La interiorista Mausha Marsá da una nueva vida a una iglesia en ruinas
El pasado mes de junio anunciábamos en nuestras redes que, gracias a un acuerdo entre Casa Decor y ARCO, los estudios de Mausha Marsá y David Jiménez Paisajismo y Arquitectura serán los encargados de diseñar la Sala 44 en la próxima edición de ARCOmadrid, que se celebrará del 5 al 9 de marzo. Esta selección fue el resultado de un exhaustivo proceso de evaluación de los espacios y propuestas presentadas en Casa Decor 2024, realizado por un equipo de expertos de ARCO.
Hoy, queremos compartir el trabajo de estos profesionales más allá de Casa Decor y presentar algunos de sus proyectos más recientes. Empezamos con Mausha Marsá y la increíble transformación de una antigua iglesia románica en Segovia en una vivienda única y moderna. Esta intervención es un ejemplo destacado de su enfoque innovador y respetuoso con el patrimonio, combinando elementos históricos con soluciones contemporáneas.
De iglesia en ruinas…
En la villa segoviana de Sepúlveda, se alza una sorprendente transformación arquitectónica: las ruinas de la iglesia románica de San Millán convertidas en una singular residencia. Un refugio cosmopolita y familiar que respeta su herencia histórica, resultado del trabajo conjunto de la interiorista Mausha Marsá y el arquitecto José Luis Gahona Fraga, de Darro 18 Arquitectos.
«De la antigua construcción, lo único que permanecía en pie era el altar mayor y el ábside. Era una iglesia de una sola nave de planta rectangular y cabecera recta al exterior, que se dividía en dos tramos abovedados, con una torre-campanario adosada en el muro norte de la misma», nos cuenta Mausha.
… a vivienda moderna y única
En el proyecto se rehabilitaron la nave y la cabecera, que acoge la vivienda principal, con una superficie total de 317 m2, y se reconstruyó la casa adosada (“la casa del cura”), a la que se accede desde la sala de estar.
La vivienda principal se distribuye en tres alturas. En la planta baja se encuentra una cocina abierta al gran hall de entrada abierto al jardín a través de un arco restaurado del siglo XII; una lavandería y un amplio salón-comedor, caracterizado por su impresionante altura de techos, arcos románicos y frescos restaurados. Una escalera de tijera conduce al primer piso, donde se ubicaron dos dormitorios con baño en suite, y en el segundo, se crearon dos buhardillas, cada una con su propio dormitorio y baño.
Por otro lado, «la casa del cura», que se erige adosada al edificio principal, consta de dos plantas. La cocina y el salón-comedor se encuentran en la planta baja y dos dormitorios con sus respectivos cuartos de baño, en la superior.
Elementos que aportan carácter
El arco triunfal, con columnas adosadas y el arco fajón (elemento estructural que forma parte de la bóveda de cañón y sirve para reforzarla), marca la transición entre la nave y la cabecera, donde se encuentran una aspillera (abertura vertical, estrecha y profunda) y frescos restaurados en el presbiterio.
Bajo estos elementos, una línea de armarios de roble hechos a medida, diseñados por Mausha Marsá, añade un toque moderno al espacio.
Armarios a medida y diseños contemporáneos
Para el interiorismo, Mausha y su equipo diseñaron numerosas piezas a medida, que nada tienen que ver con la estética tradicional de una casa de campo. Entre ellas, la estantería de roble del salón, flanqueada por dos correderas que dan paso a la cocina y al comedor.
Del techo, revestido también en roble y coronado por un lucernario, cuelgan unas elegantes y modernas lámparas de suspensión, con un cable eléctrico negro que dibuja geometrías en tres dimensiones y que, a pesar de su gran tamaño, crean un efecto de transparencia.
Detalles que marcan la diferencia
Para iluminar la mesa de comedor, Mausha Marsá apostó por agrupar tres lámparas de techo de distintos tamaños a diferentes alturas. Con pantallas tejidas a mano con hilo de algodón alrededor de un marco de acero, las luminarias se convierten en detalles de decoración que captan la atención.
Dormitorios con cuarto de baño integrado
En los dormitorios, las paredes y textiles se llenan de patrones geométricos, desde formas abstractas hasta líneas y figuras repetitivas que crean ambientes dinámicos y modernos. Estos diseños, combinados con paletas de colores vivos, como mostaza, tonos terracota y azules y verdes profundos, aportan personalidad y energía a las estancias.
Una tendencia que se impone también en el diseño de los cuartos de baño, tanto que en algunos de ellos, los revestimientos elegidos crean sorprendentes efectos visuales. Colores vibrantes se mezclan con materiales como el mármol o la cerámica, para transformar estos espacios en rincones frescos, acogedores y llenos de carácter.
Próximamente, veremos algunos proyectos de David Jiménez y Víctor Manuel Gil, paisajistas que, sin duda, aportarán una perspectiva fresca e inspiradora a la Sala 44 en ARCOmadrid.