Celebramos con Blanca Sabater, fundadora y CEO de Ecoclay, el Día Mundial de la Mujer Emprendedora
Hoy, 19 de noviembre, celebramos el «Día Internacional de la Mujer Emprendedora», y en Casa Decor queremos rendir homenaje a todas aquellas mujeres que, con su visión, talento y esfuerzo, están transformando el mundo empresarial. Entre ellas, Blanca Sabater, fundadora y CEO de Ecoclay, quien con una profunda conexión con el legado de la minería de arcillas en España, ha logrado hacer de una industria tradicional una solución moderna y ecológica para la construcción.
Economista y MBA por ICADE, Blanca es parte de la segunda generación de emprendedores que iniciaron la minería de arcillas blancas en España a finales de la década de 1970, cuando el mercado cerámico aún dependía de importaciones de arcilla desde Inglaterra. «Mi padre buscó arcillas en España que pudieran complementar y sustituir las inglesas», cuenta. Con solo 23 años, se incorporó a la empresa minera familiar, que no solo se dedicaba a la minería, sino que también diversificó hacia sectores agrícolas e inmobiliarios.
Innovar en tiempos de crisis
La fundación de Ecoclay fue, ante todo, un acto de supervivencia empresarial. En plena crisis, las fábricas de cerámica estaban al borde de la paralización y la demanda de arcilla se redujo drásticamente. «En 2010, la llamada de cliente belga que nos pedía arcilla para revestir paredes de una casa en Barcelona, fue el detonante. Me dijo que si llevábamos décadas trabajando con arcilla, seríamos capaces de innovar en este campo«, recuerda. Este desafío encendió la chispa de lo que más tarde sería Ecoclay, una empresa enfocada en el desarrollo de morteros de arcilla para revestimientos y decoración.
«En aquellos años, solo había una empresa en Estados Unidos, otra en Holanda, y algunas más en Inglaterra y Alemania que fabricaban morteros de arcilla. Sin embargo, ninguno de ellos contaba con lo más importante: el control directo de los yacimientos y la disponibilidad de arcillas de diversos colores. Todos ellos se limitaban a pigmentar una arcilla blanca. Esto nos otorgaba una clara ventaja competitiva, aunque, por supuesto, no teníamos la más mínima idea de cómo formular un mortero de arcilla. Tres meses para entregar el material fueron suficientes para sumergirnos en un proceso de investigación que jamás imaginamos«, señala con entusiasmo.
«Muchos de nuestros clientes de pavimentos y revestimientos cerámicos, que algunos eran empresas hasta de cuarta generación se quedaron por el camino. Fue una etapa difícil, ya que la explotación minera se paralizó y tuvimos que prescindir de parte de los operarios. Sin embargo, los técnicos eran imprescindibles, por lo que nos dedicamos a investigar y a aprender a diseñar morteros de arcilla y materiales auxiliares. Servimos el material de la primera casa y seguimos estudiando y aprendiendo, enviando los productos a aplicadores que nos daban feedback para mejorar nuestras formulaciones y hacerlos más eficaces«.
Blanca también señala que su experiencia previa en la formulación de arcillas para cerámica, donde los márgenes técnicos son muy exigentes, los llevó a realizar pruebas en laboratorios. «Llevamos nuestros primeros morteros a laboratorios de análisis en España, pero ni siquiera sabían lo que tenían entre manos, porque nunca habían analizado ese material«. Debido a esto, decidieron viajar a Alemania, donde los morteros de arcilla ya eran más comunes y existía normativa de análisis.
«Quiero agradecer la dedicación y empeño de Javier, el técnico de Ecoclay, que junto con su equipo, está detrás de todos los materiales que fabricamos. Es un pilar fundamental en las soluciones y desarrollos técnicos y productivos de la empresa«, reconoce Blanca.
Un aspecto clave en su motivación fue la posibilidad de fabricar productos acabados en el corazón de la minería de arcilla, en Teruel: «A mí particularmente me motivaba muchísimo, porque con toda la arcilla que habíamos suministrado para fabricar cerámica, nuestra arcilla estaba repartida por todo el mundo, pero en un azulejo solo éramos una materia prima más, nos perdíamos en el proceso. Al fabricar productos acabados, podíamos seguir la trazabilidad de nuestros materiales. Hoy en día, podemos decir que nuestros materiales han revestido fantásticos restaurantes, viviendas de todo tipo, hoteles, y hemos llegado a países como China, Singapur, Miami, México y Arabia Saudí», añade orgullosa.
Este cambio de enfoque les permitió abrirse a nuevos mercados: «Fabricando productos acabados, se nos abría una posibilidad muy amplia de clientes, porque cualquiera tiene una pared para pintar o revestir con mortero de arcilla. Pasamos de tener unos clientes muy controlados y limitados en número, a que cualquiera pudiera ser cliente de Ecoclay«.
Aprender sobre el terreno
El proceso de crear Ecoclay no estuvo exento de dificultades. «De arcilla sabíamos mucho, pero de morteros, pinturas y placas tuvimos que aprender sobre la marcha«, confiesa. Además, la empresa tuvo que adaptarse rápidamente al mercado, crear manuales de aplicación y elegir las ferias adecuadas para presentar sus productos.
Una de las decisiones más cruciales fue la de acercarse a arquitectos e interioristas, profesionales clave para el éxito de sus productos. «Hablar en público, en colegios de arquitectos, interioristas, ferias… eso fue todo un reto para mí. Había tenido miedo escénico, pero aprendí a superarlo«, asegura. Hoy en día, la relación con estos profesionales es uno de los pilares del éxito de Ecoclay.
Blanca reflexiona sobre el proceso de creación y gestión de Ecoclay y asegura: «Hay muchas cosas que haría de manera diferente, como la elección de las múltiples ferias en las que participamos en los primeros años, pensando que nos aportarían nuevos clientes, y no fue así. Estábamos en un momento en que la construcción estaba parada«. Sin embargo, con el tiempo, valora lo que aprendieron. «El tiempo nos permitió adaptarnos y ser capaces de dar respuesta a las múltiples soluciones que nos han requerido. No solo es importante desarrollar un mortero o una pintura, mucho más importante es crear todos los puentes de contacto, las imprimaciones con los aditivos más ecológicos y saludables, para que se mantengan todas las propiedades». En este sentido, se muestra consciente de que tal vez fue demasiado pronto para producir este tipo de materiales en un momento en que nadie pensaba en ellos. «Pero nos ha servido para aprender y ahora, cuando ya son conocidos, podemos dar respuesta a esos retos«.
Blanca también menciona un hito clave en la evolución de la empresa: «Agradezco profundamente a Héctor Ruiz-Velázquez que pensara en revestir con mortero de arcilla su Smart Hotel de Niessen en Casa Decor 2021. Este fue el punto de inflexión«. Gracias a este proyecto, Ecoclay comenzó a ganar notoriedad: «Nos ayudó a crear marca y a ser conocidos por los prescriptores de nuestros materiales, como arquitectos e interioristas, que siempre deben ir de la mano con nosotros. Son ellos los que día a día nos plantean retos, y eso es lo que realmente nos impulsa a seguir innovando y no dormirnos en los laureles».
En particular, Blanca recuerda cómo, en ese espacio diseñado por Héctor Ruiz-Velázquez, se les planteó por primera vez el desafío de crear colores diferentes a los habituales en los morteros de arcilla de Ecoclay. «Desde entonces, comenzamos a fabricar ‘a la carta’ según el código RAL o NCS, y ahora disponemos de un departamento para formulaciones tanto de morteros como de pinturas, lo que amplía enormemente las posibilidades para el diseñador del espacio».
Innovación constante en un mercado en evolución
Ecoclay ha ido evolucionando desde sus inicios, diversificando su oferta de productos y adaptándose a las nuevas necesidades del mercado. En sus primeros años, la empresa se dedicó principalmente a los morteros de arcilla, pero pronto comenzaron a recibir solicitudes para desarrollar pinturas y placas. «Nos dimos cuenta de que teníamos que ir más allá del mortero tradicional, ofreciendo soluciones que fueran tanto saludables como sostenibles«, explica.
Con el auge de la construcción en madera y la creciente preocupación por la sostenibilidad, Ecoclay desarrolló la placa de arcilla Ecoclay PLAC, diseñada para aplicaciones rápidas y eficientes en estructuras de madera. Este producto se convirtió en una alternativa ecológica y eficiente al cartón-yeso. «El futuro de la construcción pasa por el uso de materiales como la arcilla, que, además de ser hermosos, tienen propiedades increíbles como el aislamiento térmico y acústico«, subraya la fundadora.
Posterioremente, la empresa desarrolló un sistema de fabricación propio que le permite producir placas de arcilla en solo dos minutos, y ha lanzado ecoclayROCK, una pintura de arcilla con sílice que ofrece acabados texturados similares a los del estuco. Además, está trabajando con una consultora para obtener la Declaración Ambiental de Producto (DAP) de todos sus materiales, lo que facilitará la verificación de su sostenibilidad y permitirá que sus productos participen en proyectos con certificaciones como BREEAM y LEED.
«Lo más importante para nosotros es crear productos que no solo sean estéticamente bellos, sino que también mejoren la calidad del aire interior y la salud de los usuarios. La sostenibilidad es el futuro, y Ecoclay está preparada para liderar el camino«, concluye.
La arcilla y el futuro
«Si entendemos la sostenibilidad como el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones, asegurando un equilibrio entre el crecimiento económico, el respeto al medio ambiente y el bienestar social, podemos afirmar que estamos en un momento clave«.
Blanca destaca que los criterios de sostenibilidad se están imponiendo en la construcción y, como fabricantes, Ecoclay asume una responsabilidad con las generaciones venideras. «La conciencia ambiental está aumentando y cada vez más arquitectos e interioristas reconocen los beneficios de los materiales naturales y sostenibles«.
También señala que la creciente tendencia hacia estilos de vida más saludables impulsará la demanda de productos que respeten al medio ambiente, mejoren la calidad del aire interior y promuevan la salud de los usuarios. En particular, los materiales de revestimiento deberán ser más naturales, sostenibles y saludables, sin emitir Compuestos Orgánicos Volátiles, y además ofrecer acabados bellos. En este sentido, los morteros de arcilla de Ecoclay son una propuesta única. «Nuestros morteros no imitan nada, son humildes, no pretenciosos, y buscan una conexión auténtica entre el tacto y la vista«.
Lecciones aprendidas a lo largo de su carrera
«Una de las lecciones más importantes que mis padres me inculcaron fue la creencia en mi capacidad para lograr lo que me propusiera. Nunca me dijeron que no podría hacerlo, y eso me hizo creer en mí misma y seguir adelante, a pesar de los retos. Como segunda generación, el camino ha sido, en muchos aspectos, un proceso solitario, sin un compañero con quien compartir las cargas. A lo largo de este recorrido, ha aprendido a asumir sus decisiones, aunque a veces se haya equivocado y lo más importante: «a seguir adelante rápidamente sin quedarme atrapada en lo que podría haber sido«.
Blanca también subraya la importancia de la innovación constante. «Una vez escuché que ‘el camarón que se duerme, lo arrastra la corriente’, y eso me ha servido como un recordatorio constante de que, en este entorno tan competitivo, no podemos dormirnos«, menciona, refiriéndose a la necesidad de estar siempre alertas y activos. Para ella, la gratitud también ha sido clave: «Ser agradecida siempre abre puertas» y reconoce que rodearse de gente positiva y competente ha facilitado el camino. En cuanto a su liderazgo, destaca que «la actitud y el trabajo en equipo son fundamentales«.
Desde los primeros años, el compromiso con el cliente fue uno de los valores más importantes que su padre le transmitió. «Nunca se ha ido un camión sin cargar porque no tuviéramos el material preparado. En Ecoclay procuramos dar respuestas rápidas: ya sea enviando muestras, respondiendo correos o suministrando materiales a tiempo. Sabemos que esa rapidez puede ser un factor decisivo para que nos elijan, y me hace muy feliz recibir agradecimientos por ello».
Valores esenciales
Para Blanca, ciertos valores son imprescindibles tanto en la vida como en el liderazgo empresarial. Entre ellos destacan la curiosidad, la paciencia y el tesón, así como la capacidad de escuchar y adaptarse a las necesidades de los clientes. «Es fundamental rodearse de un equipo comprometido, donde todos empujemos en la misma dirección«, afirma, enfatizando la importancia de la actitud positiva y el trabajo constante.
También la innovación y la perseverancia son pilares esenciales para el éxito. «La capacidad de aprender de cada error es lo que realmente permite avanzar», añade, mostrando su visión de que cada desafío es una oportunidad para mejorar. Estos valores no solo han moldeado su enfoque personal, sino que también se reflejan en la cultura y el desarrollo de Ecoclay, donde el esfuerzo colectivo es una parte fundamental del crecimiento.
Pasión por su familia
Como líder de Ecoclay, reconoce que el equilibrio entre su vida personal y profesional no siempre es sencillo. «Siempre se puede mejorar, pero he intentado estar presente en los momentos clave para mi familia, aunque eso signifique trabajar algún fin de semana«. Para Blanca, las cenas son un momento sagrado: «Aunque sea tarde para otras familias, es nuestro momento para hablar y compartir al final del día, cuando ya el teléfono no suena«.
Siempre ha dado gran importancia al tiempo en familia, encontrando en las largas sobremesas de los fines de semana una fuente de felicidad, especialmente cuando incluyen música y guitarra. «Esos momentos son muy valiosos para mí«, comenta. También disfruta de un viaje anual con sus amigas de toda la vida y de al menos dos reuniones al año con las del colegio mayor. «Aunque no nos vemos tanto como quisiéramos, esos encuentros tienen un vínculo muy especial«, afirma.
El arte ocupa también un lugar importante en su vida. Desde el street art hasta perderse horas en un museo, Blanca disfruta compartiendo estas experiencias con sus hijos. «Si se trata de ver un mural, soy capaz de recorrer kilómetros«, dice con entusiasmo, dejando clara su pasión por la creatividad en todas sus formas. La fotografía es otra de sus grandes aficiones, algo que, según ella, ha heredado de su madre. «Tuve mi primera cámara a los siete años, y desde entonces me fascina capturar momentos especiales», comenta.
Cada año, los primeros domingos de octubre, tiene una cita ineludible con la Asociación de Hijas de María del Rosario, una tradición que comparte con su madre. «Es un momento para cantar juntas la Misa en latín, agradecer y pedir salud a nuestra Virgen«, concluye, mostrando su conexión con sus raíces y su aprecio por las tradiciones familiares.
Desde Casa Decor, celebramos su trayectoria y la de todas las mujeres que, como Blanca, abren caminos, inspiran y construyen un futuro más sostenible, bello e inclusivo. ¡Feliz Día de la Mujer Emprendedora!