Pasillos y zonas de paso en Casa Decor 2018
Los pasillos y zonas de paso son la primera impresión de una casa y aún así son los grandes olvidados, ya que su función de lugares de tránsito de una estancia a otra casi siempre los condena a una decoración básica y sin estilo. Estrechos, pequeños o demasiado largos, oscuros… no es fácil descubrir su potencial decorativo. Sin embargo el más oscuro y triste de los pasillos puede convertirse en un ejemplo de la mejor decoración si le damos la importancia que se merece. En este post hemos hecho una recopilación de los proyectos de pasillos y zonas de paso realizados en última edición de Casa Decor por 12 interioristas y decoradoras, donde nos dan las claves para decorarlos con el mejor de los estilos.
En blanco y negro
Estos dos colores, idóneos para conseguir un espacio sofisticado y elegante, predominaban en el pasillo de acceso al espacio Cupa Stone, proyectado por la interiorista Adriana Nicolau. El suelo de mármol y granito, con un original patrón lineal, y los zócalos de paneles autoadhesivos de pizarra natural compartían protagonismo con la escultura central, que se apoyaba en un original pedestal formado por bloques de vidrio, de la firma Seves Glass Block by Vitroland. En una de las paredes, dos apliques de cristal proporcionaban una iluminación indirecta, que permitía ver bien cada rincón y al mismo tiempo crear una atmósfera sofisticada.
Jugar con la luz
Las decoradoras Almudena y Cristina Rebuelta firmaban el espacio Schneider Electric con un marcado tinte clásico. Al igual que la sala principal, el pasillo se decoró con paredes estucadas, amplios zócalos y suelos de madera y piedra combinados. En éste destacaba una gran hornacina revestida de madera clara que cedía todo el protagonismo a la obra artística expuesta. Además, mediante un uso preciso de la iluminación, las decoradoras lograron potenciar la sensación de amplitud con la instalación de una serie de líneas LED que iban de suelo a techo encuadrando las zonas principales de lo que, en un principio, era un pasillo oscuro y estrecho.
Un tocador en el pasillo
¿Qué mujer no ha deseado alguna vez tener su propia zona de tocador para arreglarse con comodidad? Las decoradoras Cristina Berrocal, Mayte Fernández y Belén Cogulludo, encontraron el espacio idóneo en una de las zonas de paso de la segunda planta, y allí realizaron un tocador coqueto y divertido para deleite de muchas de nosotras. Un espacio pequeño, pero muy bien estructurado y al que no le faltaba detalle.
Paredes con molduras azul Klein, suelos de madera y algunos toques dorados en la decoración fueron factores clave para conseguir un rincón de tocador cálido y elegante. Detalles tan originales como la encimera, realizada a medida con un tronco de madera de más de 300 años, donde destacaba un lavabo dorado de Bdelux, o la zona de relax, con sillones tapizados en rosa y textiles de la colección Alhambra de Pepe Peñalver, contribuían a hacer de este tocador en un rincón único y agradable.
Un salón en el pasillo
Patricia Fernández Castro fue la encargada de decorar el espacio FOX Life. En un imaginativo ejercicio decorativo, la interiorista convirtió un pasillo de pocos metros cuadrados en un salón femenino de una casa, un rincón cómodo y relajante para disfrutar de la programación del canal oficial de Casa Decor 2018. En su proyecto, Patricia jugó con una gama de colores en tonos verdes y púrpuras muy suaves –los colores corporativos del canal– para lograr un espacio acogedor. Consciente de los límites del espacio, colocó dos sofás tapizados modelo Indietro que, en realidad eran dos mitades sofás. Unas caídas con estampados florales, a juego con la pantalla de la lámpara dividían el espacio en dos zonas iguales.
Pasillos solidarios
El espacio de Entreculturas en Casa Decor 2018, formado por dos pasillos y realizado por la arquitecta de interiores Olga Palmero, se convirtió en un lugar de paso concebido como un camino que transforma y brinda oportunidades de futuro a quien lo recorre: es el camino de la educación, que es capaz de cambiar la historia de todos los que lo atraviesan. Elementos tan sencillos como lápices y cuadernos transportaban al visitante a sus años de colegio.
En este caso, no se trataba de un espacio decorado más. La propuesta decorativa, en rojo y negro, hacía alusión a las pizarras de las escuelas y al símbolo de Entreculturas, una silla roja: un asiento vacío que daba un toque de atención hacía todos esos niños y niñas en el mundo que se ven privados de su derecho a la educación.
Un rincón para sibaritas
El espacio creado por Marta Zarzalejos, en una de las zonas de paso, fue sin duda una de los proyectos decorativos más sorprendentes de esta edición de Casa Decor y una inspiración para todos los amantes del mundo del vino que se han planteado alguna vez crear su propia vinoteca en casa. Así, la esencia de esta pequeña estancia era una imponente vinoteca con puerta de cristal en cuyo interior destacaba un arbusto de parra seco que trepaba hacia el techo, en cuyas ramas descansaban decenas de botellas de vino.
A su alrededor, Marta dio vida a un acogedor rincón con chimenea basado en cuatro colores: azul, dorado, blanco y gris, que invitaban al relax y a la lectura. Desde una cómoda butaca original de los años 60, actualizada con una tela de KA International, se podía contemplar la obra «Artemis», un cuadro en óleo y acrílico de la galería Pictoclub, así como las esculturas de Abrahám Bezadón y Elisabeth Marín Maíllo. Y un detalle que no pasaba inadvertido entre los visitantes era la original cava de piedra ónix con hueco para dos botellas, de Erandi Gadi.
Comedor cálido y relajante
En principio, los pasillos y zonas de paso del edificio de Francisco de Rojas 2 parecían espacios difíciles con pocas soluciones decorativas. Así se presentaba una zona de tránsito de la cuarta planta, hasta que llegó el estudio de interiorismo Once Lunas con ideas fantásticas. Y lo que era un espacio pequeño, irregular y oscuro se convirtió en un comedor cálido y relajante, gracias al tratamiento de las paredes y la iluminación.
Mientras que una de las paredes se cubrió con un papel de Arte, que imita pan de oro, en el resto se utilizó la técnica «distressed wall», que combina pigmentos de óxidos y agua de mar, lo que le da un aspecto imperfecto pero deliciosamente elegante. Con la iluminación, las decoradoras consiguieron recrear un ambiente que puede cambiar a voluntad, buscando momentos más íntimos o más festivos. El lienzo de una fotografía impresa en tela por Sinergia Visual y retroiluminada proporciona un clima íntimo, mientras que el techo, que simula un cielo estrellado, está compuesto por aparatos empotrados con el interior negro, para conseguir un alto confort visual.
Toda una lección de estilo
Si los pasillos y zonas de paso que hemos visto hasta ahora parecían espacios dífíciles de decorar ¿qué decir de un pasillo pequeño que, además, tiene una puerta de emergencia que no se puede condenar? Un condicionante que no fue obstáculo para que la decoradora Soledad Ordóñez sacara adelante un proyecto de pasillo con un encanto especial y lleno de ideas inspiradoras.
Para ocultar la salida de emergencia, la decoradora ideó una puerta basculante con láminas de espejo envejecido que, además de aportar elegancia, crea sensación de amplitud. El resto del pasillo es un espacio despejado para lucir los diferentes elementos decorativos que lo componen. Las paredes se cubrieron con papeles de textura en color liso, mientras que el suelo es de material cerámico con acabado mármol de Colorker. A un lado, la ventana se vistió con cortinas de terciopelo y caídas de lino, al otro, una silla y una mini consola con toques de latón dorado.