entorno tan emblemático como l’Horta es el eje central de la quinta edición del festival Miradors de l’Horta, que convierte a los municipios del Barranc del Carraixet en espacios de reflexión, creatividad y compromiso medioambiental.
Fotos: Pablo Caulín