De las pasarelas a Casa Decor 2025: moda y decoración en sintonía

Aunque son disciplinas distintas, moda y decoración responden a los mismos impulsos. No se trata tanto de que una inspire a la otra, sino de que ambas recogen lo que flota en el ambiente: los cambios culturales, el contexto social, las ganas de color, calma o artesanía. La diferencia es que la moda suele ir un paso por delante –las pasarelas adelantan lo que meses después vemos en los interiores–, pero las ideas de fondo son las mismas.
Las colecciones de Primavera/Verano y Otoño/Invierno 2025 ya apuntaban hacia donde se inclinaban las tendencias globales: naturaleza, sostenibilidad, artesanía y color. Y Casa Decor 2025 no hizo más que confirmarlo. El auge de los verdes y azules, por ejemplo, ha sido un punto en común entre ambos mundos: colores que nos acercan a lo orgánico, lo fresco, lo sereno. Lo mismo pasa con la artesanía, que se impone tanto en los tejidos bordados como en piezas cerámicas o mobiliario hecho por artesanos.
También hay un gusto por la mezcla y la fusión, ya sea de épocas, culturas o estilos. Los diseñadores de moda combinan siluetas retro con tejidos tecnológicos o estampados tradicionales con cortes contemporáneos. En el interiorismo, el mismo espíritu se plasma en espacios en los que piezas vintage se alternan con diseños de vanguardia o texturas naturales con detalles metálicos.
En definitiva, no es que la decoración siga los dictados de la moda, sino que ambas caminan al ritmo de las tendencias globales. ¿Quieres ver cómo se ha mostrado esa sintonía en los proyectos de Sagasta 33? ¡Te lo contamos!

Verde lima
Chispeante, optimista y algo arriesgado, es uno de los colores tendencia este 2025. Después de años en los que reinó la neutralidad –beis por aquí, gris piedra por allá–, el verde lima ha llegado para sacudirlo todo. En moda, ha dejado claro que no es solo un capricho estacional: Gucci lo usó para teñir conjuntos completos, desde trajes sastre hasta accesorios, y firmas como Ganni lo reinterpretaron en clave urbana, juvenil y divertida.
Pero lo realmente interesante es cómo este verde ácido ha dado el salto al interiorismo. En Casa Decor 2025 lo vimos en el Espacio The Masie, por Sigfrido Serra, un salón en el que este color sumaba una dosis de energía, y en la propuesta de Jose Lara para Bang & Olufsen, donde aportaba un toque tech-futurista.


Naturaleza en escena
Más allá de su fuerza visual, el verde también conecta con una necesidad mucho más profunda: volver a la naturaleza. Esa búsqueda de lo orgánico se ha colado tanto en la moda como en la decoración a través de estampados florales y motivos vegetales que evocan jardines, selvas y paisajes botánicos. En las pasarelas, firmas como Redondobrand han apostado por vestidos vaporosos, que parecen sacados de un invernadero chic.
En interiorismo, esa misma inspiración se materializa no solo en textiles o papeles pintados, sino también en el uso de plantas reales para crear escenarios frescos y vivos. Así, en la edición 2025 de la exposición de interiorismo y decoración Casa Decor, el techo de la cocina que Beatriz Silveira diseñó para SixtyPro se decoró con un mural pintado a mano que recordaba a un jardín interior y, en el Espacio Bathco, por Andreína Raventós, la vegetación, además de embellecer, actuaba como marco para destacar el lavabo pedestal Kalasin de bambú de la firma cántabra.

Del frescor de los azules lavados al impacto del eléctrico
El azul ha decidido no limitarse a una sola versión de sí mismo en 2025. Este color versátil y emocional se despliega en una paleta que va del baby blue más suave al azul klein más vibrante, adaptándose con soltura tanto a looks informales como a propuestas más sofisticadas. Esta temporada estival, los tonos hielo, cielo y bebé han conquistado las colecciones de firmas Chloé, Ermanno Scervino o Acne Studios, convirtiéndose así en frescos aliados para los días de calor extremo. También Ralph Lauren ha apostado por esta gama delicada y propone combinarla con tonos tierra para lograr outfits serenos y elegantes.
En Casa Decor 2025, ese mismo espíritu se respiraba en el Espacio El Corte Inglés, donde el azul de las paredes del comedor (dos o tres tonos más subidos que el baby blue) contribuía a crear una atmósfera envolvente y acogedora. En este ambiente, los detalles en fibras vegetales ponían un punto de calidez.


Y si los azules suaves invitan al relax, el azul eléctrico viene a despertarnos. Esta versión intensa, cargada de energía y modernidad, está marcando tendencia tanto en moda como en decoración. Lo vemos en vestidos firmados por casas como Marni, Tommy Hilfiger, Proenza Schouler o Etro, y también en detalles del día a día: una laca de uñas, unos calcetines, bolsos o una lámpara que rompe con la neutralidad del entorno.
Pero en Casa Decor 2025, este tono tan potente no fue solo un acento decorativo. Todo lo contrario: fue protagonista absoluto en espacios como «Lluvia», de Universidad CEU San Pablo, y «New Classic», de Marcel Wanders para Laufen. En ambos proyectos, el azul eléctrico lo cubría todo: paredes, techo y suelo, lo que generaba una atmósfera envolvente, casi inmersiva. En el segundo caso, además, se apostó por una moqueta con patrón floral en este tono que aportaba dinamismo.

Los elementos mandan: agua, tierra y piedra como nuevas fuentes de inspiración
En 2025, la naturaleza no es solo una inspiración estética: es una fuente directa de formas, texturas y materiales.
El agua se manifiesta en tejidos brillantes, fluidos o transparentes, que capturan el movimiento y el reflejo de lo líquido. Loewe, por ejemplo, lo interpretó con prendas que parecían reflejar la luz como una superficie acuática. Y en el Espacio Geberit, Zooco construyó su narrativa precisamente en torno a «La forma del agua», con una propuesta inmersiva basada en la transparencia y los reflejos.

La tierra toma cuerpo en materiales como el ante o el cuero –solo hay que ver colecciones como las de Hermès–, así como en una paleta cromática cada vez más presente en ambos mundos. Y es que ocres, terracotas y marrones está marcando tanto los looks de temporada como los espacios que habitamos.
En Casa Decor 2025, esa misma sensibilidad fue interpretada por Fran Cisneros en su proyecto para Gresmanc, donde el gres extrusionado no solo destacaba por su resistencia y carácter técnico, sino también por su apariencia cruda y cálida, ideal para crear ambientes que transmiten estabilidad y autenticidad.

Y por último, la piedra. Este elemento ha cobrado protagonismo tanto en moda como en interiorismo y no solo como inspiración cromática o textil; también como entorno conceptual. La mejor prueba de ello es el escenario elegido por Juana Martín para su desfile de Alta Costura: una playa rocosa, donde el paisaje mineral, más que un telón de fondo, era parte integral del relato estético.
Esa misma forma de entender la piedra como un elemento clave se reflejó en «Gruta», de Ramón Esteve para Gómez Grau, donde cuarcitas y otras piedras naturales se utilizaron para proyectar un espacio que hablaba de solidez, permanencia y belleza natural.

Bienestar en tonos suaves
El bienestar se ha convertido en uno de los grandes ejes creativos tanto en moda como en interiorismo. En las pasarelas –entre ellas, la de la colección Primavera-Verano 2025 de Akris– esta idea se materializó en vestidos ligeros, tejidos delicados y una paleta en la que predominan los rosas empolvados y asalmonados. Esa misma búsqueda de calma y confort se respiraba en «Bruma», el espacio de Jomoo by Andemen, donde el baño se planteó como un refugio sensorial. Con el uso de materiales naturales, una iluminación suave y una gama de colores cálidos y envolventes, el equipo de Summumstudio logró crear un rincón íntimo para desconectar del ruido y reconectar con uno mismo.

Estética «tech»
La tecnología también tiene un lugar destacado entre las tendencias que comparten moda y decoración. En «Grounding», los aseos de uso público de Calzi Paccieri, las impresionantes columnas impresas en 3D por Nagami, fabricadas con plástico reciclado, no solo demostraban una apuesta por la sostenibilidad, sino también una nueva forma de entender la estética: formas ondulantes, superficies brillantes y estructuras que parecen sacadas del futuro.
Una sensibilidad muy similar encontramos en el vestido largo de Bottega Veneta, confeccionado en viscosa ligera y cubierto de lentejuelas brillantes con efecto escama de pez. Aunque no se trate de un tejido tecnológico en sí, la silueta fluida y el acabado reflectante recuerdan a esas columnas translúcidas.

Burgundy, el color que dejó de ser otoñal para volverse esencial
Quién dijo que el burgundy era solo para el otoño está claro que se equivocó. El color vino (también llamado granate, burdeos o borgoña) ha decidido quedarse los 365 días del año. Lo vimos en los desfiles de Nensi Dojaka, en vestidos de punto perfectos para el calor, así como en las propuestas para la temporada Primavera/Verano de Jil Sander, Saint Laurent, Gucci, Ferragamo, Etro y Hermès, entre otros. ¿Por qué tanto amor por este tono? Porque es elegante, sí, pero también versátil, con ese aire entre sofisticado y potente que queda igual de bien con un rosa empolvado que con un amarillo mantequilla o el negro más rotundo.
Lo mismo pasa en decoración. En la pasada edición, el arquitecto e interiorista Jean Porsche apostó por este tono para el Espacio Schmidt, quién lo combinó con verde en la zona de la cocina, con amarillo en el comedor y con tonos naturales en el salón.

En este caso, tanto Mausha Marsá en Casa Decor 2025, como Chet Lo, apuestan por una paleta de rosas intensos, casi vinosos, que evocan sensualidad, naturaleza y dramatismo.
En el dormitorio, el mural pintado a mano, la tapicería aterciopelada y la elección de formas envolventes contribuían a crear un espacio acogedor y teatral. En la pasarela, esa misma atmósfera se traduce en siluetas ceñidas y estampados orgánicos.

México como punto de partida
Aunque a simple vista no parezca que tengan mucho en común, el Espacio Nais de Miriam Alía y la colección Resort 2025 de Carolina Herrera comparten más de lo que aparentan. Ambas propuestas están inspiradas en México. Cada una a su manera, con una mirada muy personal que se aleja de los tópicos y se centra en el color, la artesanía y la sensibilidad femenina.
En el caso de Wes Gordon para Herrera –director creativo de la firma–, la colección fue concebida tras varios viajes al país y desarrollada en colaboración con artesanos locales. El resultado: una serie de looks llenos de volumen, color y romanticismo, acompañados por joyas hechas a mano en Oaxaca con jícara e inspiradas en los mercados de flores. Del otro lado, el universo de Miriam Alía celebró lo hecho a mano con cerámicas pintadas, una vajilla artesanal llena de textura y un mural diseñado por ella misma que rendía homenaje a la cultura mexicana.