Iconos del diseño español. Descubre las creaciones españolas más internacionales
De distintos estilos y generaciones, son muchos los diseñadores y marcas españolas que con sus productos, abarcan desde piezas de mobiliario, objetos de lujo a útiles de uso cotidiano y que han brillado y brillan con luz propia en el panorama del diseño internacional.
Mientras preparamos la siguiente edición de Casa Decor 2024, hemos confeccionado una extensa lista con la que queremos rendir homenaje a los más destacados de todos ellos, desde los más consagrados hasta los talentos en alza. Comenzamos con nueve talentos que tienen en común un fuerte reconocimiento dentro y fuera de nuestras fronteras.
¡Seguro que conoces más de uno y más de dos!
Sofá Labios, de Salvador Dalí
Calificado como el mueble más sensual de la historia, el sofá «Labios» formaba parte del cuadro «Cara de Mae West que puede utilizarse como apartamento surrealista». En él, el artista catalán plasmaba una escenografía inspirada en la cara de la actriz, en la que la chimenea era la nariz y los ojos eran dos cuadros situados a ambos lados del fuego.
De todos los elementos del cuadro, el sofá con forma de boca, que ocupaba el lugar central, destacaba sobre los demás. Tanto llamaba la atención, que el millonario Edward James (poeta, escultor y mecenas británico ligado al movimiento surrealista) se encaprichó de la pieza y quiso materializarla encargando el diseño al mismísimo Dalí. Así nació la primera versión real del sofá en 1936, realizada en madera y tapizada en satén de color rosa. Hasta 5 piezas de este primer sofá llegaron a producir Dalí y James para decorar las diferentes estancias de lo que era entonces la casa del magnate.
Más tarde, en 1972, Dalí decidió rediseñar su famoso sofá en colaboración con el arquitecto Óscar Tusquets para dotar al mueble de la comodidad de la que carecía el diseño original.
Gracias a las nuevas tecnologías y al uso de nuevos materiales como el polietileno rotomodelado, consiguieron crear unos labios carnosos y voluminosos lo suficientemente apetecibles como para hundirse en ellos. A partir de este momento, la firma BD Barcelona empezó a fabricar y comercializar masivamente en exclusiva mundial este sensual diseño.
Además, lo puso a la venta para el público en general por lo que, hoy en día, es muy sencillo impregnarse del arte de Dalí tan solo adquiriendo uno de estos sofás disponibles hasta la fecha en color rojo o negro.
Aceitera-vinagrera, de Rafael Marquina
Pionero del diseño industrial en nuestro país, el arquitecto catalán Rafael Marquina ideó la aceitera perfecta con el propósito de acabar con un problema que hasta entonces parecía inevitable: el goteo del aceite sobre los manteles.
Transparente, sencilla y fácil de utilizar, se ha convertido en un icono moderno, que representa fielmente la esencia del diseño industrial: crear un producto sencillo que desempeñe a la perfección la función para la que fue diseñado.
Marquina aprovechó las nuevas técnicas de vidrio pírex para crear un cuerpo cónico, con una pipeta superior ligeramente torcida por donde sale el aceite. El líquido restante que gotea por el pico, se reintroduce en el recipiente a través de un pequeño cono invertido con un orificio de recogida, que además sirve para que entre el aire.
Rafael Marquina, (padre de la diseñadora Nani Marquina, reconocida internacionalmente por sus diseños de alfombras contemporáneas) creó la aceitera antigoteo en 1961. Con ella obtuvo el prestigioso Premio Delta de Diseño ese mismo año. Sin embargo, tuvo que esperar a los 80 para que se hiciera popular, primero como objeto de vanguardia, y poco después para su uso cotidiano, sustituyendo a las aceiteras tradicionales de vidrio que siempre goteaban.
Lámpara Cesta, de Miguel Milá
Descrita por su creador como una «linterna mágica», su diseño destaca por su gran libertad de colocación, se puede apoyar indistintamente sobre una mesa, una cómoda, una librería o directamente en el suelo.
Fue diseñada en 1962 por Miguel Milá, otro miembro destacado de la generación de los pioneros del diseño español de los años 50. Su denominación, Cesta, proviene de su estructura curvada que ejerce como cesta para acoger a la pantalla en forma de globo. La combinación de ambos elementos da lugar a un objeto de gran funcionalidad, con una estética amable y cercana, que la han convertido en un auténtico clásico.
Las primeras versiones de la lámpara Cesta estaban hechas con fibra natural de ratán y un globo de cristal, que fue sustituido casi de inmediato por plástico para transporarla de un lado a otro, sin temor a las roturas.
Con el paso de los años, se han realizado numerosas reinterpretaciones, hoy día se elaboran con madera curvada de cerezo y un globo de vidrio opalizado, pero la esencia del diseño sigue siendo la misma, un clásico atemporal convertido en objeto de deseo desde la década de los 70 que no deja de reeditarse con distintos materiales y tamaños.
Silla Riaza, de Paco Muñoz
Además de un gran interiorista, Paco Muñoz fue un gran maestro del diseño de mobiliario. Su aguda visión supo ver en el denostado y despreciado mueble castellano un estilo depurado y vanguardista por su minimalismo y austeridad.
El resultado fue una serie de colecciones de mueble actual entre las que destacaba la silla Riaza que, con el paso del tiempo, ha quedado como uno de los iconos del diseño español. Diseñada por Paco Muñoz y fabricada por Darro en 1959, reelabora en términos minimalistas y artesanos el tradicional sillón frailero español.
Esta silla consta de un armazón de madera de nogal sobre el que una pieza de cuero cosida a mano forma asiento y respaldo, y se tensa por medio de una cincha abrochada por debajo con dos hebillas. Bellísima en su minimalismo, así de simple (y efectiva) resultaba la silla Riaza.
Cenicero Copenhagen, de André Ricard
Diseñado en 1965, ya forma parte del patrimonio cultural de nuestro país. De líneas sobrias y con un diseño mínimo y exento de ornamentos, este cenicero cilíndrico, en rojo o negro, apilable, sencillo y basado íntegramente en formas circulares, es un hito del maestro del diseño industrial André Ricard, creador de una infinita lista de objetos útiles que nos han hecho (y nos siguen haciendo) la vida más fácil.
Fabricado en una sola pieza de plástico, un material hasta ese momento desprovisto de valor estético, basa su particularidad en la sencilla repetición de la geometría del cilindro.Cada cenicero se presenta como un recipiente abierto desde cuyo interior emerge otra figura más pequeña que puede ayudar a sostener o apagar el cigarrillo, elemento que se complementa por una sutil boquilla instalada en el borde que cumple la función de alojar firmemente el cigarro.
Ganó el premio de referencia en la época, el Delta ADI-FAD. Y aunque ha sido una y mil veces imitado, este clásico del diseño sigue fielmente la patente original, gracias al empeño de Mobles114, que desde hace más de dos décadas lo ha mantenido en el mercado a fin de preservar la esencia del diseño español. Hay quien dice que lo único que puede hacerlo desaparecer es que por fin, algún día, se deje de fumar definitivamente.
Sillas Toledo, de Jorge Pensi
Fue uno de los primeros diseños del estudio de Jorge Pensi. Diseñada en 1986 para la firma Knoll, la silla Toledo es un claro ejemplo de un diseño funcional y duradero. Fabricada en aluminio fundido y considerada todo un icono del diseño español del siglo pasado, su figura ha amueblado cafeterías y terrazas durante más de treinta años.
Su estética es impecable. Aunque fue pensada para exteriores, sus formas orgánicas y amables hacen que se adapte perfectamente a los interiores. Sus aberturas, que se repiten tanto en el asiento como en el respaldo, aportan ligereza al material y sus formas dignas y atemporales responden a la función a la que estaba destinada: la de poder apilarse una encima de la otra.
En Casa Decor Barcelona 1997, la arquitecta y decoradora de interiores Teresa Sapey fue la encargada de proyectar el restaurante situado en la planta baja del edificio. Allí, los visitantes pudieron sentarse en las funcionales y confortables sillas Toledo, que ya empezaba a utilizarse con asiduidad en el mundo de la hostelería.
Colección Showtime, de Jaime Hayon
Hace 17 años, el diseñador madrileño Jaime Hayon lanzó la colección Showtime, piezas de mobiliario diseñadas para la exclusiva firma BD Barcelona, una de la empresas españolas con más prestigio dentro del mundo del diseño.
Inspirada en el mundo de los musicales clásicos y del glamour de MGM (Metro-Goldwyn-Mayer), su teatral y deshinibida presentación, donde él mimo posaba como artista-estrellas del musical y del diseño, llamó rápidamente la atención, conviertiéndose en la colección que lo lazó a la fama internacional y a ser considerado uno de los creadores españoles más influyentes de la última década.
La idea de cada pieza de la colección fue combinar formas orgánicas y clásicas, así como lograr que cosas que no van juntas coexistieran con elegancia. La colección que ya ha dado la vuelta al mundo, incluye sillas, poltronas, un sofá que grita ¡Hollywood! en cada detalle, donde conviven los colores arriesgados, la combinación de materiales como el cuero y el plástico, que hacen de cada pieza un objeto único que resalta cualquier espacio que habite.
Sillón Maia, de Patricia Urquiola
Si hay una figura española que ha llegado al Olimpo del diseño mundial, esa no es otra que la arquitecta y diseñadora ovetense Patricia Urquiola. Altamente reconocida y premiada a nivel internacional, su nombre figura al lado de los diseñadores más influyentes del mundo.
Sus atractivas colecciones, desde mobiliario, iluminación y textiles, hasta complementos, menaje y un largo etcétera, creadas para infinidad de empresas nacionales e internacionales, en distintas etapas de su carrera, la sitúan entre el selecto grupo de españoles que pasarán a la historia en los libros del diseño industrial, artesanal y arquitectónico.
De entre todas ellas, hemos querido destacar una de sus obras más representativas como es la colección Maia, diseñada por Urquiola para la firma Kettal en 2007. Está compuesta por una variada y sofisticada línea de sillas, butaca, tumbona, mesa de centro y columpio. Su ligereza natural, elegancia y diseño artesanal, nos regala una colección atemporal, consiguiendo trasladar la comodidad de un salón a un ambiente al aire libre.
Interruptores y enchufes Simon 31, de Simon
El taller que Arturo Simón creó en 1916 en Olot (Girona), para fabricar los portalámparas que escaseaban debido a la Primera Guerra Mundial, es ahora un gran holding mundial especializado en soluciones tecnológicas de iluminación. Con actividades que van desde la fabricación de material eléctrico hasta el alumbrado de vías públicas, pasando por la iluminación interior, el control de luz, sistemas de conectividad, la domótica, la recarga de coches eléctricos, etc.
Uno de los diseños de más éxito de esta marca española es el Simon 31, convertida en una de las series míticas del diseño español dentro de la gama de mecanismos eléctricos. Su éxito radica en que fue el primer interruptor que consolidó el uso de interruptores de tecla ancha.
Hasta entonces la medida de las teclas era más pequeña para utilizar con los dedos y se instalaban más arriba. Sin embargo, con el Simon 31, el marco perdía todo el protagonismo estético en favor de la tecla para un mejor uso y funcionalidad. Algo que en principio parecía una trivialidad, convirtió al Simon 31 en líder absoluto del mercado internacional. En 2016, por cosas como esta, Simon recibió el Premio Nacional de Diseño.