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Estilo

Neuroarquitectura: cómo el diseño de interiores transforma nuestras emociones y bienestar

16 / 09 / 2025
Espacio Geberit por Zooco en Casa Decor 2025
«La forma del agua«, el proyecto de Zooco Studio para Geberit en Casa Decor 2025, muestra muy bien los principios de la neuroarquitectura. Su recorrido estaba pensado para guiar al visitante a través de muros de pavés que dirigían y filtraban la luz. Las superficies curvas de vidrio y los espejos aportaban textura y reflejos que cambiaban según nos movíamos. Un espacio que animaba a caminar por él y a notar cómo la luz y las formas transformaban la experiencia a cada paso. Foto: Asier Rua

La neuroarquitectura es una disciplina que combina arquitectura, neurociencia y psicología para crear espacios que no solo sean estéticamente agradables, sino que también influyan positivamente en nuestras emociones, salud mental y productividad. Aunque el término puede parecer reciente, la idea de que el entorno afecta nuestro comportamiento y emociones no es nueva. Lo que sí es novedoso es el respaldo científico y tecnológico que hoy permite medir cómo nuestro cerebro reacciona ante diferentes estímulos espaciales.

Desde finales del siglo XX y, con más fuerza, a partir de la década de 2000, esta área ha ganado relevancia entre arquitectos, diseñadores de interiores y urbanistas. Hoy, un nuevo actor está transformando este campo: la inteligencia artificial (IA). Gracias a ella, los profesionales disponen de herramientas que permiten medir, simular y optimizar entornos de manera inédita.

En este artículo exploramos los orígenes, fundamentos y aplicaciones de una disciplina que está cambiando la manera en que concebimos el interiorismo y decoración. Y así lo hemos visto en las últimas ediciones de Casa Decor.

Estudio Lemon Casa Decor 2025
«El Nido«, de Studio Lemon en Casa Decor 2025, era un rincón pensado para volver a lo esencial. Con sus formas suaves y materiales naturales, transmitía calma y protección, como un refugio que nos recuerda el origen y la conexión con la naturaleza. Foto: Asier Rua.

De la intuición clásica a la ciencia moderna: orígenes de la neuroarquitectura

La idea de que los espacios influyen en nuestras emociones no es nueva. Vitruvio, en el siglo I a.C., ya defendía la armonía entre belleza, utilidad y firmeza. Sin embargo, la neuroarquitectura como disciplina surge formalmente a finales del siglo XX, cuando la neurociencia empezó a ofrecer datos cuantificables sobre cómo el espacio físico impacta en el cerebro.

Un punto de inflexión fue la fundación en 2003 de la Academy of Neuroscience for Architecture (ANFA) en San Diego, liderada por John Eberhard, exdirector del American Institute of Architects. ANFA impulsó la colaboración entre arquitectos y neurocientíficos para investigar, mediante tecnologías como la resonancia magnética funcional y el electroencefalograma, cómo el diseño de un espacio puede afectar la memoria, el estrés, la creatividad o la sensación de bienestar.

Pioneros como el arquitecto sueco Roger Ulrich demostraron que las vistas naturales aceleran la recuperación hospitalaria después de una cirugía, mientras Fred Gage, neurocientífico del Salk Institute, mostró que los entornos estimulantes promueven la neurogénesis, es decir, la creación de nuevas neuronas. También se han identificado áreas cerebrales, como el hipocampo y la amígdala, que reaccionan a la percepción de espacios abiertos o cerrados, modulando emociones como la ansiedad o la calma.

Estas investigaciones consolidaron la neuroarquitectura como disciplina científica.

En el Palacio de la Trinidad, sede de Casa Decor 2024, la iluminación nocturna transformaba por completo el espacio «Infinity», de Miriam Alía para Natuzzi Italia: los paneles 3D de Nagami y la domótica creaban efectos de luz que cambiaban el ambiente de festivo a elegante o misterioso en segundos. Un buen ejemplo de cómo la luz podía marcar el estado de ánimo. Foto: Nacho Uribesalazar.
Espacio Aritco en Casa Decor 2025
El vestíbulo «Lobby to the Sky«, de Arquitalia para Aritco, en Casa Decor 2025, jugaba con la altura y la luz natural para dar sensación de apertura y ligereza. La transición visual hacia el cielo hacía que el espacio se sintiera amplio y acogedor desde el primer paso. Foto: Asier Rua.
Con distintas salas, ventanales y una cuidada iluminación –más cálida en zonas íntimas y más neutra en áreas sociales–, el «Restaurante Maisons» que Raúl Martins diseñó para Maisons du Monde, en Casa Decor 2025, demostraba cómo la luz bien pensada permite crear ambientes distintos para cada momento. Foto: Nacho Uribesalazar.

La luz

La iluminación es probablemente el factor más poderoso en el diseño de interiores desde la perspectiva neuroarquitectónica. La luz natural regula nuestro reloj biológico y afecta directamente nuestros niveles de energía y humor.

Espacios bien iluminados con luz solar fomentan la vitalidad y reducen el estrés, mientras que una iluminación artificial cálida y regulable puede crear ambientes acogedores para el descanso. En oficinas o áreas de estudio, una luz blanca y clara estimula la atención y la productividad. Integrar ventanales amplios, claraboyas o incluso soluciones de iluminación indirecta son estrategias que, aunque sutiles, cambian profundamente la experiencia de habitar un lugar.

Espacio Nais de Casa Decor que combina luz, color y texturas siguiendo principios de neuroarquitectura para generar energía y confort.
Para el bistró «Solana«, el Espacio Nais, Miriam Alía apostó por rosas, granates, morados y beis en suelos, paredes y textiles para transmitir calidez y confort. El contraste de esos tonos con azulejos y toques metálicos creaba una atmósfera llena de energía y luminosidad, pero sin perder la sensación acogedora. Foto: Asier Rua.
Espacio Exagres en Casa Decor 025
También en Casa Decor 2025, el Espacio Exagres «Inside You» diseñado por Senser jugaba con colores tierra, como el caldera del barro natural y el gris piedra, para bajar la estimulación visual y favorecer la tranquilidad. Esta paleta ayudaba a generar una pausa consciente y un respiro en medio de la intensidad visual de la Exposición. Foto: Asier Rua.
Espacio Diego Guillén en Casa Decor 2025
En el dormitorio infantil «Rompecabezas«, de Diego Guillén Ligori, colores vivos y contrastes con acabados brillantes y mates llenaban el espacio de energía y dinamismo. Casa Decor 2025. Foto: Asier Rua.

Colores que despiertan emociones y recuerdos

Los colores en el interiorismo no son solo una cuestión de estilo: son un lenguaje emocional que nuestro cerebro interpreta casi instantáneamente. Tonos azules y verdes evocan calma y conexión con la naturaleza, mientras que los amarillos y naranjas transmiten energía y optimismo.

En espacios destinados al descanso, como dormitorios o salas de estar, los tonos suaves y neutros pueden favorecer la relajación. En cambio, un estudio creativo puede beneficiarse de acentos vibrantes que estimulen la imaginación.

La neuroarquitectura sugiere usar el color como un recurso intencional, pensando en las emociones que deseamos despertar y no solo en las tendencias decorativas del momento.

Espacio Conceptual Juka Casa Decor 2023
El Espacio Juka Interiorismo, «Matices de armonía«, por Javier Tomás, en Casa Decor 2023, se caracteriza por el uso del mortero de arcilla Everest de Ecoclay, que aporta una textura natural y cálida. La superficie mate y las formas sinuosas del material crean un ambiente acogedor y relajante, ideal para mostrar cómo los materiales tradicionales pueden aportar confort y conexión con la naturaleza. Foto: Lupe Clemente.
«Metallic Armony«, el baño que Erico Navazo diseñó para Strohm Teka en Casa Decor 2024, combinaba vidrio y superficies metálicas que le daban un aire moderno y limpio. La luz se reflejaba en el acero y el vidrio, y contribuía a que el espacio se sintiera amplio y luminoso, con un toque de sofisticación muy actual. Foto: Amador Toril.

Materiales y texturas

A menudo pensamos en el diseño de interiores desde lo visual, pero el tacto también desempeña un papel fundamental en nuestra experiencia.

Materiales naturales como la madera o la piedra aportan calidez y conexión con lo orgánico, mientras que las superficies metálicas o de vidrio generan sensaciones de modernidad y limpieza.

Las texturas suaves invitan al confort, mientras que los acabados rugosos pueden transmitir autenticidad o fuerza. Al mezclar distintos materiales, el diseño neuroarquitectónico busca estimular nuestros sentidos de manera equilibrada, creando espacios que resulten acogedores y memorables. La neuroarquitectura, en este sentido, entiende los materiales como un recurso sensorial capaz de reforzar emociones positivas en la vida cotidiana. Incluso detalles pequeños, como una manta tejida o una alfombra mullida, pueden marcar una diferencia emocional.

Espacio Technogym en Casa Decor 2025
El Espacio Technogym «Wellness House«, por Manuel Espejo en Casa Decor 2025, estaba dividido en zonas claramente diferenciadas: una para socializar con barra y biblioteca, y otra para entrenar. La distribución fluida y abierta permitía moverse con naturalidad entre ellas, sin perder la sensación de unidad. Cada área cumplía su función sin interrumpir la experiencia global del espacio. Foto: Nacho Uribesalazar.
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El lobby «Ibiza’s Soul«, de U Interior Design para Piedra de Ibiza, en Casa Decor 2025, recreaba la esencia de Ibiza con mármol travertino, paredes encaladas y textiles de lino natural. La distribución fluida y abierta invitaba a moverse con naturalidad, creando una atmósfera relajada y armoniosa que evocaba la isla mediterránea. Foto: Amador Toril

Distribución y fluidez

La organización del espacio es otro aspecto crucial. Un ambiente saturado de muebles o con recorridos incómodos puede generar estrés y sensación de encierro. Por el contrario, un diseño fluido, con zonas bien definidas y caminos claros, invita al movimiento y facilita la interacción social.

La neuroarquitectura también estudia cómo ciertos patrones, como la simetría o las líneas curvas, resultan más agradables para el cerebro. Por ejemplo, las formas orgánicas y las transiciones suaves entre áreas pueden hacer que un espacio se perciba más armónico y menos agresivo. En el hogar, esto puede traducirse en colocar estratégicamente los muebles para permitir la circulación natural y crear rincones que inviten a la calma o la creatividad.

Espacio de neuroarquitectura en Casa Decor con tonos azules que transmiten calma y bienestar en el diseño de interiores.
En Casa Decor 2024, el equipo de PersonalK diseñó para la galería 1Mira Madrid «Oasis Marino», un espacio que funcionaba como una cápsula de calma: la luz natural suave, los pufs cómodos y los materiales como el Neolith del suelo contribuían a crear un lugar perfecto para relajarse. Aunque no era un rincón de lectura tradicional, invitaba a sentarse, desconectar y disfrutar de un momento de tranquilidad. Foto: Asier Rua.

Diseñar para nuestro bienestar

Más allá de la estética, la neuroarquitectura invita a pensar en el propósito emocional y funcional de cada lugar. En una oficina, esto podría significar incluir áreas para la colaboración y otras para la concentración profunda. En el hogar, podría implicar crear un rincón de lectura iluminado por la luz natural o un espacio flexible para el ejercicio y la meditación.

También destaca la importancia del contacto con la naturaleza, a través de plantas de interior, vistas al exterior o el uso de elementos biofílicos.

La neuroarquitectura aplicada al interiorismo subraya que estos gestos no solo embellecen el ambiente, sino que también reducen el estrés, mejoran el estado de ánimo y fortalecen el sentido de pertenencia. Al final, el objetivo es sencillo pero profundo: que los espacios donde vivimos y trabajamos contribuyan activamente a nuestra felicidad y bienestar.

Diseño de interiores en Casa Decor inspirado en la neuroarquitectura, con elementos naturales y biofílicos que fomentan la relajación.
El espacio que acogía los aseos de uso público «Grounding«, de Calzi Paccieri en Casa Decor 2025, funcionaba como un pequeño refugio de calma: las columnas con formas de raíces, las texturas de corteza y la luz tenue creaban un ambiente que ayudaba a relajarse y desconectar del estrés. No era solo un baño, sino un lugar pensado para generar bienestar y conexión con la naturaleza. Fotos: Amador Toril
La cocina «Terra«, de Devesa & Agenjo para Delamora en Casa Decor 2025, combinaba materiales y detalles que evocaban hogar y recuerdos, con una encimera de mármol y zonas diferenciadas de trabajo y comedor. La distribución y elementos silenciosos como la campana hacían que cocinar fuera cómodo y agradable, y generaban bienestar práctico y emocional. Foto: Amador Toril.

Retos y perspectivas

A pesar de sus avances, la neuroarquitectura enfrenta desafíos. Uno de ellos es traducir datos neurocientíficos complejos en directrices claras para arquitectos y diseñadores. Otro es equilibrar las preferencias individuales con hallazgos generales: un color o una textura que relaja a una persona puede incomodar a otra.

Sin embargo, el futuro es prometedor. Con tecnologías emergentes como la realidad virtual y el eye-tracking, una tecnología que permite seguir y registrar hacia dónde miran las personas mientras observan un espacio, una pantalla o un objeto, qué elementos captan primero y qué zonas pasan desapercibidas, los profesionales pueden evaluar en tiempo real cómo reaccionan los usuarios ante un diseño antes de construirlo. Esto les permite crear entornos cada vez más personalizados y emocionalmente resonantes, es decir, espacios que despiertan sensaciones y emociones positivas en quienes los habitan.

Texto: Marta Sanz
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